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20 de abril de 2011

El 12 de abril, nuestro camarada Manuel Guerra, secretario de Organización de la JCR secuestrado por la dictadura el 1 de noviembre de 1977, cumpliría 60 años. A continuación una carta de su compañera Teresita Castrillejo.

Seguimos reclamando Justicia

Hoy 1365 / Carta de la compañera de Manuel Guerra “Quebracho”

Este 12 de abril el Negro, Manuel Guerra (Quebracho) hubiera cumplido 60 años. Desde sus 26 años lo arrancaron de nuestro lado. Simplemente no volvió una fatídica noche del 1 de noviembre de 1977.
Nos costó mucho probar que fue secuestrado, muchas visitas y averiguaciones. Recién a los dos años nos encontramos, gracias a la invalorable colaboración de la madre de nuestro camarada Rafael Gigli, con quien presenció su secuestro y tuvo la valentía de actuar. En 1983 conseguimos su declaración.

Este 12 de abril el Negro, Manuel Guerra (Quebracho) hubiera cumplido 60 años. Desde sus 26 años lo arrancaron de nuestro lado. Simplemente no volvió una fatídica noche del 1 de noviembre de 1977.
Nos costó mucho probar que fue secuestrado, muchas visitas y averiguaciones. Recién a los dos años nos encontramos, gracias a la invalorable colaboración de la madre de nuestro camarada Rafael Gigli, con quien presenció su secuestro y tuvo la valentía de actuar. En 1983 conseguimos su declaración.
Pero no habíamos probado en qué campo de concentración había estado detenido. Seguimos buscando y apareció una declaración de un compañero suyo que estuvo detenido unos días en el Club Atlético y hace la denuncia en la Conadep. No habíamos hecho la denuncia nosotros ante esta Comisión pues nuestro Partido y las Madres nos opusimos a ella reclamando una decisión política ante crímenes políticos del terrorismo de estado, es decir, justicia y no mera acumulación de datos del horror.
Han pasado muchos años y hemos protagonizado mucha historia. Pasaron los salvajes ‘90 con la fiebre de una nueva vuelta de tuerca en la unificación del mercado capitalista mundial, Menem y su indulto. Pero también las luchas y la resistencia. La aparición de los movimientos de desocupados y la toma de las calles que todavía hoy siguen tomadas no sólo por ellos sino por campesinos, originarios, estudiantes, mujeres, obreros tercerizados y no tercerizados, las fábricas recuperadas. Desde el 2008, la profunda crisis de este sistema intenta ser descargada en la clase obrera y los pueblos oprimidos. Y se levantan con fuerza inigualable los pueblos árabes contra toda opresión.
Allí muy cerca, en Turquía, aprendí el cariño y la admiración que tienen por nuestra lucha democrática. Ante un régimen represor que mantiene a miles encarcelados y a otros tantos desaparecidos, han armado las “Madres de los sábados”. Con ellas y los familiares aprendí un nuevo concepto. Hablan y nos preguntan por “los muertos sin tumba”. ¿Cuántos muertos sin tumba tienen Uds? Pueden ponerle nombre a ese “Estar y no estar”, al “desaparecido”. El Negro, ¿tiene o cumpliría años? ¿Dónde estás Negro? ¿Quién te ejecutó? ¿Te tiraron al mar? ¿Quién lo hizo y quiénes dieron la orden? Queremos justicia y encontrarte. Te queremos de algún modo.
Sabemos que estás en la lucha de nuestro pueblo… Sabemos del dolor que esas Madres que integramos desde el primer momento y a las que hicimos nacer en Mendoza, ese símbolo mayor de nuestra lucha democrática, en su gran mayoría hayan sido cooptadas por un gobierno que se ha montado en nuestras luchas de décadas. Gobierno que aparece dando graciosamente lo que nunca peleó en su provincia, si hasta menemistas fueron, no se opusieron al indulto y levantaron la mano para la privatización de YPF.
No abren los archivos. Dejan que los familiares sigamos buscando hasta el fin de nuestros días (y de los pocos represores juzgados). Probar lo que no necesita prueba judicial, porque no es un delito civil sino crímenes de lesa humanidad y genocidio. Pareciera que ese muerto o muerta sin tumba tiene que levantarse para probar quiénes lo secuestraron.
De todos modos, Negro, seguimos peleando por esta pequeña hendija de posibilidad de que alguno se siente en el banquillo de los acusados por tu vida, por tu hermosa vida de 26 años, porque no pudiste ver crecer a Facundo desde su año de vida. Por los hijos que pudimos tener y nos faltan… por tu lealtad de clase inquebrantable… porque te quiero mucho y te he extrañado tanto como los años que hacen me faltas…
Por todo eso, Negro, quiero decirte que este 12 de abril nos hicimos un tiempo con tu hijo para recordarte y repetirte ¡cuánto te queremos!
Hasta la victoria siempre!

Teresita