26 de abril de 2011
Los redonditos de ricota se separaron hace años, pero sus canciones siguen sonando en el corazón de muchos, y también en los oídos de nuevas generaciones, que se acercan al fenómeno a través de los recitales del indio Solari o el flaco skay. Pero no es lo mismo, y ciertos volantazos de los músicos generan una especie de decepción (muchas veces inconfesable) en los fanáticos. Hacemos un recorrido de la mano de un ricotero que conoce a la banda de cerca.