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27 de abril de 2011

De una declaración de la Comisión Nacional Agraria del PCR extractamos esta nota.

Canpo: de la apariencia a la esencia

Hoy 1366 / El kirchnerismo crea su corriente agraria

Dice la Declaración de Principios de la Federación Nacional Campesina de la República Argentina: “Es una organización gremial y política nacida para organizar nacionalmente a los campesinos pobres, pequeños productores y sin tierra”.

Dice la Declaración de Principios de la Federación Nacional Campesina de la República Argentina: “Es una organización gremial y política nacida para organizar nacionalmente a los campesinos pobres, pequeños productores y sin tierra”.
Desde su fundación en mayo del año 2009, en Resistencia, Chaco, sus organizaciones de base han protagonizado importantes luchas en varias localidades del país. Son ejemplo claros de ello la marcha multisectorial contra el hambre, por tierra, trabajo, producción y federalismo que encabezó la FNC del Chaco, que caminó 220 kilómetros y acampó durante 34 días en la Plaza Central frente a la Casa de Gobierno; el acampe de 64 días realizado desde el mes de julio por Asoma de La Plata, por tierra para producir en la zona del Parque Pereyra Iraola y posterior ocupación de tierra en El Peligro por vivienda y producción; la lucha de los originarios qom de Formosa, o las marchas realizadas por la Asociación de Trabajadores Campesinos de Jujuy contra desalojos y exigiendo tierra para trabajar. También la FNC estuvo en la lucha en Entre Ríos, Corrientes, Río Negro, Tucumán y otras Provincias.
En ninguna de estas luchas recurrieron al tutelaje de organismos del Estado o del gobierno nacional o provinciales, porque, como dice también su Declaración de Principios es una organización “independiente del Estado, los partidos políticos, las organizaciones no gubernamentales y los otros sectores del campo”. Es por ello que desde el gobierno nacional se mira con gran preocupación a la FNC y ha tomado medidas políticas con gran apoyo económico y uso abierto de organismos del Estado para crear una organización de campesinos llamada Corriente Agraria Nacional y Popular (Canpo), cuya presentación formal se concretó el 20 de abril pasado.

El Estado organiza la Canpo
En la organización y financiamiento de Canpo juegan un rol preponderante la Subsecretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar que dirige el Ingeniero Guillermo Martini. Dicho organismo fue creado en julio del año 2008 como una consecuencia de la Rebelión Agraria que conmovió al país, tras la Resolución 125 de marzo de ese año. Como dijo en ese momento el diario oficialista Pagina 12, en esa ocasión se presentó por primera vez en sociedad un organismo del Estado encargado de construir una fuerza en el campo que siguiera los lineamientos del gobierno. Para este objetivo el actual Ministerio de Agricultura a cargo de Julián Domínguez puso a disposición de Canpo toda la estructura del Estado, como por ejemplo el INTA y todos los organismos técnicos vinculados a él, en coordinación con las áreas respectivas de agricultura y ganadería de los gobiernos provinciales subordinados al gobierno de los Kirchner. Para el año 2009 la Subsecretaría contaba con un presupuesto de $500 millones y otros recursos provenientes de organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). La otra dependencia estatal encargada de organizar esta fuerza es la Subsecretaría de Producción Agropecuaria y Forestal, a cargo de Carla Campo Bilbao.
En el sitio Internet de Canpo responden a la pregunta ¿Quiénes somos los integrantes de Canpo? Dicen “provenimos de diversas actividades ligadas al sector agropecuario argentino, que identificados con los objetivos de este gobierno nacional y popular, proponiendo y apuntalando las políticas y acciones que favorezcan un sector agropecuario fuerte y diverso” y “proponen un modelo de Estado con capacidad de incluir en ese modelo al conjunto de los productores(…) entre nosotros hay veterinarios, productores, abogados, comerciantes, arquitectos, semilleros, contadores, médicos, agrónomos, economistas y dirigentes sectoriales”. Según sus propios informes a este “equipo estatal” lo conformarían unos 900 profesionales muy bien pagados, la mayoría en relación de dependencia con los organismos específicos para el trabajo en el campo como el mencionado INTA, el Proinder y Plan Social Agropecuario.
En todos los documentos de Canpo consultados nunca se menciona la palabra latifundios, ni grandes terratenientes, menos imperialismo, y por supuesto, teniendo en cuenta el origen del agrupamiento posterior a la Rebelión Agraria, y en su relato mezquino jamás se refieren a las grandes luchas protagonizadas por los pobres del campo o los chacareros de Federación Agraria Argentina, como el Grito de Alcorta. Hasta el día de hoy tampoco conocemos condena alguna a los asesinatos de los campesinos originarios de La Primavera en Formosa o solidaridad con la lucha de los campesinos pobres del Chaco o de Asoma de La Plata.

Ni nacional, ni popular
El acto del Luna Park del 20 de abril sería la segunda presentación en sociedad y se entregó a la Presidenta 11 puntos que consideran claves para la política agraria. Bajo el título “La visión de Canpo hacia un modelo rural del Bicentenario” hacen referencia a la cuestión de la tierra, dicen “política de tierra y recursos naturales: función social de la tierra, agua y demás recursos naturales para una Argentina justa y soberana”. Parafraseando un famoso dicho popular preguntamos: ¿y de Reforma Agraria?, ni hablar. Esta es la visión para “el conjunto del campo”. El problema del latifundio, el hecho innegable de que hoy sólo 4 mil propietarios posean 74,3 millones de hectáreas y en la región pampeana 116 dueños posean 4 millones de hectáreas no es parte de la copiosa documentación de Canpo.
Tamaña concentración también existe en provincias como Santa Cruz, Chaco, Salta. En Jujuy cinco grandes terratenientes, entre ellos el mas grande y actual aliado de los Kirchner Carlos Pedro Blaquier, poseen el 40% de la tierra con valuación fiscal inmobiliaria rural.
En definitiva Canpo es la respuesta del gobierno a “uno de los momentos políticos e institucionales más difíciles de los que se tengan memoria durante la vida democrática del país”, como se sinceró la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el acto del Luna Park en referencia, sin nombrar, a la lucha agraria del 2008 y a su necesidad de impulsar iniciativas para recuperar urgente el espacio social y electoral perdido tras la lucha contra la Resolución 125 con la que metieron en la misma bolsa a grandes terratenientes, pooles, o grandes exportadores con pequeños productores, ocasión en que hablaron mucho pero no tomaron medidas de fondo para controlar el negocio millonario que hacen un puñado de monopolios imperialistas.
Al margen de sus principales dirigentes y funcionarios, no dudamos que en el espacio que impulsan, hay productores, campesinos, profesionales y estudiantes que realmente creen que este es un gobierno nacional y popular y por ello lo apoyan. Es por eso más necesario que nunca desnudar su política, impulsando las luchas en cada lugar, mostrando y enfrentando en la acción, lo que dice con lo que hacen.

Organizarse para impulsar la lucha y desnudar la mentira
Tenemos que redoblar los esfuerzos por impulsar las luchas de la FNC en cada lugar y la confluencia con la FAA y otras organizaciones multisectoriales por las necesidades más sentidas del sector, como el apoyo a las producciones tradicionales y regionales, el precio compensatorio, las condiciones de vida y de trabajo de los obreros rurales, contra los desalojos, las persecuciones y las amenazas como las que hicieron a Néstor Villacorta de Asoma, el encarcelamiento, la muerte y contra los juicios como el que se ha vuelto a reabrir a Mártires López, presidente de la Unión Campesina del Chaco, que deberá enfrentar un juicio oral y público por cortar la ruta exigiendo el cumplimiento de las promesas del gobierno.
En ese marco la lucha por la tierra, es el punto distintivo de la contradicción entre la esencia de la política del gobierno, de expansión de la frontera agropecuaria para beneficio de terratenientes, pooles y fideicomisos que expulsa del campo a los verdaderos productores, porque necesitan liberar las tierras que pretenden seguir acaparando. Alguna de ellas, ocupadas desde hace miles de años por pueblos originarios o por criollos y gringos pobres y medios. Es por ello necesario, hoy más que nunca que ninguno más se vaya del campo y una Reforma Agraria Integral urgente y necesaria, razón por la que se fundó la Federación Nacional Campesina de la Republica Argentina.