El 23 de noviembre de 2010, el genocida y “perpetuo” gobernador ordenó “dar la solución final” al largo conflicto con los qom de la comunidad Navogoh La Primavera.
Ese día, la escuadra al mando del comisario Muñiz, otro reconocido genocida de jóvenes del “circuito 5” (barrios periféricos a 7 Km de la capital formoseña), asesinó por la espalda e impiadosamente con tres balazos de Itaka, a Roberto López.
El 23 de noviembre de 2010, el genocida y “perpetuo” gobernador ordenó “dar la solución final” al largo conflicto con los qom de la comunidad Navogoh La Primavera.
Ese día, la escuadra al mando del comisario Muñiz, otro reconocido genocida de jóvenes del “circuito 5” (barrios periféricos a 7 Km de la capital formoseña), asesinó por la espalda e impiadosamente con tres balazos de Itaka, a Roberto López.
Ese mismo día, sobre la ruta 81, un policía de la brigada de investigaciones atropella y mata a Mario López de la etnia pilagá.
Roberto López militaba en la CCC (Corriente Clasista y Combativa). La noticia de su asesinato corrió como reguero de pólvora. Miles de militantes de la CCC coparon las calles y las rutas del país reclamando justicia y que paguen los asesinos reales e intelectuales. La policía apresó, golpeó y torturó a más de 35 aborígenes qom ancianos, mujeres y niños, quemó 17 viviendas de las familias que cortaban la ruta 86, incendió sus muebles, roció con nafta colchones, ropas, bicicletas y mochilas con útiles escolares y las incineró. De los 35 apresados y torturados la policía negó su detención y envió a consultar al juez de Clorinda (a 55 kilómetros) de su paradero. El cadáver de Roberto fue vaciado y ultrajado para borrar huellas de alguna investigación posterior.
La práctica fascista que empleó Insfrán no dio los frutos esperados. A casi seis meses de los asesinatos, los pueblos qom y pilagá no olvidan los asesinatos y junto con justicia reclaman la devolución de las tierras saqueadas por orden de Insfrán. La familia Celía que ocupa las tierras, participaron armados de la jornada del 23/11.
Hoy, el gobierno nacional apretado por el acampe de la Avenida 9 de julio propone un diálogo. El 2 de mayo se reunió Félix Díaz acompañado de Nora Cortiñas de Madres de Plaza de Mayo (Línea Fundadora) y Adolfo Pérez Esquivel (premio Nobel de la Paz), la secretaria de Relaciones con los pueblos originarios de la CTA, y otros, con el ministro Randazzo. Se estableció una mesa de negociación para tratar los puntos por los que iniciaron el conflicto, donde se acordó el 9 de mayo para continuar el diálogo.
El 6 de mayo, una patota de La Cámpora con apoyo de gendarmería desaloja a los que permanecían en el acampe hasta el día 9, como se había acordado. Al resistirse los aborígenes fueron empujados por los patoteros para que suban a los micros y les negaron llevar sus pertenencias.
En la mesa de diálogo del día 9, el ministro Randazzo impuso la presencia de Cristino Sanabria, hijo del cacique Fernando, “para que estén todas las partes”. Sabemos que Cristino no es parte, sino que representa al gobierno de Formosa, incluso participó del tiroteo del 23/11 disfrazado de policía. Cristino Sanabria es empleado “ñoqui” del ICA (Instituto de Comunidades Aborígenes) de Formosa.
La próxima reunión es el 23 de mayo, donde se fijaría la fecha de una asamblea de la Comunidad de Navogoh La Primavera para nombrar las autoridades de la asociación civil de la comunidad que llevará adelante todos los reclamos.
Creemos que debemos organizarnos para la asamblea y coordinar con las luchas de todas las comunidades de Formosa que están en las rutas y las calles, como en Ingeniero Juárez, Las Lomitas, Estanislao del Campo, Misión Tacaaglé, Clorinda, etc.