Para analizar las elecciones de Santa Fe hay que tener en cuenta que son elecciones internas y que se probó un nuevo método electoral de boleta única, lo que dificulta sacar una evaluación completa y sobre todo, una proyección directa hacia las elecciones del 24 de julio.
La primera tendencia que aparece, es una paridad entre el frente progresista (socialismo) y el peronismo. Habrá que esperar el reacomodamiento de los sectores derrotados en la interna, para ver si esa paridad puede cambiar sustancialmente.
Para analizar las elecciones de Santa Fe hay que tener en cuenta que son elecciones internas y que se probó un nuevo método electoral de boleta única, lo que dificulta sacar una evaluación completa y sobre todo, una proyección directa hacia las elecciones del 24 de julio.
La primera tendencia que aparece, es una paridad entre el frente progresista (socialismo) y el peronismo. Habrá que esperar el reacomodamiento de los sectores derrotados en la interna, para ver si esa paridad puede cambiar sustancialmente.
La interna del Frente Progresista Cívico y Social, fue muy alterada por una interna feroz entre el sector de Binner y el de Giustiniani. Ambos pusieron el enemigo dentro y no en la política del peronismo en la provincia y sobre todo del gobierno de Cristina a nivel nacional, lo que permitió al interior de la Alianza, un avance de un radicalismo no muy antikirchnerista (Barletta) que salió segundo y dejó cómodo a los candidatos del peronismo.
El gran ganador fue Binner y el perdedor Giustiniani (tercero).
Un cambio sustancial se expresa en el peronismo. Hay que tener en cuenta que en el 2009 el sector kirchnerista (Rossi), tuvo que jugar por fuera del peronismo y solo obtuvo un 10% de los votos totales. Este año, Rossi ganó las internas y junto con la otra lista K (Bielsa) obtuvieron el 60% de los votos. El gobierno nacional jugó fichas en Rossi y en Bielsa, pero más en Bielsa. La lista de Perotti, no kirchnerista pero muy lavada, obtuvo el segundo lugar, recogiendo una parte de los votos reutemistas. La lista más “antiK” de Mercier (ministro de la dictadura) casi no existió.
Otra parte de los votos huérfanos del reutemismo (sobre todo del interior), junto con votos de derecha, le dieron al “cómico” del Sel un 15% de los votos con la marca PRO y apoyo de Macri.
Un 30% no fue a votar, y el voto en blanco y anulado obtuvo entre el 10 y el 15% en las distintas categorías.
Con el Movimiento Proyecto Sur, obtuvimos un piso digno de votos, alrededor del 2,5% en diputados provinciales, que nos permite a partir de allí, avanzar en las elecciones “verdaderas”. Piso digno, teniendo en cuenta que el frente se armó a último momento, con grandes problemas de división interna, que hicimos una campaña muy pequeña (salvo excepciones), que no tenemos candidatos a gobernador e intendente de Rosario (lo que dificulta ser conocidos en los medios) y que el último tramo de campaña se hizo con el “sogazo” de la “bajada” de Pino a la Capital Federal.
Vamos a tener que volcar para julio a todo el Partido y la Juventud, partiendo de las mejores experiencias de campaña, como el locro y el acto de Rosario, los actos en muchos de los barrios donde es fuerte la CCC, los actos en Casilda, V. G. Gálvez, y Medicina con Carlos del Frade (el candidato más conocido del Frente, con buenas posiciones políticas), la charla de Alcira Argumedo en Ingeniería y nuestros esfuerzos en San Lorenzo, Santa Fe, San Javier y Reconquista.
Fue decisivo que realizáramos la campaña manteniendo las luchas de la CCC, como la exitosa jornada del 10, las exitosas elecciones estudiantiles, la preparación de las elecciones de ATE y el paro de la CTA del 8 de Junio, la lucha por paritarias y por la recuperación de los cuerpos d delegados, etc., etc.
Si avanzamos en esa línea, confrontando con la ofensiva “por izquierda” de Cristina y de Rossi, vamos a poder utilizar los tiempos electorales para el reagrupamiento político y social que ayude a las numerosas y masivas luchas del pueblo por sus reivindicaciones y contra la política entreguista y hambreadora de Cristina Kirchner.
