La trampa K
El gobierno está a la ofensiva con la reelección de la presidenta, pero eso no quiere decir que Cristina Kirchner “ya ganó”, como dice la propaganda oficial. Es un error subestimar el terreno que ganó, y es otro error caer en la trampa de que “ya ganó”.
La trampa K
El gobierno está a la ofensiva con la reelección de la presidenta, pero eso no quiere decir que Cristina Kirchner “ya ganó”, como dice la propaganda oficial. Es un error subestimar el terreno que ganó, y es otro error caer en la trampa de que “ya ganó”.
De aquí a octubre la inflación seguirá haciendo estragos en los bolsillos del pueblo. La política K fue imponer “un techo” a los salarios, pactado entre Cristina K y Moyano. Ese techo viene siendo derrotado, al calor de luchas como la histórica huelga de los docentes santacruceños apoyados por la población de la zona frente a la amenaza de represión. La CTA, que ha conquistado un nuevo triunfo judicial que ratifica a la nueva dirección, marcha a un gran paro nacional el 8/6.
La carestía hace estallar los problemas de fondo de las masas más pobres que la política K agrava. Se multiplican las ocupaciones de tierras para vivienda y para trabajo. La respuesta está en el histórico acampe de campesinos originarios y criollos en Castelli, el Chaco, que vienen de realizar un acto extraordinario el 25 de Mayo, la lucha de los qom de La Primavera, y las ocupaciones en los conurbanos de las grandes ciudades.
De aquí a octubre seguirán las luchas que colocan los problemas de fondo en el centro de la política nacional, contribuyendo a desnudar la política K.
La inflación, el creciente vaciamiento del Anses y el Banco Nación para cubrir los déficits de caja, la fuga de divisas, y otros síntomas, van marcando el agotamiento del “modelo K”, en un momento en que la situación de varios países de Europa y de Estados Unidos, los problemas de la economía china, las “burbujas” especulativas en los granos y “las tecnológicas” amenazan con nuevas tormentas en la economía mundial.
2. El “caso Schoklender”
El escándalo del “caso Schoklender” sacude al gobierno. Casas pagadas al triple del costo de las que construyen las cooperativas. Lavado de dinero. Subsidios derivados a empresas privadas. Una vida de lujo: viajes en aviones alquilados, mansiones de 19 habitaciones con 12.000 metros cuadradosde parque, etc.
Nunca hubo una explicación seria de por qué Hebe de Bonafini puso a Sergio Schoklender al frente de la Fundación de las Madres, y desoyó las críticas de muchísimas Madres que se distanciaron de la organización dirigida por Hebe, señalando la corrupción y la prepotencia de un personaje sin ningún mérito en la lucha democrática. Lucha de la que las Madres fueron emblema. Esta situación se agravó al extremo cuando Hebe, de la mano de Schoklender, se sumó al gobierno kirchnerista, y los fondos del gobierno pasaron a llegar en cantidades enormes, y sin ningún control.
Más aún, la adjudicación de terrenos y viviendas a la Fundación, fue utilizada por el gobierno K para dividir al movimiento piquetero. Una y otra vez, llegaron Hebe y Schoklender con “patotas” y la policía, a terrenos donde acampaban organizaciones de desocupados, a desolojar a esos luchadores, argumentando que esos terrenos habían sido otorgados a la organización dirigida por Schoklender.
Cínicamente, el intelectual K Feinmann, dice haberle dicho a Néstor Kirchner: “Haber hecho de Hebe lo que Hebe es hoy no es el menor de tus méritos” (citado por Susana Viau, Clarín, 29/5).
Efectivamente, haber llevado al desprestigio que hoy provoca el “caso Schoklender”, es una de las mejores pruebas de los métodos usados por el kirchnerismo para adueñarse de banderas que le fueron ajenas, por las que nunca habían luchado hasta llegar al gobierno, usándolas para sus objetivos. Es infame, porque toca una cuestión que es una bandera histórica de la lucha democrática del pueblo argentino. Era una bandera que las clases dominantes debían enterrar, para restaurar su Estado, la gran tarea que los Kirchner vinieron a cumplir. Pero no lo lograrán.
La mayoría de las Madres han seguido y siguen su lucha ejemplar. Y ellas tienen y tendrán el cariño y el acompañamiento de todo el pueblo para darle la continuidad y el lugar histórico que se han ganado, en la Argentina y en el mundo.
El escándalo del “caso Schoklender”, como la sociedad del gobierno K con Insfrán y Menem (ver pág. 3), toca fibras sensibles del pueblo, y van desnudando la mentira del “progresismo K”, ante sectores que tienen ojos y oídos propios, y no se atan al discurso oficial.
3. La “nueva” Alianza
Clarín, Paolo Roca y las cúpulas empresariales de la AEAy la Sociedad Rural trabajan para nuevo agrupamiento, luego de varios fracasos, que pueda llegar a la segunda vuelta en las próximas elecciones. La fórmula es Alfonsín – Lavagna, encolumnando a De Narváez, Duhalde, Macri y otros sectores del peronismo anti K, y al mismo tiempo, tratando de arrastrar a sectores del centroizquierda con el chantaje de negarles el voto radical, con lo que el socialismo podría perder Santa Fe, y el GEN las intendencias bonaerenses alineadas a esta fuerza.
Se trata, en definitiva, de una nueva “Alianza”, como la de De la Rúa, Chacho Alvarez y Cavallo, que provocó el hambre, la desocupación y la entrega que llevaron al estallido del 2001. Es peligroso subestimarlos, son fuerzas muy poderosas las que están trabajando ese parto.
4. Un gran frente popular
Las internas santafesinas abrieron una nueva situación. “Se ha creado la posibilidad de una unidad muy amplia de las fuerzas obreras y populares, patrióticas y democráticas, progresistas y antiimperialistas, con una influencia considerable, y un peso real en la mayoría de las provincias, lo que permite proyectar nacionalmente una fuerza verdaderamente popular que trascienda lo electoral rompiendo la falsa opción entre el oficialismo y la derecha opositora”, (comunicado del PTP y el PCR).
Luego de la decisión de Pino Solanas de desistir de su candidatura presidencial para presentarse en la Capital Federal, se produjo cierta dispersión y la formación de bloques o grupos de fuerzas. Ahora, en la Capital Federal y San Juan se lograron frentes que unificaron a esos bloques.
El primer desafío para lograr esa unidad nacionalmente y en cada provincia y localidad, es “avanzar en acuerdos programáticos que expresen la oposición popular a la política del gobierno kirchnerista, recogiendo los grandes reclamos del pueblo y las necesidades de la patria. Unido a un método de consensos democráticos, públicos y equitativos”, (declaración del PTP y el PCR).
Desde el PTP y el PCR trabajamos para que el Movimiento Proyecto Sur, del que formamos parte, sea motor de esa unidad popular. Trabajamos con nuestros 10 puntos programáticos, con los acuerdos consensuados en Proyecto Sur, y los que hemos discutido con Unidad Popular, el GEN, el socialismo, Libres del Sur, y otros sectores, que en muchos casos están la base de las luchas y multisectoriales en las que hemos confluido.
Las presiones y maniobras para impedir esta tercera fuerza son y serán muchas, y los tiempos son cortos. No solo por el peso que podría tener en las próximas elecciones, sino también porque crearía condiciones para un centro coordinador unitario para lo que se viene, luego de octubre.
La complejidad de la situación y la heterogeneidad de las fuerzas exigen redoblar la campaña política por la personería del PTP, llevando nuestros 10 puntos a las masas y afiliando a miles de luchadores. Esa será una herramienta clave para no ser llevados “de arrastre”, y afirmar el camino de las luchas, la unidad multisectorial y las puebladas, el camino de la liberación nacional y social.
Las insurrecciones árabes han sido seguidas por la rebelión que afloró en Grecia, y ahora, los “indignados” españoles contagiaron a toda Europa. Frente a la crisis y los sufrimientos que provocan las políticas de las burguesías imperialistas se alzan vientos tormentosos del combate obrero, popular y antiimperialista.
