En la marcha denunciaron que Once que es una “zona liberada”, y que estas bandas actúan con la complicidad de la policía. El martes 31 de mayo se movilizaron más de 300 jóvenes, junto con organizaciones políticas y sociales. Resaltaron la responsabilidad de la ministra de Seguridad, Nilda Garré, y del gobierno de Macri por la situación.
En la marcha denunciaron que Once que es una “zona liberada”, y que estas bandas actúan con la complicidad de la policía. El martes 31 de mayo se movilizaron más de 300 jóvenes, junto con organizaciones políticas y sociales. Resaltaron la responsabilidad de la ministra de Seguridad, Nilda Garré, y del gobierno de Macri por la situación.
Unos 300 estudiantes de la Facultad de Psicología de la UBA y del Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA), acompañados por otras agrupaciones, marcharon desde Sánchez de Loria y Rivadavia hasta la comisaría octava, en Urquiza 550, donde reclamaron contra la complicidad policial en la zona, con redes de trata que están operando en el barrio.
“Hay una situación de extrema gravedad que se está viviendo en el barrio, donde hay dos sedes de la Facultad de Psicología y una del IUNA. En los últimos meses hubo una serie de ataques a chicas que estudian en estos establecimientos que fueron, básicamente, intentos de secuestros”, dijo Alejandro Lipcovich, presidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA).
Camionetas que circulan cerca de las puertas de la facultad, personas que intentan meter adentro de portones a las estudiantes y una zona con numerosos prostíbulos son los hechos que, para estudiantes y vecinos, reflejan que se trata de una red de trata de mujeres que está actuando en la zona, con la complicidad policial.
Afirmaron que desde el mes de febrero, habrían intentado secuestrar al menos a tres estudiantes de la Facultad de Psicología de la UBA y del Instituto Universitario Nacional de Arte (IUNA), ambas instituciones ubicadas en esa área.
Daniela Gasparini, consejera estudiantil de la Facultad de Psicología de la UBA, contaba que el primer caso ocurrió el 25 de febrero último, cuando una mujer quiso secuestrar a una alumna de la Facultad de Filosofía y Letras llamada Ludmila, cuando caminaba por Irigoyen y La Rioja, en el barrio de Balvanera. “Fue muy cerca de una de las sedes de Psicología. La agarraron del brazo y se la quisieron llevar hasta un portón donde había dos hombres, pero se pudo zafar y salir corriendo”. La denuncia fue radicada en la comisaría octava.
El segundo caso ocurrió a mediados de abril, alrededor de las 19, cuando una chica de segundo año de Psicología, oriunda de Bahía Blanca, se dirigía caminando desde la sede de Yrigoyen y Esparza a otra situada en Bulnes y Perón. “Dos hombres se bajaron de una camioneta blanca, la golpearon en el estómago, e intentaron traccionarla hacia adentro. Ella gritó, se resistió y logró escapar”, relató Fernanda Gallo, del centro de estudiantes de Psicología.
Estudiantes del IUNA hablaron de dos casos vividos por alumnos de ese instituto: un intento de secuestro que sucedió el último viernes a una chica que caminaba por Yatay y Corrientes; y otro en Belgrano y La Rioja, donde dos alumnos vieron una camioneta Trafic parada en el semáforo que tenía los vidrios tapados con bolsas de nylon y desde donde salían gritos de mujer.
En la comisaría, un grupo de delegados de los estudiantes fue recibido por el comisario Jorge Durán, a quien le hicieron llegar el reclamo. “El comisario no se hizo responsable de la denuncia y sólo se comprometió a poner más efectivos en la zona”, afirmaron los estudiantes.
Está claro que las redes operan en todo el país, y que actúan con la complicidad del gobierno y de las fuerzas de seguridad. Tanto el gobierno de Macri como la ministra Nilda Garré son responsables de la situación de riesgo que viven a diario miles de jóvenes en nuestro país.
