“Va a ser difícil decir algunas cosas. Lo queremos mucho, lo conocimos como dijo el pastor en los años más difíciles de nuestro pueblo, donde se estaba buscando un camino para salir de esa situación del hambre del 2001 y entendimos juntos que el camino era la unidad y la lucha, y desde ahí se pudo hacer un camino donde fuimos aprendiendo mucho, donde compartimos muchas horas y donde su gran preocupación era cómo servir a su pueblo. Como dijo alguien de Pampa del Indio, que no es ni originario, ni campesino pobre, no sólo ustedes perdieron un líder, todo el pueblo de acá perdió un gran dirigente.
Porque se fue aprendiendo con el tiempo que hace falta unir a todo nuestro pueblo para cambiar esta situación. Él tenía muchas virtudes, una de ellas era la valentía y el coraje, la sabiduría, y tenía una gran capacidad por buscar la formas de unir, aun unir con compañeros que tenían grandes diferencias; hacía grandes esfuerzos porque él realmente amaba a todo su pueblo y sabía que la posibilidad de cambiar esto que vivimos era con esa unidad y esa lucha.
Venimos de una grande que nos llenó de orgullo, que era poder unir a los compañeros qom con los compañeros wichis y criollos. No es fácil eso compañeros, no es fácil, porque los enemigos del pueblo quieren dividir entre los criollos luchadores y los originarios, y quieren dividir a los originarios y nosotros hicimos todos los esfuerzos para que no sea así y por eso triunfamos compañeros, pero lamentablemente no pudimos festejar con él, compañeros.
Él ha sembrado y ha sembrado mucho y hoy lo perdemos al compañero Mártires López en su presencia, pero no en su ejemplo. De esa siembra tendrán que salir muchos Mártires López y delante de su cuerpo nosotros reafirmamos ese camino de lucha y de unidad para cambiar esta situación de injusticia para que los obreros, los campesinos pobres, los estudiantes y nuestro pueblo puedan gobernar la Argentina, para que pueda realmente tener esa tierra prometida de la que habló el pastor, pero esa tierra prometida compañeros, hoy la tienen los terratenientes que se la robaron a ustedes y no la vamos a recuperar sin una gran lucha y una gran unidad compañeros. Ése era el camino que veníamos recorriendo con el compañero Mártires.
Tenemos gran esperanza en nuestro pueblo, gran esperanza en nuestros compañeros jóvenes que reafirmen el camino de lucha, que lo llevemos a Mártires en cada una de nuestras luchas, que sigamos su ejemplo de un dirigente que no se vendía como tantos dirigentes que se venden y nos comprometemos también a investigar hasta las últimas consecuencias en qué condiciones falleció el compañero Mártires. Porque hasta ahora estábamos preocupados por su salud y por salvarle la vida y ahora estamos preocupados por saber la verdad y porque haya justicia. Le decimos al compañero Mártires que ha sido un orgullo y un honor compartir estos años de lucha con él, que lo llevamos en el corazón, que es inolvidable para nosotros y que ya es un dirigente histórico de los pueblos originarios y de los campesinos pobres, no solo del Chaco, sino también un referente para muchos dirigentes de esos sectores de nuestro pueblo argentino, así que te decimos: ¡Mártires, hasta la victoria compañero!
Y voy a recordar una frase que dijo el compañero pastor Rafael Núñez cuando fundamos la Unión Campesina, dijo “nosotros fundamos una herramienta para pelear por el reino de los cielos”. Nos miramos con el compañero Rafael Gigli, y continuó: “¿Y qué es el reino de los cielos? El reino de los cielos es el poder y la dignidad y nosotros luchamos por ese poder y esa dignidad”. Eso quiere decir hoy, que nuestra Argentina pueda estar dirigida por los obreros, campesinos, estudiantes para que haya felicidad para nuestro pueblo y tengamos dignidad.”