El jueves 16 de junio nos movilizamos los estudiantes secundarios de Quilmes-Berazategui-Varela a La Plata. Bajo una intensa lluvia marchamos por los distritos hacia la cita de encuentro, agitando las banderas de los centros y del MUS, cantando “esta lluvia de m… no quiere parar, es Cristina que no para de llorar”.
El jueves 16 de junio nos movilizamos los estudiantes secundarios de Quilmes-Berazategui-Varela a La Plata. Bajo una intensa lluvia marchamos por los distritos hacia la cita de encuentro, agitando las banderas de los centros y del MUS, cantando “esta lluvia de m… no quiere parar, es Cristina que no para de llorar”.
Durante la semana hubo intentos desesperados de sectores del kirchnerismo para evitar la movilización. La bronca de cientos de estudiantes pudo más y marchamos a La Plata para reclamar comedores para todas las escuelas técnicas de doble turno, becas y mejoras de infraestructura.
Los comerciantes salían de sus trabajos para ver la colorida movilización, leyendo las pancartas que decían: “si los de España están indignados nosotros estamos podridos. Comedores y becas ya. No a la trata. Educación sexual para todos”.
Llegando al Ministerio de Educación, nos cerraron las puertas cual si fuéramos delincuentes y no estudiantes que reclaman por sus derechos básicos para poder seguir cursando. Mucho canto y agite en la vereda para que nos atiendan rápido y nos reconozcan. Luego de un rato entró la delegación de las 12 escuelas presentes para llevar nuestros reclamos.
Mientras esperábamos, no paramos de cantar para apoyar a los compañeros que discutían dentro del Ministerio, y para meter presión así nos daban lo que pedimos. Luego de dos horas de negociaciones, logramos un pliego de compromisos de las autoridades, que se empezarían a cumplir el 21 del corriente. Pero pusimos plazos para su concreción, ya que si no hay respuestas positivas volveríamos a marchar y tomar las escuelas.
La política del gobierno de Cristina Kirchner hace que cada vez mas estudiantes quedemos afuera. Es necesario profundizar la lucha del conjunto de los estudiantes secundarios por nuestras reivindicaciones, siguiendo el ejemplo de los estudiantes chilenos, peleando por los que están afuera y contra la deserción, por una educación digna.
