Como denunciáramos en la declaración llamando al “voto bronca”, las elecciones provinciales adelantadas resultaron un armado de “ingeniería electoral”, donde con el amparo de la Ley de Lemas y decenas de millones de pesos el oficialismo obtuvo un triunfo significativo. El gobernador Maurice Closs (ex presidente de la UCR devenido en renovador kirchnerista) obtuvo el 44% de los electores del padrón (320.000 votos), en tanto que hubo una abstención del 35% (no fueron a votar) que resulta histórica para Misiones.
Como denunciáramos en la declaración llamando al “voto bronca”, las elecciones provinciales adelantadas resultaron un armado de “ingeniería electoral”, donde con el amparo de la Ley de Lemas y decenas de millones de pesos el oficialismo obtuvo un triunfo significativo. El gobernador Maurice Closs (ex presidente de la UCR devenido en renovador kirchnerista) obtuvo el 44% de los electores del padrón (320.000 votos), en tanto que hubo una abstención del 35% (no fueron a votar) que resulta histórica para Misiones.
El oficialismo publicó (denigrando a la oposición) que hubo 30.000 votos en blanco que junto con los observados e impugnados se convirtieron en la segunda fuerza, superando a cualquier partido opositor, y por las dudas hicieron desaparecer de la información a la categoría “anulados”.
Con casi 300.000 (sobre un padrón de 730.000) se expresó la bronca de muchos misioneros, que no avalaron la farsa electoral montada, a los que se suman 121.000 votos de otros partidos. De ellos los que más votos sacaron fueron la UCR y un partido provincial formado por los restos del PRO que fue abandonado por Macri; obtuvieron 30.000 votos cada uno.
Ley de Lemas y colectora
Para la “trampa” colectora de votos en cada pueblo y ciudad de la provincia armaron básicamente dos sublemas (que tenían a su vez el voto unificado a diputados y gobernador), expresando las diferencias o internas entre Closs y Rovira (el presidente de la Cámara de Diputados, ex peronista), y así empujaron una gran colectora con los resultados a gobernador y diputados “cantados”. Zanjando la interna sólo en los poderes locales (intendencias y concejalías).
Incluso algunos “opositores” como el “Partido Agrario y Social”, que llevaba de candidato a un ex “puertista” con cierto prestigio en los sectores medios (fue ministro de Educación y rector de la Universidad Nacional), y a un diputado que proviene del sector tabacalero, con un partido provincial que recibió el apoyo del partido de Sabatella y del Partido Comunista, especificando su apoyo en las elecciones de octubre a la candidatura de Cristina Kirchner obtuvieron 18.000 votos, la mayoría provenientes del sector agrario.
Para poner un ejemplo de la forma y cantidad de medios que emplearon para estas elecciones vale el de un pueblo del norte misionero, donde el ganador del sublema oficial sacó 1.600 votos, y contó con una flota de 255 remises y cinco combis para el traslado de los electores desde el pueblo y las colonias. Así fue en todos lados, incluso se contrataron cientos de autos de Encarnación (Paraguay) utilizando en todos los casos fondos públicos y autos oficiales de refuerzo.
El P. Socialista, que cuenta con un diputado provincial, sólo obtuvo 5.000 votos en esta elección, como fruto de una actitud vacilante y mezquina en lo programático y en la relación con los sectores firmemente contrarios al “modelo renovador”.
Indispensable la personería del PTP
Lamentablemente no pudo constituirse un verdadero frente opositor que exprese las luchas y las necesidades de miles de misioneros que estuvieron en las luchas de todos estos años. Fue un inconveniente insalvable no contar con personería política que permita la presentación de candidatos. El Partido Proyecto Sur que hace dos años inició los trámites no se decidió a avanzar, y no obtuvo las afiliaciones necesarias. Los otros partidos opositores (Libres del Sur, GEN, Encuentro de Todos) y el PTP no llegaron en el corto plazo a completar la exigencia del Tribunal Electoral.
Ratificamos la necesidad de unir en un frente electoral programático a las fuerzas populares y a los que luchan. Por ello se pone a la orden del día obtener la personería del Partido del Trabajo y del Pueblo con la afiliación de cientos de compañeros para dar disputa también en el terreno electoral y continuar el camino de la lucha de miles de misioneros contra este modelo de provincia y de país al servicio de los poderosos.