Los trabajadores estatales, como el resto de los trabajadores privados y los sectores populares, estamos sufriendo la política del gobierno kirchnerista, y de los gobernadores provinciales que también aplican su política, que centralmente descarga la crisis económica sobre nuestras espaldas. Política que promueve el saqueo a nuestra patria por los monopolios imperialistas y sus socios nativos, muchos de ellos amigos y socios del kirchnerismo (Esquenazi, Repsol YPF; Cristóbal López, juego y lavado de dinero; Lázaro Báez; Ferreyra de Electroingeniería; Urquía, sojero de Deheza, etc.).
Este gobierno nos ajusta con inflación (30%), que niegan y esconden a través de los números del Indec trucho, al que ya no le creen ni los propios funcionarios del gobierno. Inflación que los trabajadores comprobamos todos los días con la suba de los alimentos y demás.
Este gobierno que se dice progresista, nacional y popular nos hace el ajuste a los de abajo con el salario -medido en dólares- un 37,4 menor al período de la convertibilidad menemista. Y benefician a los de arriba: la rentabilidad financiera en los ‘90 era del 3,9% y este año se fue al 24,5%. ¡Y esto no lo decimos nosotros, lo dijo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner el 1/3/11 ante el Congreso Nacional!
Dicen no tener dinero para aumentar nuestros salarios de hambre, pero subsidian empresas amigas, y tienen 50.000 millones de dólares en reservas del Banco Central.
Dicen que aumentan el presupuesto de salud y educación, pero el dinero del que hablan, nunca llega. Todos los días nos enteramos que en alguna provincia mueren chicos por desnutrición, pero pagan deuda externa ilegítima y fraudulenta con dineros de la Anses, y encima el gobierno K veta el 82% móvil para los jubilados. Y dicen que nos dan aumentos salariales como ningún gobierno hizo antes, cuando en realidad -a pesar de los dirigentes sindicales traidores como Yasky y Moyano-, les arrancamos mayoritariamente con luchas que nacen muy desde abajo, pequeños aumentos salariales en su mayor parte en negro, que se los devora rápidamente la inflación.
Es decir, los trabajadores estatales estamos viviendo una situación muy difícil, la inmensa mayoría en las provincias tenemos sueldos que no superan (o apenas lo hacen) la canasta de pobreza.
Salarios de pobreza
La inflación se come nuestros magros sueldos, particularmente en los últimos meses. Se han realizado estudios muy serios de lo que vale hoy una canasta familiar para una familia tipo (Sadop, $5.000). Nuestra CTA plantea en el documento para el Congreso $5.000; y a la Corriente Clasista y Combativa nos llegó un estudio que lleva la canasta familiar a $6.000.
Con el ajuste del gobierno nacional y de los gobernadores que lo aplican, miles y miles de trabajadores estamos muy precarizados, tenemos contratos basura, estamos en negro o pagamos monotributo. Sueldos de bolsillo con muchas sumas en negro que nos afectan brutalmente a la hora de jubilarnos, encima en muchos lados toman el promedio de los últimos 20 años para el cálculo del haber jubilatorio. Estamos sujetos a decisiones y luchas de internas entre funcionarios, políticas de distintas capillas del oficialismo de cada provincia o de la nación; viendo todos los días cómo se desarrolla la corrupción, los privilegios, discriminando con el acomodo de amigos y la falta de carrera administrativa, de concursos, sobre la distribución de horas extras y viáticos. Desde ya, compartimos nuestras penurias con los docentes y otros sectores del Estado.
En la mayoría de los municipios del interior, en muchas provincias y en la nación, las condiciones de seguridad e higiene son lamentables: no se provee de ropa ni elementos de protección. La ART (Aseguradora de Riesgo de Trabajo) se lava las manos a la hora de proteger a los trabajadores en los accidentes laborales.
En las paritarias nacionales el gobierno K sólo arregla con UPCN, siempre a la baja, y de acuerdo a las necesidades de la caja; nunca de acuerdo a nuestras necesidades, amparándose en cifras truchas del Indec intervenido con la patota de UPCN y de Moreno, que enfrenta la lucha heroica de sus trabajadores.
En muchas provincias, se sigue negando el derecho a paritarias y en nombre de la crisis, muchos puestos están amenazados, particularmente de los contratados. Así tratan de ponernos en la opción de ganar miseria o perder el trabajo.
Veinte provincias están en rojo, pero acatan el unitarismo del gobierno K, a pesar del robo de la coparticipación federal actual; mucho más grave aún es en los municipios. En los presupuestos discutidos a fines de 2009 y 2010 no pusieron cifras de aumento a los estatales y docentes y en 2011 no tenemos presupuesto firmado.
Coordinar las luchas
Frente a todo esto, las luchas no se hacen esperar. La lucha salarial ha sido puesta en el tope por el triunfo de los aceiteros y portuarios de Rosario que consiguieron sueldo inicial de $5.000; de los trabajadores de Santa Cruz y Chubut, de los trabajadores del Astillero Río Santiago de Ensenada que consiguieron $5.300 de bolsillo para el ayudante inicial. En los estatales fue muy importante la lucha del sector de la salud en Tucumán, Santiago del Estero, y La Pampa, con nueve paros en un mes.
Los paros en provincia de Buenos Aires (el último de 48 horas) permitieron superar el aumento otorgado a los docentes al conseguirlo de una sola vez. Paro que se hizo por primera vez en muchos años con los otros gremios que no están en nuestra Central.
Estas luchas, largas y difíciles, nos obligan a pensar que debemos avanzar en la coordinación de las luchas.
En el ATE debemos seguir el camino de los que luchan uniendo todo por abajo y aprovechando todas las contradicciones por arriba, enfrentando firmemente la política de los K y de los gobernadores: como en el Indec, con su Junta Interna unitaria, o como en el Astillero Río Santiago.
El Plenario de ATE provincia de Buenos Aires en Mar del Plata sintetizó con claridad esta posición política y delineó con éxito las posturas para la unidad en la Lista 1 Germán Abdala, que enfrentó y derrotó a Yasky en las elecciones de CTA; unidos en los reagrupamientos necesarios de los sectores populares, hegemonizados por los trabajadores, como es el camino de las asambleas sociales constituyentes y las multisectoriales que se forman a lo largo y ancho de nuestra querida patria. Reagrupamiento necesario de luchas para la refundación de la república en el camino de la liberación nacional y social de la Argentina.
Por todo esto, y ante las elecciones próximas de ATE, siguiendo el camino exitoso de la unidad de la Lista 1 Germán Abdala en CTA, y para enfrentar los intentos del gobierno K a través de los seguidores de Yasky en ATE de dividir y aislar a todos los que enfrentan esas políticas, necesitamos organizaciones gremiales fuertes que unan a todos con la consigna “CTA de los trabajadores, ni de los gobiernos ni de los patrones”.
Los compañeros de la Corriente Clasista y Combativa en ATE llamamos a votar a Julio Fuentes, Hugo Godoy y Liliana Telerman, para Consejo Directivo Nacional de ATE. Llamamos a votar la Lista Verde al Consejo Directivo Provincial en las provincias de Buenos Aires, Entre Ríos, Capital, Santa Fe, Formosa, Río Negro, Chubut; y a la Lista Celeste y Blanca en La Pampa.