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27 de julio de 2011


Los intelectuales K y las elecciones

Hoy 1379 / Enredados y despechados

“Una campaña de cuarta, pobre en el peor de los sentidos, berreta y cobarde”, dijo Ricardo Forster sobre el desempeño de Filmus en la primera vuelta de las elecciones de la Capital Federal, y agregó que la campaña “no estuvo a la altura del desafío”. El sociólogo Horacio González, sobre el mismo asunto, se despachó calificando a la dirección política del Frente Para la Victoria porteño de “inhabilitada, muda, ciega, sin palabras”.

“Una campaña de cuarta, pobre en el peor de los sentidos, berreta y cobarde”, dijo Ricardo Forster sobre el desempeño de Filmus en la primera vuelta de las elecciones de la Capital Federal, y agregó que la campaña “no estuvo a la altura del desafío”. El sociólogo Horacio González, sobre el mismo asunto, se despachó calificando a la dirección política del Frente Para la Victoria porteño de “inhabilitada, muda, ciega, sin palabras”.
Estas declaraciones no merecerían mayores comentarios salvo que fueron realizadas por dos de los principales “intelectuales K”, integrantes de Carta Abierta. Estas, y otras frases por el estilo, fueron vertidas en una reunión de Carta Abierta para analizar el voto porteño. Los “intelectuales K”, en una inédita autocrítica, se la tomaron también con el “asco” de Fito Páez, y con el programa ultra k 678.
No había pasado una semana de las elecciones, y los “Carta Abierta”, una de las canteras ideológicas preferidas por el kirchnerismo para la elaboración de su discurso “nacional y popular”, estallaron.
En otro capítulo del “sincericidio”, Forster deslizó: “En 678 invitaron a un escritor al que yo estimo, que es Guillermo Martínez. Guillermo, que no es kirchnerista, que no es peronista, que viene de la izquierda, que ha votado siempre a la izquierda, fue a ese programa a decir que iba a votar a Filmus y le saltaron a la yugular porque se le ocurrió plantear algunas críticas. ¡Imbecilidad estructural! Tenemos que ir más allá de la ceguera nacional y popular. Pareciera que la ceguera nacional y popular puede, paradójicamente, ver todo lo que los otros no ven”.
Otro de los presentes en la reunión, el editor general de Colihue, Aurelio Narvaja, criticó que “la única idea que se conoce para el ballottage es la de un acto en el Obelisco con banderas diciendo “Chau Macri”. “Es una perfecta pelotudez”, opinó, en otra fina utilización del idioma del Quijote. Y, puesto a dar consejos para el balotaje, pontificó: “Tenemos que ganar la calle con alegría. Campaña más aburrida que la nuestra, sólo la de De la Rúa” ¿Será por eso que pasaron del asco, a los corazones con que empapelaron la ciudad, de paso birlándole el “Buenos Aires para todos” a Lozano?

 

Asco, se siente pero no se dice
Como buenos intelectuales, hicieron gala de su vasta cultura cuando analizaron los dichos del artista Fito Páez, sobre el “asco” que le causaron los votantes de Macri: “La palabra asco hay que tener mucho cuidado en pronunciarla. Es una palabra inventada por la técnica del fascismo y del nazismo para exterminar a seres humanos. Entiendo y comparto lo que dice Fito de esa clase media cualunquista, cuentapropista, moral, individualista, esa derecha privatizadora…” dijo Forster, agregando “No podemos darnos el lujo de darles palabras que no son de nuestro vocabulario en ese plano”. O sea, estamos de acuerdo con Fito, pero no lo digamos.
Como la catarsis se hizo pública, y los medios de la derecha opositora se regodearon multiplicando las desoladas declaraciones de los “intelectuales K”, recurrieron al clásico “nos tergiversaron”, y se pasaron toda la semana, en su propia “Corpo” oficialista diciendo, como González, que “Las declaraciones fueron tratadas, articuladas y maceradas por un grupo que pretende denostar a nuestros candidatos”.
La intelectualidad K porteña está despechada y desorientada ante el estrepitoso fracaso del debut “cristinista” con Cabandié a la cabeza, y no acierta en dar con los motivos de la misma. Esta rebelión en la granja muestra la peligrosidad de confundir el propio discurso con la realidad, y hace públicas las fisuras en el gobierno nacional. Lo dijo con pragmatismo “un hombre cercano a Filmus”, según La Nación: “Los de Carta Abierta se borraron en la campaña y ahora salen con esto. No pegamos una”.