En las recientes elecciones del 4 de agosto, participaron a nivel provincial también las listas Verde y Blanca (304 votos), y la Verde (209 votos).
—¿Cómo ha sido la elección del gremio, y qué valoración tienen del resultado?
En las recientes elecciones del 4 de agosto, participaron a nivel provincial también las listas Verde y Blanca (304 votos), y la Verde (209 votos).
—¿Cómo ha sido la elección del gremio, y qué valoración tienen del resultado?
Araujo: Fue una elección dura. Estábamos nosotros con la lista Celeste y Blanca, la lista Verde Anusate, y la lista Verde y Blanca, que es un desprendimiento de la Verde, la gente que fue con la Azul a nivel nacional. Esta gente aquí se manejó con relación al acuerdo político entre Verna y Marín. Entró a jugar todo en la elección: el gobierno de la provincia, la Subsecretaría de Trabajo, el PC, etc. Afortunadamente el acuerdo Verna–Marín duró poco, y vinieron los enfrentamientos conocidos, por los que Verna se baja de la candidatura y rompe con Cristina, eso le restó fuerza a la lista oficialista del gobierno.
Había 2.100 empadronados sobre un total de 3.000 afiliados, porque hay muchos que no son cotizantes. Del total de empadronados votó el 52%. Hay una parte muy grande de afiliados que no votó. Y estamos hablando de un gremio donde hay muchos que no están afiliados, porque trabajan en negro. Nuestra lista sacó casi el 50% de los votos.
—¿Cuáles entendés que han sido las claves del triunfo?
—Nosotros ganamos en los principales lugares de votación. El principal hospital, el Lucio Molas, en Casa de Gobierno, en la urna de ATE, en el Canal 3, en el Instituto de Seguridad Social, en las escuelas, en los centros sanitarios.
Nosotros, si bien representamos al oficialismo porque es la continuidad de la lista [Araujo es actualmente secretario adjunto], el secretario general y el de organización de la conducción actual fueron con la Verde y Blanca, y usufructuaron en parte el prestigio que hemos conseguido en los últimos años. Prestigio en el sentido que prestigiamos al gremio al romper con el gobierno, con el manejo desde los partidos, etc. Hicimos una conducción asamblearia, basada en el Cuerpo de Delegados.
—¿Cuáles son los puntos de lucha que se vienen?
—Nosotros venimos de un conflicto muy grande, en el que participaron todos los gremios estatales. Entre mayo y junio, hicimos paro de 24 horas, dos paros de 48 horas con movilización, y un paro de 72 horas con movilización, fueron muy grandes, con mucha repercusión en la provincia..
Como resultado de esos paros fuimos a una mesa de negociación donde se logró muy poco. El gobierno dio un aumento del 30%. Los gremios manejados por el kirchnerismo, cercanos al gobierno provincial, facilitaron una negociación que no llegó ni al 35%, que era lo que se había puesto como objetivo. De esta negociación participó el secretario general actual de ATE, entregando la lucha.
Nosotros impulsamos una resolución desde el Cuerpo de Delegados rechazando ese acuerdo y pidiendo que se continúe el conflicto, pero no aceptaron y firmaron un acta de compromiso cerrando la cuestión salarial por el resto del año.
Los resultados de esta elección nos dan la base para salir a pelear la reapertura de la discusión salarial. Este es el conflicto central que ya está planteado. Además hay una cantidad de otros conflictos, empezando por la lucha por el pase a planta de los compañeros que están en negro, que son muchísimos. La provincia de La Pampa tiene una cantidad infernal de compañeros monotributistas trabajando en las escuelas, los hospitales, etc. Hace cuatro años habíamos ganado el pase a planta de una cantidad de compañeros, y ahora el gobierno ha generado una nueva gran cantidad de empleos en negro.
Hemos denunciado que hay trabajo esclavo en el gobierno. Las condiciones de los trabajadores en negro son totalmente precarizadas. Los trabajadores ganan lo que decide el gobernador, no tienen ningún tipo de protección laboral, nada. Y son rehenes políticos de los intendentes.
—¿Cuál es tu posición con respecto a la Intersindical?
—Cuando iniciamos en febrero el reclamo salarial, lo empezamos junto a los gremios docentes y judiciales. A partir de ahí se arma una Intersindical donde participamos diez gremios estatales. La Intersindical motorizó y fortaleció el conflicto. Pero a la hora de las negociaciones, la Intersindical negoció, no gremio por gremio. Y algunos salen a decir que estamos en contra de la Intersindical, cuando nosotros fuimos los que la creamos, lo que yo dije fue que lo que ganamos en la calle lo perdimos en las negociaciones.
—¿Cómo va a influir en su lucha el enrarecido clima electoral que hay, por las disputas en el oficialismo?
—Creo que vamos a una campaña electoral conflictiva, porque el PJ por primera vez no lleva candidatos propios, tiene que llevar los candidatos de Cristina, dos pibas jovencitas de la Cámpora que no las conoce nadie. Al bajarse el candidato a gobernador ponen de candidato al actual gobernador, pese a que los plazos judiciales no se lo permitían.
Y con este gobernador nosotros venimos de un gran enfrentamiento, porque nos rompió la política salarial que teníamos, con ajustes trimestrales, etc. Un gobernador disciplinado a Cristina, un “echado de panza” como se dice acá, que no nos quería ni dar las paritarias. Todo esto va a hacer un clima electoral difícil para las clases dominantes acá en La Pampa, y con nosotros metiéndole brasa al conflicto, porque la situación de masas da para eso.
