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23 de agosto de 2011

Guión aprobado por el CC los días 15-16 de julio de 1972.

Circular interna para todos los organismos partidarios sobre situación política nacional

Documentos del PCR / tomo 3

I. El poderoso auge de las luchas obreras y populares quebró el principal objetivo del GAN, el del gran Acuerdo de la oligarquía burguesa-terrateniente y el impe­rialismo con toda la oposición burguesa destinada y detener y frustrar el auge de la lucha de masas y de desarrollo revolucionario abierto en 1969 por el Cordobazo. Las masas han deteriorado todo el juego de las clases dominantes, lo han mostrado en su esencia y han deteriorado igualmente a Perón, Balbín y a quienes entraron en el acuerdo con la dictadura de Lanusse.

I. El poderoso auge de las luchas obreras y populares quebró el principal objetivo del GAN, el del gran Acuerdo de la oligarquía burguesa-terrateniente y el impe­rialismo con toda la oposición burguesa destinada y detener y frustrar el auge de la lucha de masas y de desarrollo revolucionario abierto en 1969 por el Cordobazo. Las masas han deteriorado todo el juego de las clases dominantes, lo han mostrado en su esencia y han deteriorado igualmente a Perón, Balbín y a quienes entraron en el acuerdo con la dictadura de Lanusse.

II. La dictadura ante esta situación que amenezaba con escapársele de su control y con precipitar al país en una nueva y profunda crisis política, dio un golpe de timón, endureció su actitud en las negociaciones con vistas a recomponer su situación y ganar tiempo, mientras decide y reorienta sus planes políticos. Para ello precisa urgente e imprescindiblemente contener el auge actual de lu­chas.

III. Sin embargo, existen las condiciones para que la dictadura no logre tampoco estos objetivos :
a)     En primer lugar porque el nuevo auge de luchas no es circunstancial sino que es una nueva vuelta superior al proceso iniciado en 1969. Caracterizado por la politización que han adquirido en su desarrollo todas esas luchas. Por la radicalización de las mismas al plantearse con nitidez, sobre todo en Gral. Roca, el problema del poder, surgiendo embriones de doble poder. Por el grado superior de la violencia de masas para enfrentar a la policía, gendarmería y el ejército. Por la mayor presencia de nuestro Partido y organizaciones revo­lucionarias. Se han puesto en movimiento todas las clases y capas afectadas por el proceso de concentración y centralización monopolista, incluidos secto­res importantes de la burguesía nacional. Esto ha agudizado la crisis en los partidos burgueses (Ver Capítulo V de la Resolución Política del II Congre­so.
b)    En segundo lugar: por la crisis económica en el marco de las agudas dificultades económicas del imperialismo yanqui; lo que hace agobiante la opresión de la dictadura para las masas obreras y populares que sufren los bajos sala­rios, superexplotación, carestía de la vida, desocupación, impuestos exorbi­tantes, etc. La oligarquía burguesa terrateniente también precisa descargar los efectos de la crisis sobre sectores burgueses nacionales. Esto reduce aún más el margen de maniobra de las clases dominantes para imponer el GAN (Ver editorial de Nueva Hora sobre las “dos contradicciones” y cap. III de la Reso­lución Política del II Congreso).
c)    Esta situación continuará agudizando las dificultades en el seno de las pro­pias clases dominantes. Todo hace pensar y prever que se está gestando en pro­fundidad una crisis política de magnitud.

IV. En esta perspectiva lo fundamental para nuestro partido es plantearse qué rol jugará el proletariado, especialmente al proletariado industrial. Si se­rá testigo relativamente pasivo de la crisis, o furgón de cola de la burgue­sía, o fuerza hegemónica en camino a la Revolución de liberación social y na­cional. Desde ya y cada vez más se irá ubicando en primer orden de importan­cia la cuestión salarial y los convenios colectivos de trabajo como puntos de partida junto a la represión para el desarrollo de grandes luchas contra la dictadura y el GAN, contra los jerarcas sindicales.

V. Se plantea de tal modo para el Partido la necesidad de :
1.    Mantener iniciativas de lucha, iniciativa política desde el punto de vis­ta nacional, regional y en cada empresa.
2.    Encabezar la acción de las masas obreras en la derrota de los jerarcas y la imposición de nuevas direcciones clasistas en las empresas y sindicatos.
3.    Avanzar en la organización para la acción violenta de las masas contra el aparato represivo y para enfrentar a los matones de las jerarcas  y sindicatos.
4.    Lograr un rápido crecimiento en las empresas y lugares decisivos. De su propaganda. Sin un Partido fuerte es imposible el triunfo de la revolución.
5.    Avanzar en la alianza obrero-campesina y popular. Sobre todo en lo inme­diato con las organizaciones campesinas del noreste.
6.    Estudiar y generalizar las experiencias de Malargüe y Gral. Roca. En la Argentina existen centenares de poblaciones con idénticos problemas a los planteados en Malargüe. En Roca ha asomado a la escena política nacional un hecho nuevo, el problema del poder, en forma concreta. (Ver cap.VI de la Resolución Política del II Congreso) El gobierno provisional popular de Roca tiene hegemonía burguesa. Nosotros debemos pugnar para que en las luchas surjan embriones de doble poder con hegemonía proletaria.  Para ello la clave está en la fuerza que tenga nuestro Partido y las Agrupaciones 1° de Mayo en los cuerpos de delegados de las empresas industriales decisivos en el país. Ante la posibilidad de que estos “gobiernos populares” emerjan sin hegemonía proletaria revolucionaria sería un error garrafal quedar marginados por ello de los mismos, dada la definición del carácter de la revolución aprobada en nuestros Congresos y el programa partidario. La táctica justa es pugnar en esos procesos, operando en donde sea posible y conveniente, desde arriba (conveniente para hacer avanzar a las masas hacia el gobierno popular revo­lucionario y la insurrección que lo garantice) y en donde ello no sea posi­ble ni conveniente, desde abajo. Salvada la distancia y evitando toda copia dogmática, recomendamos leer al respecto la obre clásica de Lenin Dos tác­ticas… y ubicar la táctica del partido en las perspectivas planteadas por la Resolución Política del II Congreso. Buscando establecer un polo revolu­cionario y ganar la hegemonía en el proceso de las luchas contra la dictadu­ra, lo que implica golpear juntos a su vez con sectores burgueses, marchando separados de los mismos, y buscando definir un programa revolucionario.
7.    Dar mayor importancia al trabajo de propaganda, agitación y organización dentro de los cuarteles. Se vive en ellos una situación muy particular. Se debate política y han comenzado a surgir voces que se niegan a reprimir. Al respecto insistimos en la especificidad clandestina de ese trabajo que exije una rigurosidad total en el cuidado de las formas de enlace, en la verticalidad de la organización y en la compartimentación total del trabajo dentro de los cuarteles (quien hace trabajo político no informa; quien informa no hace trabajo político, etc.)

VI. Nuestro Partido ha avanzado desde el anterior CC en ponerse a la altura de la situación. Ha desatado y participado en la mayoría de las luchas desarrolladas en las últimas semanas , especialmente en Córdoba , Santa Fe, Mar del Plata, Tucumán y La Plata. Actuó con ofensiva e iniciativa política. En los aniversarios del Cordobazo y del golpe de junio de 1966 impulsó la proyección de un polo revolucionario y golpeó con todas las fuerzas antidictatoriales a Lanusse. Ha avanzado nuestro trabajo en las empresas del automotor en Córdoba y en el SMATA.
Pero este avance de nuestro partido debe asentarse en un profundo dominio de las Resoluciones del II Congreso para afianzarse y desarrollarse. En el último periodo han aparecido ideas oportunistas de izquierda, especialmente en torno al trabajo de la organización del Partido en el SMATA cordobés con posterioridad al triunfo de la Lista Marrón y sus perspectivas. El oportunismo de izquierda concibe a la masa obrera como tropa de maniobra para los estallidos, a partir de una concepción espontaneísta que subestima la dureza de la lucha de clases y el aparato de las clases dominantes. No enfoca el trabajo en las masas a partir del justo análisis del estado de ánimo y conciencia de éstas y de la correlación de fuerzas, y en relación con nuestro modelo de lucha política aprobada en el II Congreso, y particularmente nuestra concepción de los consejos obreros. De allí que surgieran ideas que en nombre de la revolución llevaban a contraponer al Partido con el proceso desarrollado en el SMATA y de irse a fondo en esa línea, a la ruptura con el mismo .
Por eso, hoy más que nunca el Partido debe apropiarse a fondo de la línea política aprobada en nuestro II Congreso.