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23 de agosto de 2011

Declaración del Comité Central del PCR, 9 de noviembre de 1972. Publicada como editorial en Nueva Hora, N° 104, 14 de noviembre de 1972.   

El PCR ante el regreso de Perón

Documentos del PCR / tomo 3

El comunicado del regreso al país del General Perón ha producido una gran alegría a la enorme masa de sus partidarios, en general trabajadores del campo y la ciudad. Los obreros y trabajadores peronistas estiman que el regreso al país de Perón ayudará a resolver sus graves problemas económicos  y sociales; que las cosas andarán mejor si él viene. Además, consideran que su regreso es una derrota para quienes durante 17 años se opusieron al mismo y lo mantuvieron en el exilio.

El comunicado del regreso al país del General Perón ha producido una gran alegría a la enorme masa de sus partidarios, en general trabajadores del campo y la ciudad. Los obreros y trabajadores peronistas estiman que el regreso al país de Perón ayudará a resolver sus graves problemas económicos  y sociales; que las cosas andarán mejor si él viene. Además, consideran que su regreso es una derrota para quienes durante 17 años se opusieron al mismo y lo mantuvieron en el exilio.
Nosotros, comunistas revolucionario, comprendiendo los sentimientos de los compañeros peronistas, y apoyando el derecho de Perón a regresar al país, opinamos que el proceso del que es parte ese regreso, desde el punto de vista de los intereses obreros y populares, no está claro. Todo el mundo conoce que entre Lanusse, Perón y las Fuerzas Armadas hay negociaciones desde hace muchos meses, pero nadie sabe bien qué se discute.
Sabemos sí que la dictadura militar que encabeza el General Lanusse hambrea al pueblo y lo reprime salvajemente y que el General Perón, desde 1966 hasta hoy, no sólo no ha empujado las luchas obreras y populares sino que, permanentemente las ha frenado y las continúa frenando. Sabemos también que desde el Cordobazo hasta aquí, Rucci y los jerarcas de la CGT, como ya habían hecho antes, han traicionado las luchas de la clase obrera y el pueblo y que Lanusse recibe y halaga  en la Casa Rosada a esos dirigentes a los cuales Perón apoya y sostiene. Y sabemos también que las negociaciones de la dictadura en pro de un Gran Acuerdo Nacional pretenden apagar el fuego de los grandes combates populares que desde el Cordobazo y Rosariazo hasta aquí, han estremecido al país.

Por eso es coherente Lanusse cuando afirma, refiriéndose al regreso de Perón que:
“No niego que alguna vez dudé que este hecho pudiera producirse. Pero ahora advierto que la etapa esencial de la reconciliación nacional  a que convocaron las Fuerzas Armadas es tan poderosa  que aquellos que voluntariamente se marginen no sobrevivirán históricamente este tiempo. Y veo, por suerte, que el proceso de la unión nacional es más fuerte, incluso, que muchos de los interrogantes que alguna vez nos inquietaron a todos los argentinos de buena fe”

Y también Perón , quien en vez de convocar al pueblo al combate contra sus explotadores y opresores, dice en la carta que anuncia su regreso que:
“…pido a mis compañeros que, interpretando mi regreso dentro de tales sentimientos y designios colaboren y cooperen para que mi misión pueda ser cumplida en las mejores condiciones, en una atmósfera de paz y tranquilidad, indispensable para todos los que deseamos constructivo. Espero que nuestros adversarios lo entiendan de la misma manera si es que, como nosotros, anhelan terminar con los odios inexplicables y las violencias inconcebibles”.

Perón llama a su misión de una “atmósfera de paz y tranquilidad”. Y, al igual que Lanusse, con el argumento de que no se derrame sangre argentina, oculta que todos los días el pueblo derrama su sangre en este régimen de explotación y opresión, y los revolucionarios y patriotas son torturados y asesinados, como acaba de suceder hace pocas semanas en Trelew.
El rumbo de la dictadura apunta a una progresiva fascistización del país, de lo que son ejemplos su ley electoral y sus elecciones tramposas y proscriptivas, fascistización que puede o no ir acompañada de una máscara democrática. Las negociaciones de la dictadura con Perón, procuran de éste un apoyo aún más pleno e incondicional a ese rumbo fascistizante que empujan los monopolios, los terratenientes y el imperialismo.
Pero, los trabajadores peronistas tienen otras expectativas con el regreso de Perón. Son los obreros, los campesinos y los trabajadores que desde el Cordobazo hasta la fecha han participado en cientos de combates, con picos en distintos levantamientos en grandes y pequeñas ciudades del país y que piensan que la venida de Perón ayudará a liquidar la odiada dictadura, con su GAN y sus elecciones tramposas.
Los comunistas revolucionarios han participado durante esos años, codo a codo, en las grandes empresas, en las ligas y otras organizaciones agrarias, en las villas, en las aulas junto con los compañeros peronistas en el combate común por la liberación social y nacional de la Argentina. Hemos estado y estaremos juntos. Nada nos apartará.
Es precisamente el proceso abierto con esas grandes luchas y la experiencia acumulada en ellas la que obligó a las clases dominantes a intentar la maniobra que llaman Gran Acuerdo Nacional. Pero es también ese proceso y esa experiencia la que ha trabado y traba la concreción de ese “gran acuerdo” con sus elecciones fraudulentas y tramposas, para el que esperan ahora el apoyo final de Perón. Por esas razones los comunistas revolucionarios hemos planteado, insistentemente, que el desenlace de estos grandes años de lucha no puede ser el “gobierno de transición” que aspiran a conseguir la dictadura y los monopolios a través de ese acuerdo y esas elecciones tramposas. El resultado debe ser un gobierno popular revolucionario.
A pesar de lo que buscan Lanusse y las FF.AA con la invitación a Perón para que regresa al país y el llamado de Perón a la “tranquilidad”, de hecho el anuncio del regreso de Perón a la Argentina ha suscitado un estado de discusión y movilización de las masas obreras y populares. Por ello, a partir de la lucha por un gobierno popular revolucionario que abra el camino de la liberación social y nacional de nuestro país, los comunistas revolucionarios trataremos que los acontecimientos que se precipitarán en los próximos días con motivo del anunciado regreso del General Perón, contribuyan a acumular fuerzas para esa revolución social y nacional, rompiendo la trampa del GAN y sus elecciones fraudulentas y las expectativas de los golpistas de turno que acechan en las sombras.
Por eso trataremos que en vez de paros y manifestaciones pasivas -que preparan los Rucci y los Coria- se organicen paros y manifestaciones activas, cuyo contenido sea el de luchar por las reivindicaciones económicas y políticas de la clase obrera y el pueblo, especialmente la lucha por aumento general de salarios de acuerdo al costo de la vida, por las libertades y contra la dictadura, el GAN y sus elecciones tramposas.
Este es también, creemos, el anhelo de distintas corrientes revolucionarias peronistas que han participado en el combate antidictatorial y antiimperialista.
Los comunistas revolucionarios hemos sostenido y pugnado por el único camino que lleva a la liberación: la insurrección armada de todo el pueblo dirigida por la clase obrera.
Los obreros clasistas han estado y estarán a la cabeza de este proceso, pues sólo un movimiento obrero encuadrado en los principios de la lucha de clases y por el socialismo puede garantizar tal camino. La liberación de la clase obrera será obra de los propios trabajadores. Nada ni nadie hará por  nosotros  lo que nosotros mismo debemos hacer: esta es la gran lección de estos últimos años que ha dado lugar a un importante movimiento clasista y socialista en el movimiento obrero y que los comunistas revolucionarios, junto con los obreros peronistas y de otras tendencias nos esforzaremos por profundizar.
Las luchas obreras y populares deben apuntar hacia la formación de un frente de liberación social y nacional que garantice la liberación de la patria. Esto es válido antes, durante y después del regreso de Perón, pues la dictadura y otros sectores reaccionarios pueden aprovechar la actual coyuntura para empujar a peronistas contra antiperonistas y de esta manera buscar una salida favorable a los intereses de los terratenientes, el gran capital y los monopolios extranjeros, ya sea a través de las elecciones tramposas o un nuevo golpe de Estado. Por eso lo fundamental es el combate.