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23 de agosto de 2011

Comisión Política - 20 de febrero de 1973.

Compañero peronista

Documentos del PCR / tomo 3

I. Desde 1969, con el Cordobazo, y aún an­tes con las luchas ferroviarias, portuaria y petrolera, los obreros y demás sectores explotados hemos combatido sin tregua y sin ahorrar sacrificios contra la dictadura asesina.
Así volteamos a Onganía y a Levingston. A gobernadores e intendentes de mu­chas provincias, como a Uriburu y a otros.

I. Desde 1969, con el Cordobazo, y aún an­tes con las luchas ferroviarias, portuaria y petrolera, los obreros y demás sectores explotados hemos combatido sin tregua y sin ahorrar sacrificios contra la dictadura asesina.
Así volteamos a Onganía y a Levingston. A gobernadores e intendentes de mu­chas provincias, como a Uriburu y a otros.
El Mendozazo, la recuperación del SMATA cordobés, la creación de las Ligas Agrarias, el Rocazo, el constante combate estudiantil, también llevaron al fracaso al GAN y a reemplazarlo por un Acta institucional de cinco puntos.
En todos esos combates, incluida la lu­cha contra la represión dictatorial en las calles el 17 de noviembre, hemos estado juntos los peronistas y los comunistas revolucionarios.

Allí aprendimos que nada se consigue sin lucha y que esta lucha triunfa cuan­do no concilia con el poder de las clases dominantes.
Y las clases dominantes afirmaron la convicción que su poder no se garantiza tanto con leyes como con el control de los fusiles y los tanques; y, por eso, han comprometido a generales, almirantes y brigadieres a hacer del próximo gobierno un esclavo de “los cinco puntos” del Acta institucional.
Así se marcha a las elecciones del 11 de Marzo a votar por gobernantes que com­partirán el gobierno con ministros mili­tares dejando el poder real, en las cues­tiones esenciales para los explotados y oprimidos, en manos de la Junta de Co­mandantes.
En estas condiciones los obreros pero­nistas, los peronistas revolucionarios, y los comunistas revolucionarios, al igual que todo el pueblo trabajador, debemos discutir cómo utilizar mejor el voto, cómo consolidar lo alcanzado en estos años y preparar mejores condiciones para las luchas que se sucederán antes, durante y después de las próximas elección, si es que éstas se realizan.

II. Muchos compañeros peronistas piensan que las elecciones son condicionadas y fraudulentas pero que la mejor forma de derrotar los planes de la dictadura es par­ticipar en las mismas apoyando las listas del FREJULI.
Al mismo tiempo dirigentes prominen­tes del peronismo y el FREJULI llaman a los obreros peronistas a confiar en sec­tores dirigentes de las FF.AA. que, insinú­an, están dispuestos a proteger un posible triunfo del FREJULI el 11 de marzo. Llaman al peronismo a “hacer buena le­tra” para “no hacerle el juego a las pro­vocaciones de la dictadura.”
Llaman a confiar en López Aufranc y Carcagno. Pero si bien, al parecer, los altos mandos tienen desacuerdos respecto a si proscribir o no al FREJULI, todos ellos están de acuerdo en el contenido del “Ac­ta Institucional”. Tanto Lanusse y los mandos superiores de la Marina, respon­sables directos ambos de la masacre de Trelew; como López Aufranc, principal responsable del asesinato de Cepeda; Car­cagno, represor del Cordobazo; y Sánchez de Bustamante, están de acuerdo con ese acta que establece con toda claridad que no habrá “Cámpora al gobierno, Perón al poder”, sino que, en el mejor de los casos sólo puede haber “Cámpora al gobierno, la Junta de Comandantes al poder.”
Por eso, de triunfar en estas condiciones el FREJULI, sus representantes suponi­endo que quisieran hacer no podrán hacer nada. Porque el poder de decisión estará en otra parte. Estará en la Junta de Co­mandantes.
¿Es ésta la aspiración que surge de los Cordobazos, Rosariazo, los Tucumanazos y de tantas huelgas y paros de estos años?
¿Es que los compañeros peronistas se quieren conformar con esto?
¿Esperanzarse en generales “blandos” del tipo de López Aufranc no es meterse en un callejón sin salida? Repetir la historia de derrotas del voto a Frondizi en 1958, o a Frammi en 1962?    
¿No es ya un error marchar en un Frente con un candidato a presidente de du­dosa extracción conservadora y uno de la vieja estirpe del fraude oligárquico? ¿Con sectores que usando la camiseta pero­nista son representantes de intereses oligár­quicos o monopólicos? ¿O con odiados je­rarcas sindicales mantenidos por la patro­nal y el Estado al frente los sindicatos? ¿Y con otros que ya traicionaron antes el voto peronista como el partido de Frondizi responsable de las peores entregas al imperialismo y de la cárcel de miles de peronistas?
Aceptando, en la práctica, el gobierno compartido con la Junta de Comandantes, centenares de combatientes presos no po­drán ser liberados; porque las armas, las rejas y la “justicia” seguirán en manos de los asesinos de Trelew, Cesaris, Mena, Pampillón, y tantos otros, caídos en la lucha antidictatorial.
Estas preguntas y reflexiones nacen de la experiencia de estos años y las hacemos de combatiente a combatiente.
Hemos estado y seguiremos estando jun­tos en la pelea. Y en las organizaciones sindicales y populares para recuperarlas para el combate y la revolución.
No debemos permitir que Lanusse, u otros, utilicen las proyectadas elecciones del 11 de marzo para emponzoñar nuestras relaciones fraternales.
Por eso, de combatiente a combatiente, queremos explicar a los obreros peronistas y a los peronistas revolucionarios la posi­ción de los comunistas revolucionarios fren­te a las elecciones.
Frente a la dictadura acosada por las luchas populares y carcomida por sus revolucionarios llamamos al pueblo a en­frentar este último paso de sus proyectos tramposos VOTANDO EN BLANCO, co­mo señal de repudio y como camino para derrotar a la dictadura no crear en el pueblo falsas ilusiones, como en 1958 con Frondizi o en 1962 con Framini. No que­remos, como entonces, perder el voto. La clase obrera y el pueblo están forta­lecidos y si hoy enfrentan decididamente este intento dictatorial podrán también de­rrotarlo, ganar aún más fuerza, y afianzar su camino revolucionario.             
Existen, para ello, condiciones inmejo­rables. Desesperada por la combatividad y el repudio popular la dictadura trama nuevas maniobras (la proscripción del FREJULI, o golpes y contragolpes de Estado). Enfrentando sin concesiones la trampa electoral de la dictadura, los comu­nistas revolucionarios llamamos a los com­pañeros peronistas a enfrentar con una escalada de lucha revolucionaria a la es­calada represiva de las clases dirigentes, a organizarse para luchar empleando me­didas aún más profundas que el voto en blanco si esas maniobras se consuman.

III. Compañero Peronista: La Revolución exige destruir el poder de los oligarcas y los monopolios. Poder económico, burocrá­tico, jurídico y represivo. Eso no se con­seguirá “por las buenas”; sólo se conse­guirá con la lucha armada, como enseña la experiencia nacional e internacional. Las urnas pueden ser a veces usadas a fa­vor del pueblo. Pero no se consigue el poder con las urnas. Menos aún cuando ellas son tramposas. No habrá Argentinazo triunfante por las elecciones como dice Cámpora. Sólo habrá Argentinazo  triunfante con una insurrección triun­fante.
Ese es un camino duro. Lo sabemos. Pe­ro es el único camino que lleva al triunfo a la Revolución. Que lleva a destruir el poder de los oligarcas y monopolios y al triunfo del poder popular revolucionario, dirigido por la clase obrera.
Esa revolución ya está en camino. Está en germen en la Argentina popular de obreros, campesinos explotados, jóvenes y mujeres que han combatido duramente es­tos años. Hay que fortalecerla y no debili­tarla con falsas ilusiones.
Por todo ello compañero peronista te llamamos a votar en blanco el 11 de Marzo.
Votar en blanco será una demostración de que la Argentina popular quiere y puede triunfar.