En Monte Grande, partido de Esteban Echeverría en la provincia de Buenos Aires, hace seis años que la escuela 32 funciona en la plaza República Oriental del Uruguay.
En Monte Grande, partido de Esteban Echeverría en la provincia de Buenos Aires, hace seis años que la escuela 32 funciona en la plaza República Oriental del Uruguay.
El edificio de la misma estaba dentro del plan 700 escuelas del año 2003 del gobierno nacional. En manos ahora de la provincia, lleva 6 años de demoras y corrupción, mientras casi 500 niños y sus docentes convivimos en aulas de chapa, comidas por los roedores y castigadas por el frió y el calor. Ya se hicieron 5 licitaciones millonarias y años de promesas. Pero la construcción otra vez esta paralizada.
Después de volver de las vacaciones de invierno dijimos basta y convocamos a los padres. Se decidió suspender las clases hasta que los trabajos en la obra se retomaran a ritmo suficiente como para terminarla este año (lleva solo el 40% de construcción).
Hace más de diez días esta la escuela sin dictar clases. Convocamos a Suteba (celeste) pero delante de toda la comunidad nos dijeron que no contábamos con su apoyo. Hicimos dos movilizaciones en la ciudad y captamos la atención de los medios de comunicación nacionales. Finalmente visitó la escuela un alto empleado del Ministerio el 18/8.
Rodeado por los padres y compañeros de muchas escuelas que vinieron a solidarizarse, aun sin apoyo gremial (fue de hecho la primer reunión de delegados en mas de dos años) le manifestamos al empleado que debería quedarse en la escuela hasta que llegara algún funcionario político que dé explicaciones.
En ese marco y tras tres horas de tensa espera, llego Baradel, secretario general del Suteba provincial, y director provincial de Infraestructura. Se acordó retomar la obra con una contratación directa el 8 de septiembre y posteriormente llamar a licitación. En este plazo se comprometieron a reparar la escuelita de chapa sobre la plaza.
Un día después, el viernes 19, estacionó un camión en la puerta de la escuela, con sillas y bancos nuevos para nuestra escuelita, más la promesa de darle gratis el viaje de egresados a los niños de sexto grado. Los padres, alumnos y docentes acordamos mantener la suspensión de las clases hasta que la obra no se retome. De varias escuelas surgió la idea de hacer una movilización en nuestra ciudad el 10 de septiembre portando banderas argentinas bajo el lema “un edificio para la 32, un día del maestro distinto”.
Gracias a la unidad y la decisión firme y justa de padres y docentes vinieron las máximas autoridades provinciales, el sindicato terminó públicamente apoyando, se avanzó en una propuesta para seguir adelante y todos salimos fortalecidos.
