Van a realizar un gran acto por los 20 años de la CEPA ¿Qué expectativas tienen?
Van a realizar un gran acto por los 20 años de la CEPA ¿Qué expectativas tienen?
–Muchas, entendemos que va a ser una gran movilización política de nuestra corriente. Vamos a afirmarnos como la principal fuerza antiimperialista de la argentina en el movimiento estudiantil. En estos veinte años nos hemos transformado en una corriente nacional, real, de incidencia en las masas universitarias. Dirigimos importantes centros y federaciones regionales, encabezamos a las fuerzas populares opositoras a la actual conducción de la FUA, e integramos su Junta Ejecutiva. Más de 85 agrupaciones de 24 universidades son parte de la CEPA. Vamos a repasar estos veinte años de lucha por la universidad del pueblo liberado, estos veinte años donde sólo le rendimos cuenta a los estudiantes y el pueblo. Lo vamos a compartir con compañeros de otros sectores que nos hemos encontramos en la lucha todos estos años, en particular con la CCC y el MUS, y también con compañeros del movimiento estudiantil de América Latina. Es decir, que vamos a pasar revista de nuestra fuerza, pero para prepararnos y dar un gran salto en el crecimiento que nos permita cambiar la correlación de fuerzas actual del movimiento estudiantil en medio de esta feroz disputa por la juventud.
¿También realizan el 21º Plenario nacional de la CEPA?
–Así es. Luego del acto, el sábado y el domingo funcionará el 21º Plenario nacional. Donde vamos a discutir en diferentes comisiones y en plenarios la situación política nacional e internacional, la situación universitaria, las experiencias de lucha y organización del movimiento estudiantil, y nuestra línea política para el próximo periodo.
¿Cuál es la situación del movimiento estudiantil y las universidades luego de 8 años de gobierno K?
–La política K golpea a los estudiantes universitarios. La deserción crece en las facultades, y se hace muy difícil poder mantenerse como estudiantes. Muchos compañeros se ven obligados a buscar trabajo para poder seguir estudiando. Se encarece la comida, los alquileres, el trasporte, los materiales de estudio, sube todo. Se evidencia que las becas no alcanzan. Pero particularmente se nota la falta de comedores accesibles. El gobierno no destina el presupuesto necesario, y aplica el chantaje presupuestario. Es decir, destina siempre menos presupuesto del mínimo necesario para funcionar y después ofrece partidas extras por fuera del presupuesto. Así obliga a las autoridades a negociar con ellos. En los hechos aplican un ajuste inflacionario porque el aumento nominal de todas las partidas que otorgan, siempre es inferior a la inflación.
La universidad argentina mantiene una política limitacionista. Se impide el acceso de las grandes mayorías y le dificulta la permanencia a miles. Se mantienen los exámenes de ingreso eliminatorios, cupos explícitos o implícitos, el CBC o los ciclos generales, bochazos masivos, y restricciones al egreso. Se ha mantenido la Ley de Educación Superior exigida por el Banco Mundial en los ‘90. Este es el gobierno que más aplicó esa ley privatizadora (8 años). Han profundizado el desguace de las universidades públicas y el negocio de los servicios a terceros limitando la capacidad de investigación de la universidad. Mantienen una educación universitaria al servicio de monopolios y terratenientes.
¿Qué lectura hacen sobre las primarias?
–La primera tarea que tiene una corriente opositora al gobierno como la nuestra es escuchar. Escuchar mucho a nuestros compañeros, conocer cómo votaron los estudiantes y por qué, en cada lugar, carrera por carrera, facultad por facultad. Y sobre todo ir al encuentro de los que han votado al gobierno para conocer sus opiniones. Nosotros hace tiempo que ubicamos que la disputa principal es con el gobierno. Vemos que existe un sector que apoya al gobierno, otro que es opositor y una gran masa en disputa. Hay un sector en la universidad que ha votado al gobierno porque entiende que en este momento histórico es lo único posible y se aferra a eso. También hay un sector que lo vota teniendo en cuenta a lo que está en frente, a esa oposición de la derecha tradicional y que prefiere comerse algunos sapos antes que los Duhalde, los Macri o los Alfonsín –De Narvaez. Que piensa que los K han hecho cosas malas y cosas buenas, y lo pone en la balanza. Y si lo que viene es lo otro, es el pasado, se queda con esto. Habrá que escuchar mucho, porque seguramente hay muchas opiniones y razones del voto al gobierno. Es muy importante tenerlo en cuenta, porque incluso muchos de esos compañeros están en las luchas, e incluso hasta nos votan a nosotros en las elecciones estudiantiles, pero que en esta disputa, en este momento concreto, optan por Cristina Kirchner.
¿Cuáles son los desafíos planteados?
–Sin duda que nuestra gran tarea sigue siendo meternos en la disputa política de masas con el gobierno. Desde ya seguir a la cabeza de la lucha por cada una de las necesidades de nuestros compañeros. Seguiremos en la pelea por mostrar la esencia del gobierno ante las grandes masas universitarias, para poder volcar a la lucha al conjunto del movimiento estudiantil universitario. Para poder confluir con los sectores populares, reagrupando las fuerzas que nos permitan avanzar en una Argentina independiente y soberana, donde haya pan, tierra, trabajo, salud y educación para todos; y donde los universitarios podamos avanzar en la conquista de la universidad científica, democrática y popular: la universidad del pueblo liberado.