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07 de septiembre de 2011

Entrevista del semanario hoy en una fábrica de pescado ocupada desde hace más de 40 días.

Toma de obreros del pescado

Hoy 1385 / Mar del Plata: juegan con el hambre de la gente

El frente de la fábrica Barilari muestra los signos de gomas quemadas, vidrios rotos y pintadas que denuncian el robo a los trabajadores. Cuando entramos vemos las instalaciones en orden y con una limpieza impecable. Afuera un frío polar y adentro el calor de los obreros que nos reciben muy atentamente y dispuestos a conversar.

El frente de la fábrica Barilari muestra los signos de gomas quemadas, vidrios rotos y pintadas que denuncian el robo a los trabajadores. Cuando entramos vemos las instalaciones en orden y con una limpieza impecable. Afuera un frío polar y adentro el calor de los obreros que nos reciben muy atentamente y dispuestos a conversar.
Mientras unos juegan al truco y otros toman mate, nos sentamos en la mesa del comedor para escucharlos y poder conocer sus opiniones. Son del Chaco, de Tucumán, de Santiago del Estero, de Corrientes, del Uruguay y nombran orgullosos su lugar de nacimiento.
Cuentan que primero pasaron por Buenos Aires y después llegaron a nuestra ciudad. Allí sufrieron por la forma de expresarse, tan diferente del modo de sus provincias, y con mucho esfuerzo tuvieron que adaptarse para poder trabajar. El 40 por ciento son mujeres y están participando con esfuerzo de la toma.
Una trabajadora formoseña, que tiene a todos sus hijos trabajando en el pescado, dice: “Me da mucha impotencia ver tanta injusticia, porque para ellos no somos nada, somos un número. Cuando veo la lucha de lo compañeros en Jujuy me da bronca ver tanta injusticia. Me emocioné mucho cuando vi a los qom de La Primavera, ellos siempre lucharon por la tierra”.
Algunos en silencio escuchan a sus compañeros. Hace 5 meses que están sin trabajar, dicen: “Ya no sabemos ni cómo se corta el filet”. La Cámara está con pescado, por eso tienen luz y gas.
Cuentan que “Hace más de un mes los que manejan los camiones prendieron gomas y bloquearon la calle, entonces se hizo una reunión con los gremios y el dueño, Cimape, Camioneros, SOIP, Siconara, SAON, Empleados de Comercio, ahí no estuvieron los delegados. En esa reunión se jugaba la suerte de 400 trabajadores. El dueño planteó no va más. Vendieron cuatro camiones y pagaron una parte. Las cuotas de pescado las siguen recibiendo, las alquilan a otros, ¿y la plata, adónde va?
“Nosotros queremos trabajar, por eso estamos acá. La empresa está en condiciones de trabajar ya. Tiene la habilitación del Senasa al día. Nos deben vacaciones, aguinaldo, garantía horaria, somos 160 que mantenemos la ocupación, con turnos de 31. El Sindicato va arreglando por partes, y pagan lo que quieren. Barilari juega con el hambre de la gente y así nos dividen. Denunciamos el conflicto en el Cuerpo de Delegados, prometieron paro y movilización. Fue una promesa.
Algunos tienen 30 años trabajo. Fueron parte de la lucha por el convenio del 75, se acuerdan de los acuerdos con los polacos, búlgaros, rusos, la Comunidad Europea. Se acuerdan de Menem que les dio todo a los empresarios: “Metió las cooperativas, nos mató trabajando 20 horas y nos quedamos sin nada, perdimos todos los derechos, y además nos enfrentábamos entre compañeros. Por eso lo mejor para el obrero es el trabajo en relación de dependencia, que sean estatizadas y que el gobierno nacional tome una decisión política”.
Los compañeros con mayor antigüedad plantean una reflexión: “En el 91 cerraron la fábrica, la gente les hizo juicio, todavía no cobró. En el 2001 pasó igual, y ahora estamos en el 2011. ¿Es cada 10 años el recambio de sangre nueva? Llegamos a esta situación por la política del gobierno nacional y por los sindicatos que entregaron las luchas. Siempre dividen a la oposición cuando queremos recuperar nuestro sindicato. No hay otro camino que reagrupar a las fuerzas populares para poder ganar. En las fábricas, en las escuelas, en las universidades, en el campo y en la calles”.
El debate fue muy rico en un momento en que necesitamos escuchar mucho para conocer.