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19 de octubre de 2011

Extractamos algunos párrafos del volante distribuido en el Astillero Río Santiago, llamando a votar por el FAP en la provincia y en Ensenada.

Con la fuerza del ARS

Hoy 1391 / Documento del PTP-PCR en el FAP de provincia de Buenos Aires

Entre las propagandas políticas que hemos visto en los últimos días, hay una muy particular, que habla sobre la industria naval.

Entre las propagandas políticas que hemos visto en los últimos días, hay una muy particular, que habla sobre la industria naval.
En este spot del gobierno nacional, se muestra a un ex-compañero del sector soldadura, Atilio Chacón, hablando resumidamente sobre la década del ‘90, la miseria de no conseguir trabajo, que no lo tomaran por edad avanzada, etc. Y contrasta esa realidad, con la de “estos tiempos”, donde soplan “nuevos vientos”, que hicieron que “el astillero” (Tandanor), le abriera las puertas para ir a “hacer submarinos”.

 

¿Esto es verdad?
Para empezar, estaría bien que este spot publicitario aclare que “el astillero” que ayudó a Atilio y le abrió las puertas, no fue Tandanor como estos mentirosos malintencionados indican con las imágenes que ponen, sino que fue el Astillero Río Santiago, el que después de muchos años, y gracias a la lucha de los que se quedaron (y no al gobierno K), le abrió las puertas a muchos oficiales soldadores (de los mejores del país), que veían que el trabajo de “golondrina” en las obras escaseaba, y encontraron, en la serie de buques para Alemania y en el trabajo de la Plataforma, un buen sustento y mucho más estable, que cualquier paro de planta o reparación de algún submarino en desuso.
Pero esto no es lo más importante de este spot publicitario. Lo más preocupante es verlo, después de escuchar las declaraciones de nuestra presidenta en relación a la industria naval. El gobierno nacional, durante esta campaña, ha puesto en los discursos y en la propaganda lo que nosotros ya supimos y sufrimos en este Astillero.
¿Cuál es su proyecto para la industria naval? Tandanor, o el Cinar, como le llaman desde la fusión de Tandanor y el Almirante Storni. Una fábrica donde lo central no es la construcción, sino la reparación. Una sociedad anónima privada-estatal mixta (Sapem). Igual a la que nos quería vender la intervención de Urien, acá en el ARS, cuando lo echamos.
Un lavadero de plata con cuentas que controlan entre el grupo kirchnerista mismo (el hermano de Nilda Garré es titular de este complejo). Con trabajadores explotados, con sueldos bajos, sin ART (si muere un obrero no se entera nadie), sin elementos de seguridad, sin libertad sindical. Como comprobamos lamentablemente cada vez que tenemos que ir a trabajar en el sincrolift, para hacer algunos trabajos previos a la entrega de un buque. Este es su proyecto para la industria naval, por eso tanta propaganda.

 

Indignados
“Luego en 2003, vino un hombre que recuperó los astilleros y se propuso recuperar la industria naval argentina: Néstor Kirchner”, expresó la mandataria, y se mostró “orgullosa” de la reconstrucción tanto del Houssay, como del submarino ARA San Juan” (El Día 28/09). Después de leer cosas como este encabezado, algunos compañeros nos decían: “Así como en estos tiempos los indignados llenan plazas y voltean dictadores por el mundo, nosotros tenemos que ser los indignados del ARS”.
¿Cómo va a hablar la presidenta de reactivación de la industria naval, haciendo un acto desde ese gran tallercito de reparaciones que es Tandanor, donde no se puede construir ni un buque de gran porte?
¿Cómo no nos va a indignar, que después de casi 9 años de gobierno, con mayoría automática en el Congreso, muy lejos de votar las leyes de Reserva de Cargas y Fondo de Desarrollo de la Industria Naval Nacional (Fodinn), sólo se hayan dedicado a hacer “caja” con Tandanor?
Reparar un velero, pintar uno de los tres submarinos de la Armada que desde la década del ‘80 están arrumbados en esos muelles y tener oxidándose el Alte. Irizar, mientras alquila algún rompehielo, no es reactivar la industria naval. Es tener doble discurso.

La industria naval y la crisis
Entonces, ¿qué es lo que se viene para el ARS, para la industria naval en Argentina, o para el país mismo? ¿Estamos en el “primer mundo”, como dice Cristina K en su spot publicitario?  Lo último que tenemos ganas de ver los trabajadores, es que la crisis llegue a la Argentina, pero tenemos que entenderla y poder analizarla, para prepararnos para lo que se puede venir.
Porque, si está cayendo el precio de la soja y las materias primas. EEUU estuvo al borde del la cesación de pagos y empieza el ajuste sobre el pueblo estadounidense. Brasil devalúa. China enfría la economía. Los jerarcas del FMI y el Banco Mundial dicen que la economía mundial entra en “zona peligrosa” y nos niegan un préstamo. Es muy difícil que acá, en Argentina no nos veamos afectados por la crisis…
Con estas perspectivas, tenemos que detenernos a pensar a la hora de votar el próximo domingo. No basta solo con comparar el “cómo estábamos” con “el ahora”, tenemos que poder decidir cómo tiene que estar realmente nuestra región y nuestro país. Ese horizonte, el de poner sobre la mesa “lo que necesitamos” es el que tiene que guiar nuestro voto, y no el engaño oficialista de que “esto es lo posible”, “es lo que hay” y listo.
Porque las necesidades del ARS y de nuestro pueblo requieren avanzar en la confluencia de todas las fuerzas patrióticas, populares, democráticas y antiimperialistas, para conformar un centro coordinador de las luchas, para enfrentar las tormentas que están en curso en el plano internacional y sus consecuencias en nuestro país…
Los compañeros que somos parte del PCR-PTP, llamamos a todos los compañeros del Astillero a apostar al cambio, a no votar por “lo posible” poniendo en riesgo lo que ganamos con la lucha, tenemos que apostar por lo nuevo, para avanzar en resolver nuestras necesidades.
El 23 votá Frente Amplio Progresista, tanto a nivel provincial, como acá en Ensenada, donde son candidatos nuestros compañeros, Ezequiel Antognini y Martín Esquerra. En Berisso Norma Monti y en La Plata, Lisandro Pereda.