A primera hora de la mañana del 21 de octubre, luego del fracaso en la audiencia y posterior acampe en la Subsecretaría de Trabajo, arrancó un bloqueo en la puerta de la fábrica, impidiendo el ingreso y la salida de camiones. El mismo estuvo encabezado por los trabajadores y sus familias, quienes resistieron durante 12 horas, e impidieron que salieran 40 camiones con destino a los puertos de Buenos Aires y Chile.
A primera hora de la mañana del 21 de octubre, luego del fracaso en la audiencia y posterior acampe en la Subsecretaría de Trabajo, arrancó un bloqueo en la puerta de la fábrica, impidiendo el ingreso y la salida de camiones. El mismo estuvo encabezado por los trabajadores y sus familias, quienes resistieron durante 12 horas, e impidieron que salieran 40 camiones con destino a los puertos de Buenos Aires y Chile.
Los obreros organizaron una olla popular, con donaciones de carne y verduras. Todo el día estuvieron acompañados por militantes de la CCC, la Corriente de Abogados Mariano Moreno, Amas de Casa del País, Candidatos del Frente Opositor, del PTP-PCR, y amigos que solidariamente dieron su apoyo a los suspendidos.
La jornada se desarrolló de manera pacífica, pero generó gran malestar en la empresa ya que perdieron miles de pesos ese día, dado que el mosto no puede pasar muchas horas sin frío y el costo de los traslados están pagos, con tiempo estipulado.
Fue así que la empresa instrumentó a un chofer para que, con un camión, atropellara violentamente a los manifestantes que se encontraban en la puerta. Se vivieron momentos de mucha tensión, provocando la intervención del subcomisario local y por su intermedio la jueza de turno del departamento Albardón.
La jueza argumentó que debía solicitar la intervención a gendarmería para levantar el bloqueo ya que los camiones transportan cargas internacionales. De esta manera persuadió a los manifestantes a levantar el bloqueo, y también influyó el inicio de la veda electoral y el pedido de los choferes que querían llegar a su lugar de origen a votar.
Por ello los trabajadores decidieron levantar el bloqueo a las 20.15 hs., y retomar las medidas el lunes 24, en la víspera de la audiencia del día martes 25 en la Subsecretaría de Trabajo.
Empresa vengativa
Éste no es un mero conflicto laboral sino que incide socialmente en nuestro pueblo, teniendo en cuenta que Peñaflor es una empresa multimillonaria, con rentabilidad extraordinaria, que factura $1.300 millones por año, que produce 50 variedades de vino y que exporta a todo el mundo.
En este momento los trabajadores se encuentran suspendidos de hecho. La empresa no los llama a trabajar alegando que oportunamente lo hará al comienzo de la temporada del desbrote de la planta. La temporada ya comenzó y todos los trabajadores fueron llamados salvo el grupo denunciante que quedó marginado.
La empresa públicamente ha actuado como si el conflicto no existiera. Sus abogados en la Subsecretaría de Trabajo argumentan que no están en falta, porque tiene tiempo de llamar a los obreros temporarios hasta diciembre y según les sea conveniente a ellos. Tiene silenciada la prensa provincial, que con la excepción de algunos medios con periodistas valientes, no habla de la lucha en Peñaflor. El sindicato es un apéndice más del gerente de recursos humanos y trabaja para aislar a los obreros que luchan. Esta situación deja en evidencia la manera perversa de actuar de la empresa, que castiga a los obreros por reclamar, y a la vez pretende disciplinar al resto para que no se anime a más. En privado llama constantemente a los despedidos y le ofrece sumas de dinero, para abandonar la lucha.
Esto fortalece más a los trabajadores que están sorprendidos e indignados por el cinismo de sus patrones; pero la realidad es que pasan los días, las deudas aumentan, y las necesidades de las familias son un punto en el que se apoyan quienes quieren quebrarlos.
Contradicciones en el gobierno
El conflicto comenzó con un reclamo laboral y hoy se encuentra direccionado a la persecución sindical a un grupo de obreros que asumieron el rol de un sindicato inexistente. Por su parte el subsecretario de Trabajo, Salcedo Garay, en principio sugirió que los obreros se consideraran despedidos y comenzaran a judicializar el conflicto, manifestando que ellos no tenían más para hacer. Además anunció una inspección que se prolongó cerca de dos semanas, para permitirle a la patronal regularizar algunos de los incumplimientos más groseros.
Lo positivo fue que a raíz de la denuncia presentada y de las medidas de acción directa tomadas por los trabajadores, el grupo económico arbitró el cumplimiento de varias normas de seguridad e higiene, e incorporó a un pequeño grupo de trabajadores a planta permanente. Esto fue balanceado positivamente por los compañeros que están adentro, ya que en un mes, con estos reclamos, han logrado más conquistas que en 15 años que lleva la conducción del sindicato.
El gobierno de Gioja se vio presionado por el conflicto ya que la movilización le generó una propaganda negativa para su campaña, que pone centro en un San Juan pujante, sin conflictos y con trabajo. Pero por otro lado fue incapaz de accionar contra la empresa. En otros conflictos, con patronales mineras, textiles o del plástico, el giojismo se comportó igual o mejor que las direcciones sindicales, pero con Peñaflor la cosa fue distinta. “Son muy poderosos”, “ningún juez les va a dar ganado este caso” se escuchó decir a varios funcionarios de la parte laboral.
No obstante algunas cosas jugaron a favor de los obreros en lucha, cuando el gobierno entró en contradicción con los gremios rurales que no quisieron firmar el convenio de corresponsabilidad gremial. Estos últimos pegaron el faltazo a un acto organizado por Gioja y las cámaras patronales, por lo que en represalia, esa semana la Subsecretaría convocó a los dirigente de la CCC como representantes obreros con “más legitimidad” que los del sindicato.
La situación cambia día a día al ritmo de las internas en el gobierno, en el sindicato, y por presión de la lucha de los obreros. La próxima instancia de negociación es en la audiencia del 25 de octubre, donde la CCC y sus abogados esperan que la Subsecretaría obligue a la empresa e reincorporar a los despedidos.
Solidaridad con la lucha
La empresa, con ayuda del sindicato quiere desgastar a los obreros que luchan y derrotarlos. Por evitar esto la CCC y el PTP-PCR han iniciado una campaña de solidaridad. Los compañeros llevan dos meses sin trabajo, y sin sueldo. Todos tienen familias que atender y cuentas que pagar para sostener su hogar, y es una presión permanente que desgasta su moral. Por medio de la CCC ya se han juntado muchas donaciones en mercadería y dinero, pero sigue la campaña porque la lucha se perfila como un conflicto largo, y es necesario ganarlo para torcerle el brazo a un monopolio que es dueño y señor en la provincia de San Juan.
Lucha, elecciones y afiliación
Durante la campaña para las internas abiertas, los dirigentes de la CCC fueron conocidos en todo el departamento como candidatos del Frente Opositor. En las caminatas por los barrios tomaron contacto con muchos de los obreros que hoy protagonizan el conflicto contra la empresa Peñaflor. La CCC y el Partido ya eran muy conocidos en San Martín, pero comúnmente los obreros no se acercan a las reuniones de desocupados, y fue la actividad de campaña la que logró que los dirigentes se acercaran a ellos, y les presentaran nuestras propuestas.
Cuando arranca el conflicto, ya en la campaña para octubre, el Partido de San Martín y de toda la provincia hizo un gran esfuerzo para mantener las dos batallas. Los desocupados y amas de casa acompañaron siempre a los obreros suspendidos, y distribuyeron fuerzas para seguir con las caminatas en Chimbas, Rivadavia, Pocito y 25 de Mayo, dando un gran ejemplo de solidaridad de clase y conciencia política.
El Partido y la CCC han crecido en influencia en nuevos sectores, incorporando afluentes de trabajadores y de intelectuales. Es una pelea importante que esto tenga su reflejo en las afiliaciones al PTP y en el aumento de venta de la prensa.