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29 de noviembre de 2011

Estatizar y nacionalizar la energía con control obrero y popular. Que el déficit  energético lo paguen los monopolios y grandes terratenientes.

Tarifa social para los trabajadores y el pueblo

Hoy 1397 / La hora política

1. La chancha y los chanchitos

1. La chancha y los chanchitos
El gobierno dice que está “redistribuyendo la riqueza”. La presidenta inició la lista de los que voluntariamente renuncian a los subsidios. No es mucho. Con sus hoteles, acciones y plazos fijos en dólares le alcanza con romper “el chanchito” de las monedas. Pero Cristina K dijo que los grandes empresarios, como ella, no deben quedarse con “la chancha, los 20 y la máquina de hacer chorizos”. En ese caso, deberían devolver los subsidios que recibieron al consumo de agua, electricidad y gas, durante los ocho años de gobierno, que suman más de $ 10.000 millones: basta para duplicar los planes Argentina Trabaja.
 
Es redistribución de la riqueza, no tarifazo, dice el gobierno. Sin embargo, de los $ 30.000 millones que se van a recortar (subsidios al agua, electricidad, gas y transporte). Los ricos y famosos pagarán solo $ 4.500 millones, el resto, $ 25.500 millones, lo pagaran las capas medias y gran parte de los trabajadores ocupados. Lo mismo ocurre con el impuestazo de Scioli (aumentos en 7 impuestos), de Macri (ABL), y otras provincias.
 
Son planes por etapas, feta por feta. Primero, los ricos y famosos rompen “el chanchito”, y después le van metiendo la mano en el bolsillo a las capas medias y amplios sectores de trabajadores. Pero no es solo esto.
 
Desde el 30/9 hasta las elecciones, el gobierno no permitió aumentos en los precios. Pasadas las elecciones, autorizó la suba de cientos de productos de 33 monopolios como Coca Cola, Quilmes, Danone y otras, de alimentos, bebidas, artículos de limpieza, etc. En algunos casos era el tercer aumento en el año. Y subieron la TV por cable, la medicina prepaga, los taxis, peajes, y ¡los alquileres!
 
Con los aumentos, señora presidenta, ustedes, los grandes empresarios, descargan sobre el pueblo más de lo que lo que les cuesta romper “el chanchito” para los subsidios y las tarifas.
 
2. Frazada corta
El gobierno oculta que “la caja K” ya no da para el funcionamiento del capitalismo de amigos y el aparato político K.
 
El fracaso de la política energética K de mantener la entrega de la energía en manos de un puñado de monopolios imperialistas (ver hoy 1396), liquidó el autoabastecimiento energético y llevó a importar cada vez más combustibles al precio internacional, entre 4 y 8 veces más caro que el nacional, con un costo de 10.000 millones de dólares este año, y 13.000 en el 2012. Resolver el problema exige estatizar la energía con control obrero y popular, hacer que el déficit energético lo paguen los monopolios y grandes terratenientes, y garantizar una Tarifa social para los trabajadores y el pueblo.
 
El otro barril sin fondo de “la caja K” es el fracaso de la política de “desendeudamiento”, con la que se encubrió el pago al contado de 10.000 millones de dólares al FMI, y la renegociación de deuda ilegítima y fraudulenta con los usureros. El gobierno negocia con el Club de París el pago de 8.900 millones de dólares de deuda de la dictadura por la compra de armas para la guerra contra Chile. Los países imperialistas de ese club le exigen el pago por los laudos del Ciadi, arreglar con los bonistas que no entraron en el canje, corregir las estadísticas del INDEC y tomar medidas con el lavado de dinero.
 
En realidad, lejos de “desendeudarse”, el gobierno volvió atrás con la conquista del 2001 de suspender el pago de la deuda externa. Lo que hizo estos años fue pagar deuda en dólares a cambio de colocarle deuda en pesos al Anses, los bancos Central y Nación y otros entes estatales.
La enorme fuga de dólares permitida por el gobierno hasta las elecciones, y la baja del precio de la soja, agravan la situación financiera para el 2012, con grandes vencimientos de deuda. Por otra parte, la soja siguió bajando y hay estimaciones a la baja. De los “aliados estratégicos K”, Brasil frena la producción, y en China, el índice de producción de manufacturas cayó al nivel más bajo en casi tres años, aunque la tasa de crecimiento general sigue alta.
 
Golpeados por la crisis, es bueno conocer cómo negocian la deuda los imperialistas. Lo denunció el eurodiputado Cohn-Bendit, revelando una conversación del gobierno francés con el de Grecia, con las condiciones para recibir “ayuda”: “Hay fragatas francesas por 2.500 millones de euros que ustedes tienen que comprar. También hay helicópteros, aviones y submarinos alemanes”.
 
3. Acuerdos por arriba
Viendo la profundidad de la crisis mundial, y previendo un agravamiento de sus consecuencias aquí, en el 2012, el gobierno está negociando su “paquete” de medidas con los grupos de burguesía intermediaria y terratenientes del bloque dominante. Se vio en la reunión de la UIA en la que la presidenta habló a 500 empresarios, en el Hotel Hilton de Puerto Madero. Estaban presentes: Rocca (Techint), Nicholson (Ledesma), Eurnekian (Aeropuertos 2000), Pagani (Arcor), Cirigliano (grupo Plaza), Eskenazi (YPF-Repsol), Romero (Emepa), Klima (Volkswagen), Brito (Banco Macro) Gabbi (Bolsa de Comercio), Biolcati (Sociedad Rural). Casi toda la “mesa chica” de la poderosa Asociación Empresaria Argentina, con la única excepción de Magnetto (Clarín). También la Sociedad Rural de Biolcati construye puentes con el gobierno. El gobierno negocia con todos ellos.
 
La presidenta, en esa reunión, le bajó el pulgar al reclamo de la participación obrera en las ganancias. Y le dijo a los monopolios: “Nunca prohibiré el giro de utilidades al exterior” (Inglaterra se lo acaba de prohibir al Banco Santander). El acuerdo del gobierno con esos monopolios es ponerle un techo del 18% a los reclamos salariales en las paritarias.
 
“Los gordos” de la CGT negocian con “los independientes” la salida de Moyano para junio del 2012. Moyano, corrido de esas negociaciones y jaqueado por causas judiciales, reagrupa sus fuerzas en el MTA y amenaza con reclamar aumentos salariales “de acuerdo a los precios del supermercado”, y la suba del piso del impuesto a las ganancias. Ahora Lezcano (Luz y Fuerza) rechazó el techo a las paritarias.
 
4. La batalla contra el ajuste K
El techo salarial del 18% en las paritarias es una de las claves fundamentales del ajuste K: está muy por debajo de la inflación real. Así, las patronales aumentan los precios, el gobierno engorda su caja, y los trabajadores pagan el ajuste con salarios carcomidos por la inflación.
 
Hay acuerdo entre gobierno y monopolios en que lo que no se pueda garantizar con “el relato” fantasioso de “la redistribución” se va a imponer por las malas. Algo ya se ve en la creciente represión y la impunidad de las policías y grupos para-policiales. En silencio, el gobierno prepara una “reglamentación” que recorte el derecho de huelga en nombre de “la unidad nacional”.
 
Claro que no hay “cheque en blanco” al gobierno K. Hay luchas para impedir despidos y suspensiones (en petroleros, frigoríficos, textiles, etc.). Los trabajadores rurales exigen la homologación de su acuerdo en paritarias con un aumento del 35,7%. Brotan reclamos en las fábricas por un aumento de emergencia de fin de año. Hay luchas de estatales y docentes con salarios muy retrasados (en el presupuesto de Scioli no hay ningún aumento en el 2012). El movimiento obrero no está dispuesto a cargar con ajustes, tarifazos y aumentos de precios.
 
En esa situación, se dan pasos en el reagrupamiento de fuerzas combativas, como se vio en la marcha del 23, impulsada por Memoria, Verdad y Justicia, contra la creciente represión y criminalización de la protesta. También el gran acto en Formosa en el aniversario de la represión en La Primavera y el asesinato a Roberto López.
 
Se multiplican marchas, acampes y jornadas que exigen ampliar y mejorar las condiciones del plan Argentina Trabaja, que desde que se creó, en el 2009, mantuvo un sueldo de $ 1.200. Lucha que va unida a la de las masas campesinas —como la ocupación de tierras en el Chaco— y populares, por tierra para vivir y para trabajar, y un plan de 1.000.000 de viviendas sociales. Es un gran movimiento que se reunirá en Jujuy.
 
Desmontar el “relato” del gobierno K de presentarse como un “Robin Hood” mientras avanza con su ajuste en las masas, es una gran batalla que exige unir la lucha económica y la lucha política. Los acuerdos por puntos concretos para la lucha económica de las masas deben ir unidos a acuerdos políticos en los frentes en los que participan el PCR y el PTP; frentes en los que pugnamos para que participen todas las fuerzas populares, patrióticas, democráticas y antiimperialistas. Lo hacemos para ampliar la unidad de lucha obrera y popular contra el ajuste K y las consecuencias sociales de la crisis. Al mismo tiempo, sostenemos la pelea por la personería del PTP y el fortalecimiento del PCR.
 
El gobierno, en su intento de garantizarse “la caja” ante el avance y las amenazas de la crisis, avanza feta por feta. Hace todo lo posible para evitar “cortar ancho”, y empujar a que vuelvan a juntarse piquetes y cacerolas. De ahí la importancia del trabajo en los centros de concentración obrera, campesina y popular. Centros que serán decisivos en las tormentas que se avecinan, para afirmar el camino del Argentinazo y la hegemonía del proletariado.