La noticia dice que 14 integrantes de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, encabezadas por Hebe de Bonafini, hicieron su ronda en Río Gallegos “para sellar un compromiso, no para hacer un homenaje”, con el ex presidente Néstor Kirchner. La noticia destaca que es “la primera vez” que la ronda de los jueves no se hace en Plaza de Mayo.
La noticia dice que 14 integrantes de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, encabezadas por Hebe de Bonafini, hicieron su ronda en Río Gallegos “para sellar un compromiso, no para hacer un homenaje”, con el ex presidente Néstor Kirchner. La noticia destaca que es “la primera vez” que la ronda de los jueves no se hace en Plaza de Mayo.
Al cierre de la actividad, el discurso de Bonafini no ahorró elogios para el ex presidente: “Néstor, vos no estás muerto, estás cada vez más vivo en cada uno de los pibes que está llevando adelante esta política increíble y maravillosa, nacional y popular. Vivís ahí como viven nuestros hijos”. Y no se olvidó de alabar a Cristina Kirchner: “Esta mujer increíble y maravillosa, una fiera, una leona, una mujer inteligente, que está llevando adelante el proyecto nacional y popular”.
Nada dicen las noticias que en ese mismo lugar, Río Gallegos, hace pocas semanas trabajadores estatales y pueblo en general fueron violentamente reprimidos en nombre del “proyecto nacional y popular”. Menos aún de los negociados de los Kirchner con distintos grupos monopólicos y terratenientes que nada tienen de “nacionales y populares”.
Párrafo aparte merece el tratamiento de la Agencia de Noticias oficial Télam, que aporta en la construcción del mito de los Kirchner como luchadores populares, aludiendo a su presencia en una actividad de las Madres en 1983. ¿Por qué no cuenta Telam cómo los Kirchner se fueron a Santa Cruz a “hacer plata” mientras el pueblo libraba una heroica batalla contra el terror fascista?
Aunque acostumbrados al desbarranque de Bonafini, no deja de sorprender la descarada instrumentación que hace de la lucha de todo un pueblo contra la dictadura videlista, y no podemos dejar de preguntarnos qué dirían sus hijos de todo esto.