El no llamamiento de la negociación paritaria con el sector docente hasta la fecha encuentra explicación en el hecho que no ha acordado aún con los gremios oficialistas docentes encabezados por la Ctera de Yasky-Maldonado y los ministros de Educación como Mango de Río Negro. Ello a pesar de los esfuerzos que realizaron por acordar rápidamente como hicieron años anteriores y que el monto fijado sirviese como techo para el resto de los estatales como mayor prioridad.
El no llamamiento de la negociación paritaria con el sector docente hasta la fecha encuentra explicación en el hecho que no ha acordado aún con los gremios oficialistas docentes encabezados por la Ctera de Yasky-Maldonado y los ministros de Educación como Mango de Río Negro. Ello a pesar de los esfuerzos que realizaron por acordar rápidamente como hicieron años anteriores y que el monto fijado sirviese como techo para el resto de los estatales como mayor prioridad.
El tema de la ley antiterrorista, los conflictos por la minería a cielo abierto, los intentos de ajuste al sector estatal han provocado el rechazo de vastos sectores de trabajadores que no están dispuestos a pagar la crisis mundial y nacional ni a retroceder con los derechos humanos. Esta situación obliga al sector celeste de la Ctera a elevar el reclamo como hizo Baradel que, sin pasarse demasiado, plantea un inicial de bolsillo para el maestro de grado $3.000 por cuenta propia ya que nadie fue consultado al respecto. Ni siquiera llega a la mitad de la canasta familiar. “Objetivo” el sueldo igual a la canasta enunciado por su sector en innumerables documentos pero nunca llevado adelante característica propia del doble discurso kirchnerista al que han adherido con un fervor digno de mejores causas.
Entendemos que en el camino de lograr un salario básico inicial igual a la canasta familiar adecuada en cada región a través de un porcentaje sobre el básico, nuestro planteo es alcanzar en lo inmediato un sueldo básico nacional para el maestro de grado de $4.000, sin cifras en negro y luego ajustarlo progresivamente según el costo de vida real. Sin descuidar otros planteos centrales como son la designación de todos los cargos necesarios, la resolución de los problemas de infraestructura, el aumento de los montos y de los cupos de los comedores escolares, el pago en tiempo y forma de las becas para los alumnos con riesgo de abandono escolar, etc. Además otros temas de orden pedagógico como un fuerte reclamo para que los grados u años no se conformen con más de 20 alumnos, un preceptor por curso, la necesidad de horas institucionales y gabinete de orientación para todas las escuelas, bibliotecas, recursos tecnológicos adecuados y para todos los niveles de enseñanza, entre otros planteos.
Frente al inicio del ciclo lectivo 2012, tenemos que retomar estos reclamos buscando la mayor unidad posible con aquellos gremios que estén dispuestos a la lucha. Es un momento clave para lograr un verdadero aumento en el salario docente. Exigir también todos los demás planteos que Baradel ha “olvidado”, que sumados a los ya mencionados podemos agregar para la provincia de Buenos Aires: el rechazo, hasta que no estén dadas las condiciones, a la modificación que la DGCyE propone para la Educación de Adultos y a la vigencia del nuevo régimen académico para las escuelas secundarias, etc.
También debemos rechazar absolutamente, la designación de docentes bajo la categoría de monotributistas (tutores, facilitadores, administradores de red, referentes del Plan de Mejoras, etc.) ya que esto implica una inédita precarización laboral. Contrariamente se debe incorporar a todos estos compañeros/ras al plantel docente en el marco de nuestro estatuto.
Los docentes en las escuelas están dispuestos a luchar en profundidad por un salario que les permita descomprimir su situación laboral y ganar en calidad educativa y quieren acompañar el reclamo por los demás puntos. También quieren pelear en contra del impuesto a las “ganancias” que es un inaceptable impuesto al trabajo, el no menos inaceptable límite para el cobro de las asignaciones familiares, la defensa absoluta de la jubilación docente y la mejora en los servicios y cobertura de las obras sociales.
En cada asamblea de escuela, en cada reunión de los cuerpos de delegados, en cada asamblea del sindicato, en cada congreso aprobar este programa de lucha y plantear el no inicio de clases por el logro del mismo.