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08 de febrero de 2012


Preparar la ofensiva desde abajo en paritarias

Hoy 1405> Avanza el resquebrajamiento de los que apoyaron a Cristina Kirchner

La situación política se desarrolla entre la ofensiva ajustadora de topes salariales y criminalizadora de la protesta de Cristina – y sus gobernadores e intendentes- y del otro lado, luchas obreras y populares muy importantes, masivas, firmes, que resisten y logran triunfos como la de Santa Cruz contra el ajuste de Peralta, o la gloriosa de sectores del pueblo riojano, contra la instalación de la minería a cielo abierto depredadora y contaminante en el cerro Famatina, que tiene una amplia solidaridad del pueblo Argentino.

La situación política se desarrolla entre la ofensiva ajustadora de topes salariales y criminalizadora de la protesta de Cristina – y sus gobernadores e intendentes- y del otro lado, luchas obreras y populares muy importantes, masivas, firmes, que resisten y logran triunfos como la de Santa Cruz contra el ajuste de Peralta, o la gloriosa de sectores del pueblo riojano, contra la instalación de la minería a cielo abierto depredadora y contaminante en el cerro Famatina, que tiene una amplia solidaridad del pueblo Argentino.
La Lucha de Camioneros sigue su desarrollo contra Camuzzi. Hay numerosas luchas de municipales y estatales. Los desocupados pelean nacionalmente por el aumento de planes; los trabajadores de subte contra el tarifazo de Macri y Cristina.
Los resquebrajamientos en el frente que llevó a Cristina a ganar con el 54% han ido avanzando desde diciembre donde Moyano plantó bandera en la cancha de Huracán. Lo hizo con frases correctas como “los trabajadores no van a pagar la crisis”, el planteo de paritarias libres, el reclamo de bajar el impuesto a los salarios y el dinero de las obras sociales. Y dijo otras cosas con las que no estamos de acuerdo: que han sido los principales sostenedores del kirchnerismo y su fortalecimiento, y que enfrentaron la lucha agraria. Podríamos decirle: Así paga el diablo.
Los resquebrajamientos se van esbozando entre artistas e intelectuales como muestra la Declaración de Plataforma 2012, y los apoyos que ha tenido la lucha en Famatina.
Cristina se muestra como buena y cuidadora de los intereses ingleses: pagar la deuda odiosa, cumplir con banqueros y monopolios imperialistas. Planteaba que negociaba el tema de la explotación del petróleo en Malvinas, fue mejorando sus discursos, pero solo en los discursos… porque los ingleses tomaron medidas económicas. Por eso envían al príncipe William. Pero lo que es más grave -muy grave-, que decidan enviar barcos de su flota, eso ya es una amenaza muy grave.
Cristina ha recibido una bofetada muy fuerte porque le pasa lo mismo que a Galtieri: a la prepotencia inglesa no le respondió con medidas económicas y políticas: Por ejemplo no pagarles deuda, estatizar Panamerican Energy, cuya principal accionista sigue siendo British Petroleum, que opera en Malvinas y está detrás de algunas mineras como Barrick.
En la campaña electoral se dijo que iban por más, a profundizar lo hecho. La clase obrera está preparada para ir por más y sobre todo para defender lo que tiene, ya que la inflación le va comiendo día a día. Sin embargo Cristina ahora quiere ir por menos: sus preparativos anti crisis consisten en agregar ajuste al ajuste inflacionario, es decir que pague la clase obrera y el pueblo. Le metieron la mano a la Anses, al PAMI, y se han quedado con 13 mil millones de aportes de los trabajadores a las obras sociales. Este tema está volviendo loco a Moyano y a muchos de los dirigentes traidores de distintos sectores de sindicalistas, que ven la quiebra de las obras sociales y el achicamiento de las cajas. Pero estos manotazos se han hecho para pagar deuda ilegítima, para ayudar a los subsidios a los monopolios y a la política criminal de permitir que se vayan 60.000 millones de dólares del país.
Pero en esta particular situación política, la clase obrera tiene una enorme responsabilidad: enfrentar el ajuste y los topes salariales en las paritarias, pelear por lo necesario, por $7.000 de inicial en la zona central, por aumentos que recuperen la inflación real, por recuperar la plata de las obras sociales que es de los trabajadores y no del Estado, por terminar con el impuesto a los salarios.
Es necesario articular una amplia coordinación por abajo entre las secciones, entre las empresas y lugares de trabajo en cada rama y entre todos los sectores sindicales, uniendo la mayoría de los sectores como lo hace la CCC con la CTA Micheli contra la ley antiterrorista de Cristina. Golpeando juntos con sectores de la CGT y otros. Pero exige tener un programa mínimo que no sólo tenga los reclamos de la clase, sino una posición común frente a la actitud de prepotencia del imperialismo inglés y de sectores patronales imperialistas como las petroleras, que piden devaluación y precios internos del barril de acuerdo al precio internacional que está llevando al cielo los precios de gasoil y naftas.
Es imprescindible exigir la estatización del petróleo, el gas y las mineras, el control del comercio exterior de granos y que no se permita salir ninguna remesa de ganancia al exterior, ni la salida de dólares. No solo debemos romper los topes en paritarias derrotando la política de Cristina de monitoreo y prepeo, como hizo con la paritaria de la Uatre, sino pelear por una política antiinflacionaria que avance en cuidar lo que se conquista.
En este sentido han sido muy importante las contradicciones de los últimos dos meses: permitió que los gremios docentes nacionales no aceptaran el piso del 18% como lo hicieron en enero del 2010 y 2011, lo que exige la enorme pelea para avanzar cuando vuelvan el 14 de febrero a las escuelas y pueda avanzar la lucha por el no comienzo de clases dando un golpe al ajuste de Cristina y los gobernadores en el Estado. Golpear la Ley antiterrorista el 15 de febrero, preparar la luchas de docentes y estatales y preparar la ofensiva desde abajo en paritarias, al calor del triunfo parcial de Famatina coordinando todo lo susceptible de coordinar, y barriendo de los cuerpos de delegados a los traidores y colaboracionistas con la patronal y el gobierno.