Se dice que en Tierra del Fuego, la zona franca es, también, “zona franca” para los prostíbulos y que éstos son manejados por quien fuera testaferro de N. K., el que compró 180 mil hectáreas al sur de la provincia de Santa Cruz, el mismo que administra las llamadas “Casitas” de Río Gallegos, en el barrio La Terminal, de esa ciudad. Allí llegaron a “trabajar” alrededor de 200 chicas. Las mujeres explotadas en Tierra del Fuego, al igual que las de Santa Cruz, son verdaderas esclavas que no pueden escapar de semejantes carceleros que cuentan con el apoyo del aparato estatal. ¿Cuándo se van a aplicar las leyes que prohíben los prostíbulos en la Argentina?