El miércoles 8 y jueves 9 de febrero, los compañeros de las tercerizadas que se encuentran enrolados por el SUPeH realizaron un paro masivo y contundente.
El miércoles 8 y jueves 9 de febrero, los compañeros de las tercerizadas que se encuentran enrolados por el SUPeH realizaron un paro masivo y contundente.
La bronca se venía masticando desde fines de año ya que ante el inminente fin del adicional de $2.000 (en enero) solo recibían promesas falsas por parte del sindicato (R. Córdoba). Hartos de esta situación, con sueldos por debajo de la canasta familiar y gran parte de ellos endeudados en diversos préstamos y con “changas”, los compañeros se plantaron. Sin el apoyo del sindicato ni de los delegados vendidos que tienen, mostraron una firmeza ejemplar.
El primer día realizaron el paro con piquete en los molinetes de acceso peatonal sin dejar pasar a ningún laburante de las tercerizadas (más tarde ingresarían los de Uocra para que no les descuenten el día). Ante el apriete de la gente de Recursos Humanos de YPF, la asamblea se mantuvo firme junto con los delegados que habían sido elegidos para participar de una primer reunión. Y luego de salir de ésta sin ninguna respuesta al pedido de mejora salarial, la propia asamblea resolvió mantener la medida de paro.
El segundo día realizaron la medida en la entrada de la ruta sin dejar entrar ningún vehículo con laburantes de las tercerizadas. La firmeza de los trabajadores hizo preocupar a YPF y llamaron a su “empleado del mes” (secretario del gremio R. Córdoba) que puso condición de que “la gente entrara para poder negociar” ¡una vergüenza!
Finalmente alrededor de las 12.30 hs. la asamblea resuelve entrar a trabajar para poder negociar, se realiza una reunión con representantes de los patrones y de los compañeros de las tercerizadas, y uno por YPF. Se consiguió que se firmara un acta acuerdo donde se comprometen a mantener los $2.000 hasta la paritaria y que el próximo aumento sea todo en blanco.
Logrado esto, hay un clima de alegría por parte de los compañeros, pero se mantiene el estado de asamblea permanente a la espera de que se cumpla lo acordado. Se rumorea que la empresa intentará no cumplir el acuerdo, pero la fuerza y la decisión de los compañeros es importante.
Éste es el camino que puede permitir resolver un salario acorde a las necesidades y un sector de la masa ha calado esto. Ahora vamos por más: hacer cumplir el convenio a fondo, escalafonamiento según tareas y elección de delegados para no retroceder.
