La Secretaría Gremial de Federación Agraria Argentina realizó una evaluación del impacto de la sequía en la zona pampeana sobre la base de la información recogida en reuniones concretadas en varios distritos.
La Secretaría Gremial de Federación Agraria Argentina realizó una evaluación del impacto de la sequía en la zona pampeana sobre la base de la información recogida en reuniones concretadas en varios distritos.
Las pérdidas varían según la intensidad de la sequía previa a las lluvias de fines de febrero, adonde llegó el agua se alivió en algo la situación. El panorama general sigue siendo grave y ya se plantea la imposibilidad de devolver los créditos a los bancos, pagar a los proveedores de insumos y servicios y los impuestos nacionales y provinciales. Según se concluye de los informes por localidad la situación creada por la pérdida en los rendimientos de soja y maíz, principalmente, sólo podrá ser revertida en el otoño del año 2013, si ayudan las condiciones climáticas.
Mientras tanto Cristina Fernández de Kirchner en un acto en la Casa Rosada dijo que los productores agropecuarios tendrían que destinar parte de su rentabilidad a contratar seguros contra la sequía para “no tener que pedirle a Dios por la lluvia, ni plata al Estado”, lo que demuestra su ignorancia total sobre el tema de lo que cubren o no cubren el sistema de seguros en la Argentina. Eduardo Buzzi le respondió diciendo que “si habría seguros contra gobiernos torpes los chacareros los tomarían”.
En una asamblea realizada el 11 de marzo en Las Breñas, Chaco, el presidente de la Federación Agraria Argentina trazó un panorama de la política del gobierno kirchnerista hacia los pequeños y medianos productores, señalando que: “La crisis de los chacareros se acelera. Y lo grave es que no aparecen las respuestas. El sistema de comercialización que decían que iban a darle a las cooperativas no está; la mesa que se prometió para discutir políticas y hablar de temas como las retenciones, no la convocan; la falta de combustible es cada vez peor; en materia de arrendamientos, las grandes empresas como Dreyfus, El Tejar o Los Grobo pueden pagar precios altísimos, sacando de la cancha al pequeño productor”.