Un grupo de artistas, desde principios de marzo marchan desde Trelew a Esquel en defensa de la Ley 5001, y por la aplicación plena de su artículo 1º en todo el territorio provincial, y para “unirnos en un abrazo con la legendaria Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Esquel que impulsó con su lucha la 5001, inspirando movimientos para que siete provincias legislen” en igual sentido.
Un grupo de artistas, desde principios de marzo marchan desde Trelew a Esquel en defensa de la Ley 5001, y por la aplicación plena de su artículo 1º en todo el territorio provincial, y para “unirnos en un abrazo con la legendaria Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Esquel que impulsó con su lucha la 5001, inspirando movimientos para que siete provincias legislen” en igual sentido.
En una de las gacetillas difunden que marchan porque: “El gobierno nacional, confundiendo el 54% de los votos con el permiso para dinamitar montañas y contaminar acuíferos, está impulsando un proceso para revertir la legislación obtenida a través de la lucha popular.
En Río Negro ya lo hicieron derogando la ley que prohibía la utilización de cianuro en los procesos mineros. El gobierno saliente de Das Neves dejó lista una zonificación que podría utilizarse para derogar o modificar la ley.
En esa zonificación, más del 80% de la provincia se convierte en zona de sacrificio minero para satisfacer la voracidad de las corporaciones transnacionales.
Esta “zona de sacrificio” pone en riesgo no sólo el medio ambiente, sino que atenta directamente contra la cosmovisión, el hábitat, la economía y la seguridad de los habitantes originarios de la meseta. La meseta no es un desierto.
El rechazo masivo a la megaminería hidrotóxica en toda la comarca noroeste, en localidades de la meseta y ciudades de la costa provincial parece no importarle a los funcionarios de gobierno.
Proyecto Navidad (meseta centro norte) pretende volar 100 mil toneladas de roca diaria y tratar unas 15 mil toneladas en la planta de procesamiento de plata y plomo, utilizando millones de litros de agua, toneladas de explosivos y químicos tóxicos diariamente, decretando la condena a muerte del acuífero de la cuenca Sacanana.
Los proyectos uraníferos (cuenca del río Chubut) amenazan nuestro río y comprometen seriamente el futuro de Chubut. De todas las minerías la del uranio es la más peligrosa: el 70% de la radioactividad original queda en las colas mineras, las partículas del gas radón (radioactivo) pueden viajar hasta 1.000 km antes que decaiga su radioactividad original. Estas partículas son cancerígenas. ¡La propia CNEA reconoce los peligros de la minería del uranio!
¡No permitamos que suceda en Chubut! ¡Famatina nos marca el camino!”