Este sábado 16 de marzo realizamos en la plaza de Barrio Villa El Libertador una Jornada con radio abierta y silvatazo por los derechos de las mujeres. Allí exigimos justicia por los casos de asesinatos de mujeres del barrio, donde participó la familia de Marisa Cárdenas, quien fue asesinada en el Parque Sarmiento en agosto del 2011, hecho por el cual aun no hay ningún detenido.
Este sábado 16 de marzo realizamos en la plaza de Barrio Villa El Libertador una Jornada con radio abierta y silvatazo por los derechos de las mujeres. Allí exigimos justicia por los casos de asesinatos de mujeres del barrio, donde participó la familia de Marisa Cárdenas, quien fue asesinada en el Parque Sarmiento en agosto del 2011, hecho por el cual aun no hay ningún detenido.
La investigación de este femicidio está parada, por lo que pensamos y realizamos acciones para exigir que se reactive, juntamos firmas y pegamos pancartas con su foto, para que no sea otro caso de femicidio que quede impune. La familia de Marisa nos decía: “ahora estamos peor que antes, parece mentira… me pongo a pensar de ella y digo no, no puede ser… aun no caemos… no se lo merecía. Nadie es dueño de sacarle la vida a nadie”, “tenemos que juntarnos entre todos y salir adelante a pedir justicia para que se esclarezcan todos los casos impunes, y yo Alejandra, hermana de Marisa, a 7 meses de su asesinato quiero que se esclarezca… era mi hermana del alma… Por ella y por sus hijos, por toda la familia, porque nos ha destruido. Basta de esto, que salga el asesino, ¡basta! Queremos que lo condene”.
La violencia sexual es la forma más ultrajante en que se expresa la opresión de la mujer
También la actividad estuvo centrada en los casos de violencia sexual, como lo es el de la niña que el pasado martes, por la madrugada, dio a luz en el baño de su casa a una bebé fruto de la violación por parte de José Antonio Rodríguez, de 47 años de edad y tío de la víctima. Ella ocultó el embarazo durante los 9 meses y al querer cortar el cordón umbilical lastimó a la bebé. Dialogamos con una familiar: “Mi hermana no nos comunicó por miedo, por temor que les pasara algo a mis padres. Cuando ella vio a sus hermanas lo único que decía es: perdoname, perdoname, perdoname por no haberte contado que estaba embarazada. Pedía perdón a toda mi familia. Queremos que se haga justicia. En ese entonces, cuando él la violo, ella tenía 13 años. José Antonio Rodríguez ahora esta detenido, él tiene otras denuncias por parte de la mujer, por violencia física… también porque intentó abusar de la mayor de las hijastras. Estamos todas las mujeres acá para buscar Justicia y que esta historia no se repita más”.
Varias organizaciones se convocaron ante el hecho que se difundió ampliamente en los medios y se elaboró el siguiente documento firmado por la Corriente Clasista y Combativa, Partido Comunista Revolucionario, CEPA, MST, Secretaría de Género de la CTA, Multisectorial de Mujeres Córdoba, Asociación CONVOZ por una vida sin violencia.
Este martes 13 de marzo una niña de 14 años dio a luz una bebe, fruto de una violación. Durante los 9 meses de gestación mantuvo oculto tanto su embarazo como el abuso sufrido por parte de un familiar quien se sintió con derecho a poseerla y someterla ocasionándole heridas que le quedarán de por vida.
El ocultar un hecho de violencia sexual es común en la mayoría de las mujeres que lo padecen y/o padecieron, por miedo a represalias, temor a la condena social, al que dirán. También por sentirse culpables de haber provocado la violación, ya que en muchos esta la idea de que algo hizo para provocarlo. Estos temores suelen encontrar su fundamento en un sistema donde se sigue perpetuando la idea dominante de la mujer subordinada al varón, donde se la cosifica y culpabiliza por los hechos de violencia que le toca sufrir. Otro factor que influye en el silencio de las mujeres y niñas abusadas es la impunidad de la que gozan sus abusadores, ya que la justicia es mínima o nula.
Uno de los principales responsables y cómplices de que estos hechos sigan ocurriendo son los gobiernos nacional, provincial y municipal, ya que no toman las medidas necesarias para atacar el problema de raíz. Crean leyes y medidas que quedan como letra muerta al no disponer de presupuesto necesario para su aplicación.
La violencia sexual es la forma más ultrajante en que se expresa la opresión de la mujer. Tiene las peores y más severas consecuencias: lesiones físicas, traumas psicológicos, el posible contagio de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.
En Córdoba este caso no es el primero ni el último. Hace unos años Eli Diaz fue víctima de la misma situación, donde su violador tuvo condena judicial y social, dado que muchas nos organizamos para que esto sucediera y ella pudiera estar en libertad. Y nos preguntamos cuántos casos más habrá en silencio.
Es por ello que decimos:
El violador no es un enfermo, es una persona que debe ser juzgada y condenada.
Basta de culpabilizar y responsabilizar a las víctimas de violencia sexual.
Y exigimos:
El fácil y libre acceso a anticonceptivos de emergencia en casos de violación, en todos los dispensarios y hospitales.
La aprobación de la Ley de Emergencia Social en Violencia de Genero
La aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Educación Sexual para Decidir, Anticonceptivos para no Abortar y Aborto Legal para No Morir.
Todo el poder en su conjunto calla, oculta, es cómplice y muchas veces persigue a la víctima. Todavía falta mucho para que entiendan que, cuando una mujer dice No, es No.
Corriente Clasista y Combativa-Partido Comunista Revolucionario- CEPA- MST- Secretaria de Genero de la CTA- Multisectorial de Mujeres Córdoba –
Asociación CONVOZ por una vida sin violencia
