En los últimos días de febrero falleció el camarada Atilio –el loco, el flaco, Jorge–, quien desempeñaba tareas de colaboración del Comité Central del Partido.
Sí, varios nombres que reflejaron una vida: multifacético, tanto en lo personal, como en lo laboral y en su actividad partidaria.
En los últimos días de febrero falleció el camarada Atilio –el loco, el flaco, Jorge–, quien desempeñaba tareas de colaboración del Comité Central del Partido.
Sí, varios nombres que reflejaron una vida: multifacético, tanto en lo personal, como en lo laboral y en su actividad partidaria.
Un compañero que venía del viejo Faudi de Ciencias Exactas, siendo su orgullo haber compartido militancia con Daniel Bendersky y Miguel Angel Spinella en la lucha antigolpista, estos últimos camaradas detenidos-desaparecidos posteriormente en la lucha antidictatorial.
Que luchó en difíciles condiciones contra la dictadura y retomó actividad en nuevas tareas a principio de los 80.
Que decide asumir con fuerza su compromiso y se engancha en cuanta actividad se le plantea, con un estilo de resolver de manera sencilla, práctica.
Que brinda parte de sus bienes y su trabajo al Partido y no duda en asumir riesgos cuando de servir a éste se trata.
Un hombre como el que proponemos, de trabajo duro y vida sencilla.
Como dijeron los jóvenes en su despedida: “Era un compañero de esos que no pueden salir en las fotos pero que son indispensables para que triunfe la revolución, tan necesaria para acabar con los grandes problemas que sufre el pueblo argentino”.
Nos sumamos también a esa frase: “pelearemos por que haya miles que se sumen a ésta lucha y abracen las banderas que vos llevabas. Hasta la victoria siempre”.
Tus camaradas
