Después 5 meses de conflicto con la patronal de RBI por la falta de pago, despidos e intentos de vaciamiento de la fábrica; después de escuchar las promesas de Marcelo Lenarduzzi, empresario supuestamente interesado en poner en marcha la producción, quedó al descubierto que lo que se pretendía era vaciar la fábrica, culminando la maniobra orquestada por Robert Bosch, junto al grupo Río Bravo, propietario de RBI, a fines del año 2009, de no dejar vestigio de la planta de San Martín, como consecuencia de la crisis internacional que afectó a nuestro país.
Así se pretende que vuelvan a ser los trabajadores los que paguen la crisis. Los planes de la multinacional alemana de despidos fueron enfrentados por los compañeros de Robert Bosch, con una Comisión Interna clasista que se puso al frente de la lucha.
Ahora los compañeros de RBI parecen decididos a retomar ese camino por la defensa de su fuente de trabajo. Les toca enfrentar las maniobras de Bosch y RBI que parece querer culminar Marcelo Lenarduzzi: dejar 50 compañeros en la calle, darle trabajo precarizado y en negro a otros 30 y vender la maquinaria que queda en la planta y que todavía, a pesar de sus intenciones, no se pudo llevar.
El desguace de Bosch–RBI se está haciendo con la complicidad de la UOM Seccional San Martín, que viene insistiendo en que se autorice a Lenarduzzi a llevarse las maquinas y que los trabajadores acepten condiciones de trabajo ilegales, con menores salarios y en negro.
Llama la atención la postura del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, que acepta, a pesar de la orden judicial de no innovar impidiendo el retiro de las máquinas y equipos dictada por el Tribunal de Trabajo Nª 2 de San Martín, que alguien que aparece apenas “como tercero interesado” sea autorizado a llevarse las máquinas, completando así una maniobra de vaciamiento contra los intereses de los trabajadores, que son los perjudicados por la crisis.
Se ha dado un paso muy importante con la toma de la fábrica. Es necesario prepararse para una lucha larga, manteniendo la ocupación y rodeándose de la mayor solidaridad. Poner claro que el objetivo es recuperar la fuente de trabajo para todos los compañeros y la fábrica al servicio de la producción nacional desplegando la capacidad de la mano de obra de RBI.
Por eso es necesario practicar la más amplia democracia, escuchando las opiniones de todos los compañeros, decidiendo colectivamente y buscando entre todos una dirección que garantice la firmeza necesaria para encarar esta lucha.