El nuevo paro se suma a los ocho que ya protagonizaron los estatales. Los gremios tomaron la decisión fortalecidos, después de una movilización masiva de más de 5.000 compañeros y un corte de ruta en el acceso a la ciudad, en el cruce de las rutas nacionales 5 y 35 frente al Casino de Cristóbal López. Ante la negativa del gobierno provincial de modificar la “oferta” de un 19% de aumento para todo el año, los gremios habían pedido adelantarlo al primer semestre. Con eso, hubieran levantado las medidas para negociar más adelante un porcentaje de incremento para el segundo semestre. “Hace dos semanas podía ser, hoy los compañeros se van a poner exigentes”, advirtió Ricardo Araujo, secretario general de ATE.
“Hoy ya no podemos garantizar cerrar con el 19% a junio”, sostuvo Araujo, en una entrevista a un medio provincial.
Los tres días de paro que vienen estarán acompañados por otras expresiones de protesta, que se definirán en las asambleas por sector. No se descuentan nuevas modalidades, adoptadas en forma sorpresiva. “No tenemos más margen. O abren la negociación o se profundiza el conflicto”, dijo Araujo, que en otros tramos de la entrevista afirmó: “La manifestación (del jueves) fue histórica, por el grado de participación y por la decisión de salir a la calle y cortar la ruta. Los compañeros están dispuestos a ir a fondo. Con ese mandato de las bases, tenemos que ser consecuentes. No hay mucho para decir. Hubo 5 mil personas en una manifestación en una ciudad de 100 mil habitantes. Es una contundencia insólita. No hay más discusión. No es que trajimos a la barra brava de Chacarita. Salieron y se manifestaron 5 mil personas. El gobierno tiene que decir ‘fracasé’”.
—¿Está políticamente aislado el gobernador?
—La otra vez lo dijimos: el gobernador está solo. Y apareció la solicitada de los 76 intendentes. Pero después quedó claro que algunos fueron obligados, otros ni se enteraron qué firmaban, otros dijeron públicamente que no era tan así. Jorge está en una postura cerrada y aislada, tendrá que doblegarse ante la realidad. Esto no es un capricho de un grupo de dirigentes. Además publicó cifras que nadie gana… eso enardece más.
—¿El conflicto adquiere ribetes peligrosos?
—Es lógico. Ayer hubo una masa de gente cortando una ruta. Ya llega a un extremo que los compañeros se manifiestan espontáneamente, nosotros no controlamos la manifestación. El miércoles se cortó la rotonda del Centro Cívico y no hubo tres policías que derivaran el tránsito. En Casa de Gobierno había 200 policías en ese momento. Aparentemente, ya no hay gobierno tampoco.
—¿Además de los tres día de paro, qué puede suceder la semana próxima?
—Una vez lanzada, la marcha toma rumbo propio, empieza a tomar decisiones por su cuenta. Los dirigentes pasamos a ser uno más. Una multitud semejante no es fácil de controlar, se maneja por su propia dinámica. Ya lo notamos en la tercera marcha grande. Ojo, no es malo, es genial. Y no se rompió ni una tapita de botella de cerveza. Pero hay que tomar conciencia que estas cosas hay que encauzarlas, y el único que tiene la herramienta para hacerlo es el gobierno.
—¿Con el 19% a junio se levantan las protestas?
—A esta altura de la movilización, no es tan sencillo. Van a tener que resolver bien lo salarial. Hace dos semanas podía ser, ahora los compañeros se van a poner exigentes. No se va a resolver tan sencillo. No doy garantías de que cierren con el 19% para junio. El 19% de 3.500 pesos son menos de 700 pesos y hoy no es nada. Tenemos un atraso salarial muy grande y los compañeros han decidido jugarse el todo por el todo.
