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30 de mayo de 2012


Caída en el comercio exterior

Hoy 1421 / Un resultado de la política de “vivir con lo puesto”

Al cerrojo impuesto en el mercado “libre” de cambios, para rubros de la cuenta corriente de la balanza de pagos como viajes y turismo, remesas de utilidades y dividendos, etc., y a los movimientos de capital, se suman las restricciones a las importaciones de bienes y sus efectos sobre la actividad económica interna e incluso sobre las exportaciones.

Al cerrojo impuesto en el mercado “libre” de cambios, para rubros de la cuenta corriente de la balanza de pagos como viajes y turismo, remesas de utilidades y dividendos, etc., y a los movimientos de capital, se suman las restricciones a las importaciones de bienes y sus efectos sobre la actividad económica interna e incluso sobre las exportaciones.
Así podemos ver, con los datos publicados por el Indec para abril de 2012, que este mes las importaciones disminuyeron un 14% interanual mientras que las exportaciones cayeron un 6%, con lo que el gobierno kirchnerista pudo balancear un mejoramiento en el saldo positivo del comercio con el exterior, pese a esa caída.
En cifras totales, mientras las exportaciones cayeron de 7.149 millones de dólares en abril de 2011 a 6.687 millones en abril de 2012, las importaciones lo hicieron de 5.662 millones en abril del año pasado a 4.861 millones en abril de este año.
La caída en las ventas al exterior que realiza la Argentina es la primera que se registra en más de dos años y medio y, de hecho, para encontrar un antecedente hay que retrotraerse a noviembre de 2009, cuando la economía local enfrentaba un proceso de estancamiento en la primera oleada de la crisis capitalista internacional iniciada en 2007.
“Para entender esta baja en las exportaciones, hay que tener en cuenta los problemas en las cosechas y la sequía que afectó a varios cultivos, pero tampoco hay que perder de vista que cuando se traban las importaciones y el comercio exterior en general, hay una tendencia por parte de los exportadores a retener sus ventas y retrasar la liquidación de divisas”, explicó Fausto Spotorno, economista jefe del estudio Orlando J. Ferreres.
Los economistas además alertaron que el freno de las exportaciones también se explica a partir una desaceleración de la economía brasileña, que continúa siendo el principal comprador de productos argentinos. En abril las ventas argentinas al Mercosur sufrieron una baja del 6% –en línea, con la evolución del resto de las exportaciones del país– que en la consultora Abeceb.com atribuyeron a la menor demanda brasileña de vehículos y autopartes locales.
“Más que un problema provocado por la devaluación del real, que todavía es muy temprano para analizar sus consecuencias, lo que estamos viendo es un impacto en las exportaciones argentinas provocado por el enfriamiento de la economía brasileña en general”, señaló Mauricio Claverí, economista de Abeceb.com.

 

Un “ahorro” para comprar combustibles
En el caso de las importaciones, está claro que las trabas impuestas por el gobierno kirchnerista sirvieron para revertir la caída del superávit comercial, aunque eso hay que contrastarlo con el fuerte impacto que provoca en el nivel de actividad local.
En este sentido, el dato más preocupante fue la estrepitosa caída que tuvieron las importaciones de bienes de capital, con un descenso interanual del 37 por ciento.  La baja en este tipo de bienes fue claramente superior a la registrada en los llamados bienes intermedios (18%) y bienes de consumo (30%).
Si se toman en cuenta todas las importaciones, además se descubre que el único rubro que no fue afectado por los controles oficiales fue la compra de combustibles y lubricantes, que tuvieron una suba interanual del 46% y ya representan más del 10% de las importaciones totales del país. Con lo que queda a la vista una de las razones de esta política de “vivir con lo puesto”, sin un verdadero estímulo a la producción nacional, que es la de imponer el “ahorro” de dólares, para cubrir el bache en la producción interna a consecuencia de la crisis energética, tan anunciada como negada por el gobierno kirchnerista hasta las elecciones de 2011.