Los estudiantes, la crisis y la política K
Los estudiantes, la crisis y la política K
Venimos de realizar el 18 de mayo pasado una gran Jornada Nacional de Lucha por la Educación Pública, donde confluimos estudiantes, docentes y trabajadores de la educación de los distintos niveles y de todo el país, enfrentando la política educativa del gobierno nacional y reclamando el aumento de presupuesto, un boleto educativo nacional, las reivindicaciones de los docentes y contra las leyes educativas como la LES y los fondos de la megaminería en las Universidades. Fue muy importante la unidad de seis federaciones universitarias, decenas de centros de estudiantes, la Conadu Histórica y también sindicatos docentes, organizaciones de estudiantes secundarios y terciarios y la CTA.
Salimos a las calles porque tras casi una década de gobiernos K los problemas de la educación pública no se han resuelto y en muchos casos se han agravado. La inflación, los topes salariales, los tarifazos y las políticas del gobierno de “sintonía fina” descargan la crisis sobre los sectores populares. Con cada punto de inflación crecen más el hambre y la pobreza. Los estudiantes también somos golpeados por esta política, para muchos es un esfuerzo muy grande mantenerse en la universidad. Miles de nuestros compañeros tienen que trabajar para poder seguir estudiando, son miles también los que comen un sándwich o con un tupper sentados en la puerta de la facultad y toman mate todo el día porque no hay comedores accesibles. Muchos caminan kilómetros o pedalean todo el día para ir a cursar porque no hay boleto universitario en la mayoría de los lugares. Tampoco alcanzan las becas.
El presupuesto es insuficiente, faltan aulas, hay edificios que se caen a pedazos, entre otras falencias. Y aunque el gobierno asegure que ha multiplicado varias veces el presupuesto desde 2003, siempre lo ha hecho por debajo de la inflación. Ésta es la realidad que se vive todos los días en las universidades. Se ha mantenido la Ley de Educación Superior (LES) exigida por el Banco Mundial en los ´90. Paradójicamente, y pese a su discurso contra los ´90, este es el gobierno que más aplicó esa ley privatizadora como así también su instrumento principal: la Coneau. En las universidades se mantiene una política limitacionista que impide el acceso de las grandes mayorías y dificulta la permanencia a miles. Se mantienen los exámenes de ingreso eliminatorios, cupos explícitos o implícitos, el CBC o los ciclos generales, bochazos masivos, y distintas restricciones al egreso. Para miles directamente está en juego poder seguir siendo estudiantes.
Se ha profundizado también durante el gobierno K las causas y sumarios contra los estudiantes que luchan. Así somos parte de los más de 5.000 luchadores populares procesados por luchar.
¿Quién paga la crisis?
Ya nadie puede negar que la crisis económica mundial impacta en nuestro país. El tema entonces es quién paga las consecuencias. El gobierno y las clases dominantes quieren que seamos los estudiantes, los trabajadores y todos los sectores populares los que paguemos los platos rotos.
El gobierno sigue pagando la deuda externa ilegítima y fraudulenta, siguen los enormes subsidios a las empresas privatizadas con la cadena de corrupción que implica (y que salpica a funcionarios K), están volando la cordillera para que un puñado de monopolios extranjeros se lleven el oro y otros minerales, miles de originarios y pequeños y medianos campesinos están siendo expulsados de sus campos por el avance de la sojización y la concentración de tierra también en manos extranjeras. La masacre de Once puso sobre la mesa la crisis del transporte producto de las privatizaciones menemistas que el gobierno ha mantenido. Y avanzan con la persecución a los que luchan, como muestran la sanción de la Ley Antiterrorista, el Proyecto X, etc. De fondo, el gobierno sostiene un modelo sojero-minero exportador que mantiene el saqueo y la dependencia de nuestro país en beneficio de unos pocos.
En este contexto va apareciendo como una necesidad fundamental del pueblo avanzar en la recuperación de los recursos naturales, así como de los transportes y las principales palancas de la economía nacional. El gobierno expropió el 51% de YPF, lo que es un paso positivo producto de la lucha que venimos dando desde muchos sectores contra las privatizaciones y por la recuperación del petróleo. Pero a su vez mantiene YPF como sociedad anónima y ya está negociando con otros monopolios extranjeros. Por eso hay que empujar a fondo la lucha por una YPF 100% estatal con control de los trabajadores y el pueblo, y por recuperar todos los recursos energéticos. Ahora, tres meses después del choque de Once, gracias a la lucha de los familiares y víctimas, los trabajadores ferroviarios y todo el pueblo, tuvieron que quitarle la concesión a TBA, pero en vez de reestatizar el Sarmiento se la dan a Roggio y Romero. Queda claro que solo la lucha popular es garantía para avanzar en la recuperación de lo que es nuestro.
Hay que recuperar la FUA
¿Qué rol viene cumpliendo la FUA dirigida por la Franja Morada frente a esta situación? Ninguno. No impulsó una sola medida de lucha ni iniciativa por estos reclamos, ni siquiera participaron de la jornada nacional de lucha del 18, que empujamos desde las federaciones regionales recuperadas. Ha tenido un tibio papel en la gran lucha de los estudiantes de la Uader (Entre Ríos) que viene movilizando a miles de estudiantes que exigen la normalización de su universidad. No han convocado a una sola medida nacional en apoyo a esa lucha. La Franja ha llevado a la FUA a la parálisis absoluta y la ha convertido en una Federación estéril y vaciada de contenido, funcional a la política K, un sello. Esta FUA no nos sirve a los estudiantes.
Por su parte, el kirchnerismo quiere una FUA totalmente al servicio de la política educativa del gobierno nacional, busca colocarse como la única alternativa a la Franja, fomentando esa polaridad. Pero incluso maniobra para romperla y armar su propia federación, una FUA “Nacional” y “popular”.
Pero es posible otra FUA, que sea herramienta para el debate y la decisión democrática del conjunto de los estudiantes como lo vienen demostrando las Federaciones regionales recuperadas que vienen saliendo a la lucha por todas las reivindicaciones estudiantiles. Hoy más que nunca es necesario avanzar en el camino de recuperar la FUA, por eso llamamos a unir en este Congreso a las fuerzas que hoy conducen las Federaciones de Buenos Aires, La Plata, Rosario, Comahue, Mar del Plata, Patagonia y Villa María, y a todas las fuerzas que deseen sumarse, para armar un gran frente que rompa la polaridad entre Franja Morada y el Kirchnerismo. Un frente que plantee un programa para enfrentar la política del gobierno K y de todos los que quieran descargar la crisis sobre el pueblo, que se proponga luchar por las necesidades de los estudiantes y confluir con los trabajadores y todos los sectores populares en el camino de conquistar una Argentina con trabajo, salud, educación e independencia nacional.
Corriente Estudiantil Popular Antiimperialista – CEPA