En 1968, mientras realizaba su viaje de graduación como contadora, por Europa, se sintió profundamente atraída por el estallido del Mayo Francés, al punto de cambiar su itinerario para unirse físicamente a la movilización estudiantil y obrera en París.
En 1968, mientras realizaba su viaje de graduación como contadora, por Europa, se sintió profundamente atraída por el estallido del Mayo Francés, al punto de cambiar su itinerario para unirse físicamente a la movilización estudiantil y obrera en París.
En realidad no había cambiado de itinerario, sino de rumbo de vida. Vuelta a la agitada Rosario de los rosariazos, adoptó la causa de la revolución, se afilió al flamante Partido Comunista Revolucionario, para no abandonar nunca más ni la causa ni el Partido.
Con muy poca pretensión de protagonismo y brillo, fue desde entonces una parte decisiva, fundamental en la construcción del PCR. Y su papel se acrecentaba, en los momentos más difíciles, cuando el Partido parecía desaparecer frente a la represión de la dictadura, o frente a las provocaciones infames de los infiltrados y liquidacionistas.
Valiente sin alardes, el 20 de junio de 1976, fue parte de un pequeño grupo que frente a la visita de los dictadores a Rosario, empapeló los alrededores del Monumento a la Bandera con una faja que decía: Videla, Massera, traidores a la bandera. Y fue puntal de las tareas más delicadas y peligrosas de ese período.
Desde Propaganda mantuvo la Zona Norte del Partido frente a la dictadura y las provocaciones. Sabiendo que estaba en la mira, no abandonó sus tareas docentes en una escuela técnica de la zona para mantener las raíces.
Y a partir de allí tomó todas las tareas que fuera necesario tomar, Propaganda, Comisión de Mujeres, y finalmente en condiciones muy difíciles encaró la tarea de construir el Partido en Villa Constitución.
No era fácil de arriar “la colorada”, discutía y defendía sus opiniones y principios con mucha firmeza e incluso dureza, pero era muy respetada por sus opiniones y porque atrás de ellas no escondía el menor destello de oportunismo, de arribismo, de lucimiento personal.
Estudiosa con rigurosidad, en los últimos años había llegado a la convicción de que había que fortalecer ideológicamente al Partido, y emprendió con entusiasmo juvenil estudios de filosofía en la Universidad.
Después de pasar situaciones muy dolorosas en los últimos meses, partió entusiasmada de viaje a la América profunda, pero no pudo llegar a cumplir su sueño de conocer Machu Pichu, presentido en la lectura del poema que le dedicara el Che Guevara.
En el Partido y la Juventud de la provincia de Santa Fe tenemos una profunda tristeza, junto a la sensación de que perdemos a uno de esos cuadros imprescindibles en la difícil tarea de unir contingentes muy diversos para construir el Partido capaz de llevar a las masas obreras, campesinas y populares a la revolución argentina.