Dijimos en notas anteriores que fueron muy fuertes los paros que se hicieron en dos jornadas, con cortes y quema de neumáticos en una gran cantidad de fábricas del país, a mediados de mayo. Esto asustó a los monopolios de la alimentación.
Increíblemente, en Kraft-Terrabusi, la Comisión Interna no llamó a parar ¿cómo vamos a conseguir el 40% de aumento que ellos reclaman en los papeles?
Dijimos en notas anteriores que fueron muy fuertes los paros que se hicieron en dos jornadas, con cortes y quema de neumáticos en una gran cantidad de fábricas del país, a mediados de mayo. Esto asustó a los monopolios de la alimentación.
Increíblemente, en Kraft-Terrabusi, la Comisión Interna no llamó a parar ¿cómo vamos a conseguir el 40% de aumento que ellos reclaman en los papeles?
Los gremios que pelearon consiguieron aumentos por encima de los topes, como los compañeros del Subte, que lograron un 20% para marzo, luego $1.200 retroactivos a marzo, y volver a negociar en agosto, al igual que los ferroviarios del Sarmiento.
Mientras tanto, Cristina Kirchner felicita a los jerarcas sindicales que firman sin chistar por debajo del 23% de aumento en las paritarias de sus gremios, porque así “apoyan su proyecto nacional y popular”.
Gerardo Martínez de Uocra arregló por el 18%, Santamaría de porteros (Suterh) por la misma cifra, Cavallieri de empleados de Comercio arregló un 23% en cuotas, Andrés Rodríguez de UPCN por el 21%. Pignanelli de Smata un 23%, panaderos, limpieza y madereros arreglaron en 22%, papeleros 26% pero en dos cuotas, Barrionuevo de Gastronómicos 27% en tres cuotas, y Caló de la UOM firmó por el 23%.
Para esta misma fecha del año pasado, un kilo de asado costaba $20 y hoy está a $42, lo mismo podemos decir de la milanesa y otros cortes, para no hablar de los lácteos y las verduras, los remedios, la yerba, etc. A eso hay que sumarle impuestos, servicios, alquileres, transporte. Así es imposible vivir dignamente.
El año pasado alimentación y otros gremios (gastronómicos, bancarios), habían conseguido hasta un 35%. El gobierno nacional, que tiene mucho “ruido” de varios sectores, junto a los grandes monopolios logró imponer un techo salarial y bajar lo acordado
Unirnos en la lucha
El gobierno intervino en el conflicto de la alimentación a través del ministro de Trabajo Tomada, dictando la conciliación obligatoria por un mes, lo que fue acatado por la Federación de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (FTIA), para “negociar”. Ya no se escucha a los dirigentes de la FTIA pedir un 30%. Después de la marcha realizada el pasado 5 de junio en Capital Federal, plantearon que un 22% es insuficiente, y que el 15/6, cuando vence la conciliación, van a un paro de 24 horas.
Los compañeros quieren discutir y decidir en asambleas por fábrica por cuánto hay que arreglar según nuestras necesidades. Nadie convoca a asambleas. Monopolios como Arcor, Kraft, Molinos, Nestlé, Unilever, Bimbo y La Salteña manejan la cámara empresaria a través del retrógrado abogado y testaferro Funes de Rioja, mientras “la juntan con pala”.
La FTIA designó a Rodolfo Daer para negociar con los empresarios, y éste quería firmar en seguida, pero se le cruzó un plenario de congresales de la Federación. Ahora resulta que Daer votó a Cristina Kirchner, porque está en contra de Moyano. ¿Será por eso que el STIA no hizo mucho esfuerzo por parar este año?
Los compañeros estamos podridos de que no se nos consulte cuánto queremos ganar. La Agrupación Primero de Mayo en la Lista Bordó venimos levantando un programa para las paritarias: en el camino de un salario igual a la canasta familiar, peleamos un 35% de aumento todo junto, y peleamos un conjunto de mejoras para el convenio colectivo de trabajo. Que se saque el impuesto a las ganancias sobre los sueldos de los trabajadores. Pago de los salarios familiares. Por el 82% móvil a las jubilaciones, pase a planta permanente de contratados y tercerizados. Trabajo para todos.
Para lograr esto necesitamos la más amplia unidad de todos los trabajadores de la alimentación mediante un plan de lucha, con el funcionamiento de asambleas por sector y asambleas generales, para poder ganar, y no pagar la crisis que este gobierno y las patronales descargan sobre nuestras espaldas.