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27 de junio de 2012


Para que la crisis no la sigan pagando los trabajadores y el pueblo

Hoy 1425 / La hora política

1. Paro y a la calle

1. Paro y a la calle

Al salir esta edición a la calle se estará realizando el paro nacional convocado por la CGT y la Federación de Camioneros. La CTA también convocó a paro nacional, acompañando el paro y movilización de ATE y confluyendo con la CGT. El acto en Plaza de Mayo cuenta con la adhesión de la CGT Azul y Blanca, la CCC, Barrios de Pie, y el apoyo de numerosas organizaciones sociales y políticas.
Como lo expresó el PTP-PCR en su comunicado del 22/6: “Apoyamos y nos movilizamos por el justo reclamo de la suspensión del impuesto a las ganancias a los trabajadores (el salario no es ganancia), el aumento a las asignaciones familiares y la eliminación de los topes de las mismas y por la generalización y aumento de la ayuda escolar y en contra de la criminalización de la protesta social”.
Es un paro y acto contra la política del gobierno kirchnerista de descargar la inflación, la carestía y la crisis sobre los trabajadores y el pueblo. Es una unidad de acción, como nunca se había logrado hasta ahora, contra el robo kirchnerista a los salarios a través del impuesto a las ganancias y el no pago de las asignaciones familiares a millones de trabajadores, y, en lo inmediato, para abrirle la mano al gobierno nacional. Los trabajadores luchamos por nuestros derechos, no somos destituyentes, desestabilizadores, ni extorsionadores.

 

2. La clase obrera en el centro de la política

Los comunistas revolucionarios apoyamos el paro convocado por la CGT y la CTA, levantando los 5 puntos de emergencia frente a la crisis (ver contratapa), y los 10 puntos necesarios para que la inflación, la carestía y la crisis no la paguen los trabajadores y el pueblo. Hemos impulsado asambleas en los lugares de trabajo, estudio y vivienda, para decidir la adhesión al paro, empujando nuestro programa de emergencia.
Vamos al paro y al acto con los compañeros de la CCC. Venimos de participar en el paro nacional de la CTA con cortes de calles y rutas en todo el país; con los petroleros de Cerro Dragón, los trabajadores de los barcos de pesca en Mar del Plata y los estatales de ATE. Venimos de reclamar el juicio y castigo a los asesinos de Kosteki y Santillán. También venimos del acto del centenario del Grito de Alcorta, junto con la Federación Nacional Campesina y la Federación Agraria Argentina, por la reforma agraria, la lucha por la tierra y los reclamos campesinos. Participamos con los estudiantes que se movilizaron en todo el país. Y vamos a estar en el paro con la CGT y la CTA; y en la Plaza de Mayo con la CCC, junto a Barrios de Pie, federaciones estudiantiles, y junto a los camioneros y cada uno de los gremios y organizaciones obreras que paren y se movilicen.
El PCR integró desde su fundación la CGT de los Argentinos contra las dictaduras de Onganía a Lanusse. Estuvimos juntos, desde la dirección de los mecánicos de Córdoba de René Salamanca, con los Ferroviarios, obreros de la carne, rurales y otros gremios en la lucha contra el golpe de Estado. Fuimos parte de la CGT Brasil, con Ubaldini, en la lucha contra la dictadura de Videla, en el apoyo a la guerra nacional de Malvinas; y más tarde en la lucha contra la política de hambre y entrega de Alfonsín. Estuvimos juntos con el MTA que lideraba Moyano, la CTA, FAA y la FUA, en la lucha contra la política entreguista de Menem y De la Rúa, en las dos Marchas Federales. Y estuvimos en cada paro y movilización contra la política kirchnerista por los reclamos del movimiento obrero y popular.
En cada uno de esos momentos trabajamos por la unidad de acción del movimiento obrero; como centro de un gran reagrupamiento programático de las fuerzas populares, patrióticas, democráticas y antiimperialistas. Enfrentando políticas nefastas para los trabajadores y el pueblo, y a los colaboracionistas con esas políticas, hoy los Lescano, Cavalieri, Andrés Rodríguez, Yasky, etc.

 

3. Se acabó "la plata dulce"

El gobierno ganó las elecciones mintiendo sobre la inflación y ocultando la crisis. Muy poco goteó para abajo. Crecen las suspensiones y los despidos. Es feroz la superexplotación de la juventud en las fábricas, por la flexibilización laboral. La inmensa mayoría de los trabajadores no llega a fin de mes con su salario y el gobierno K lo achica con los topes a los aumentos por debajo de la carestía, impuestos y recortes de asignaciones. Crecen la pobreza y el hambre. No hay respuesta a la urgencia de tierras de los campesinos pobres y originarios, y a los productores que deben malvender sus vacas o sus tierras. Desertan los estudiantes porque tienen que ir a trabajar. Las provincias están en rojo: ajuste e impuestazos; y el gobierno nacional, que acapara más del 70% de los impuestos, dice que “no hay plata”.
¿A dónde fueron y van a parar las ganancias de 8 años de “crecimiento a tasas chinas”?
La política del gobierno kirchnerista le garantizó superganancias a un puñado de monopolios, grandes terratenientes, pooles y bancos, en su mayoría imperialistas, y enormes subsidios a un puñado de “capitalistas amigos K”. “La juntaron con pala”, reconoció la presidenta.
Ahora, como también reconoció la presidenta, “se nos vino encima el mundo”. Un mundo sacudido por una crisis como no se vio nunca, que esos imperialismos descargan sobre sus trabajadores, y sobre los países oprimidos como el nuestro.
Se acabó “la plata dulce” con la que “borocotizaban” a gobernadores e intendentes y dirigentes sociales. El 72% del fondo de la Anses son hoy bonos de deuda del Estado o créditos al “capitalismo de amigos”. El Banco Central tomó un crédito de 5.000 millones de dólares para “dibujar” el achique de las reservas por la fuga de divisas y el saqueo del gobierno para el pago de deuda (en los próximos meses vencen 5.000 millones de dólares (Boden 2012 y cupones atados al PBI). Y por eso, también, el gobierno impuso la ley “antiterrorista” y procesa a luchadores poniendo las palabras exactas para que, cuando lo decidan, aplicarles esa ley fascista. Y mandan a la Gendarmería a reprimir las luchas, amenazando con sacar las Fuerzas Armadas a la calle.

 

4. Un nuevo momento político

Crecen las luchas obreras, campesinas, estudiantiles y populares. Con el paro de la CTA del 8/6, y ahora con el de la CGT y la CTA, un gran sector de la clase obrera se ha colocado en el centro de la escena política nacional, junto a un amplio sector del campesinado, el estudiantado y numerosas organizaciones sociales y políticas.
Con los avances en la unidad de acción, se van dando pasos hacia un centro coordinador de las luchas obreras y populares para que la crisis no la paguen los trabajadores y el pueblo.
Se van creando nuevas condiciones para un reagrupamiento de las fuerzas obreras y populares, patrióticas, democráticas, y antiimperialistas, con un programa que enfrente la inflación, la carestía y la crisis en función de las necesidades populares.
No es un camino fácil. Grandes sectores populares temen que el deterioro del gobierno kirchnerista desemboque en una vuelta a las recetas de desocupación, ajuste con sintonía gruesa y mano más dura (las de Macri, Duhalde, Carrió, etc.). En realidad, ante el avance de la crisis, y con las cajas del Estado saqueadas, el kirchnerismo avanza con esa misma receta.
Partiendo de encabezar las luchas y promover su confluencia, la clave está en apoyarse en lo nuevo que crece en el movimiento obrero para cambiar la correlación de fuerzas en las grandes empresas, a favor de la gran corriente clasista y combativa que se va a fortalecer con las grandes masas de trabajadores que se vuelcan al combate.
La línea divisora de aguas en la política nacional, hoy, es ¿quién paga la crisis? De un lado está la política kirchnerista, que expresa a lo fundamental del bloque dominante: que la crisis la paguen los trabajadores y el pueblo. Del otro lado, se está poniendo de pie la clase obrera y el pueblo para que la crisis la paguen los de arriba.