1. Un juicio político no implica un cambio profundo en la situación económica y social de este país, esto es, el mismo desamparo a los asentamientos, la misma falta de una política de desarrollo para la producción y la reforma agraria, la misma falta de una política de Estado que combata el desempleo, el hambre, y la miseria de la mayoría de los paraguayos y paraguayas.
1. Un juicio político no implica un cambio profundo en la situación económica y social de este país, esto es, el mismo desamparo a los asentamientos, la misma falta de una política de desarrollo para la producción y la reforma agraria, la misma falta de una política de Estado que combata el desempleo, el hambre, y la miseria de la mayoría de los paraguayos y paraguayas.
2. El juicio político en estos momentos es el debate principal, pasando una vez más a ocultarse las verdaderas necesidades políticas del pueblo. Por un lado, el gobierno del presidente Fernando Lugo no da salida a los más acuciantes problemas del país como lo es la Reforma Agraria, aun a pesar de haber sido una de sus principales promesas electorales. Y quienes promueven el juicio político, diputados y senadores históricamente han sido y siguen siendo cómplices y protagonistas directos de mantener las condiciones de miseria de nuestro país, ocupando todo el tiempo en sus intereses partidarios y de grupos.
3. Nuestra fuerza política y organizativa no se dejará utilizar por ninguno de los interés en disputa, sino que seguiremos poniendo en el debate y en la acción política el problema del latifundio y la necesidad de la reforma agraria, verdadera situación de fondo que por todos los medios se intenta ocultar.
