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13 de julio de 2012

 

Casi 14.500 docentes de Entre Ríos votaron el jueves 5 para elegir los vocales gremiales en el Consejo General de Educación.

Duro revés para el urrikirchnerismo

Hoy 1427 / Los docentes entrerrianos eligieron sus representantes en el CGE

 

Tres listas competían: la Lista 1, “oficial” de Agmer (lista Celeste en un frente urrikirchnerista), la 2, de AMET (también con posiciones conciliadoras con el gobierno), y la Lista 26, de la agrupación Rojo y Negro de Agmer. La Rojo y Negro ganó, con sus banderas combativas y de independencia frente al gobierno; este es un hecho político de suma importancia, que da empuje y fuerzas al conjunto de los trabajadores entrerrianos.

 

 

Tres listas competían: la Lista 1, “oficial” de Agmer (lista Celeste en un frente urrikirchnerista), la 2, de AMET (también con posiciones conciliadoras con el gobierno), y la Lista 26, de la agrupación Rojo y Negro de Agmer. La Rojo y Negro ganó, con sus banderas combativas y de independencia frente al gobierno; este es un hecho político de suma importancia, que da empuje y fuerzas al conjunto de los trabajadores entrerrianos.

 

La Rojo y Negro 1° de Mayo, conformada por un colectivo de docentes heterogéneo pero claramente unido por la militancia combativa por la educación pública y por las causas de la soberanía nacional y popular, se impuso por un margen ajustado (6.450 a 6.250) pero importante si se considera la magnitud de las estructuras a las que se enfrentó. Fue de manera independiente y tuvo como principal oponente a la lista oficial de Agmer, cuya conducción provincial cuenta además con las ayudas que implica su firme alianza con el gobierno de Urribarri. Esto se traduce, además de en recursos y movilización de aparato electoral, en su presencia única en los más grandes medios de comunicación de la provincia, que le cerraron las puertas a la Rojo y Negro en relación con esta elección, como lo suelen hacer con las luchas de los docentes y de los trabajadores en general.

 

 

Mucho más que una elección

No estaban en juego sólo la representación gremial en la vocalía. Las elecciones fueron un fuerte aval al equipo de vocales Rojo y Negro que conduce la compañera profesora Susana Cogno y que desde hace cuatro años marcó un viraje de 180° en el modo en que se construye esa representación. De vocales inaccesibles, simples “escribanos” del gobierno, se pasó a contar con compañeros que viven y luchan por las necesidades del conjunto de los docentes, que se plantan y le discuten diariamente cara a cara a la patronal todo lo que es necesario enfrentar.

 

El jueves 5, se jugaba mucho más que esto en las elecciones. El triunfo de la Rojo y Negro, pese a todas las trabas y maniobras de la patronal para impedirlo, también demostró un amplio apoyo y aval a las políticas llevadas adelante por esta agrupación en las seccionales de Agmer que conduce. El hecho de que Agmer a nivel provincial no quisiera ni abrir la discusión sobre la adhesión al paro nacional de CTA del 8 de junio y a la jornada de lucha del 27, fueron tema recurrente en todas las escuelas que se recorrieron en el marco de la campaña. Las movilizaciones y asambleas realizadas en todas las seccionales que la Rojo y Negro conduce fueron un contrapunto inobjetable a la hora de expresar desde dónde se para cada agrupación para asumirse como representante de sus compañeros.

 

 

La posición de Ana Sosa–CCC

Los compañeros de la agrupación docente Ana Sosa (en la Corriente Clasista y Combativa) formamos parte de esta “patriada”, como de todas las luchas que se han venido desarrollando en Entre Ríos. Militamos por la confluencia de la lucha docente, coherente, sostenida y cada vez más masiva, con otros trabajadores y sectores sociales; y por eso formamos parte de y festejamos el triunfo de la Rojo y Negro. Ni las calumnias de la prensa oficialista, ni las jugadas de la conducción celeste de Agmer junto con el gobierno, nos van a hacer dudar de este camino.

 

Que además los principales derrotados sean quienes traicionaron a la Rojo y Negro, hoy en la agrupación Paulo Freire (perdieron por paliza en sus territorios, siendo Paraná -2.750 a 740- y Concordia -950 a 500- los principales ejemplos), es un aliciente más: flotaba un claro aire de justicia en el clima de festejo el jueves por la noche.

 

Que la alegría que se expresó en muchísimas escuelas por este triunfo sea el punto de partida para la recuperación de Agmer para los trabajadores. Esa es hoy, una de nuestras tareas.