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18 de julio de 2012


9 de Julio en Tucumán

Hoy 1428 / Un día más de resistencia de los pueblos originarios

Este 9 de Julio se organizó que la presidenta entregara el Acta de la Declaración de la Independencia traducida al idioma quechua a las comunidades indígenas, mostrando que su gobierno se “preocupa” por los originarios. Finalmente se realizó el acto, pero CK le dio el documento al gobernador Alperovich dentro del salón principal de la Casa Histórica, mientras que los representantes de los pueblos fueron ubicados como tribuna en el patio de entrada. En este acontecimiento que los involucra directamente, fueron meros espectadores del caminar de la presidenta, ya que ni siquiera fueron invitados a participar del acto en el interior del salón.


En este contexto, un sector de las comunidades indígenas expresaron su repudio a la política que desde el gobierno nacional vienen llevando hacia los pueblos originarios, principalmente por la falta de respuestas por los desalojos y represiones que sufren desde los sectores terratenientes en complicidad con la Justicia y parte del gobierno.


Es así que este 9 de Julio, la Comunidad Indígena Indio Colalao junto a organizaciones culturales y políticas plantaron banderas en repudio a esta situación. Durante la salida de CK del acto oficial, se levantaron wipalas y carteles que reclamaban “Basta de desalojos” y “Riarte resiste al desalojo”.


Desalojo en la Base Riarte
La bronca y el reclamo de una respuesta urgente emergen particularmente por el desalojo y la represión que se vivió en la Base Riarte de la Comunidad Indio Colalao (Trancas), durante la semana anterior. El fiscal Herrera ordenó la medida de “restitución provisoria” de la estancia a Fredy Moreno y el desalojo de las once familias que viven en Riarte, respondiendo de esta manera a los intereses de los terratenientes. Luego del brutal desalojo llevado a cabo el 4 de julio por más de 300 policías con balas de goma y cachiporras, los comuneros de Riarte resisten en el portón de entrada a la estancia. Allí acampan a pesar del frío reclamando por sus casas y tierras.


Las familias viven ancestralmente en este territorio de 19.000 has, el cual se compró y vendió con ellas adentro y sin que tengan conocimiento de los negociados. Hoy estas tierras son disputadas ya que son de gran riqueza, con riego natural por las cinco vertientes de ríos que favorecen a la cosecha de soja que las empresas Zanja Honda y Agro Avance (de Moreno y Jorge Posse) llevan adelante en la actualidad.


La cacica María Lilia no olvida que hace dos años, con la euforia del Bicentenario se pintaban wipalas y los pueblos originarios fueron recibidos con pompa en la Casa Rosada, donde se habló de un estado plurinacional. Los tiempos y las expectativas que se depositaron en el gobierno nacional se están agotando. Los pueblos originarios no pueden continuar viviendo en situación de vulnerabilidad que implican los permanentes desalojos, causas judiciales y represión. Se hace cada vez más urgente el reconocimiento de la propiedad comunal de las tierras en las que ancestralmente vivieron y trabajaron las comunidades. Tomar las riendas de este camino implica profundizar la unidad de los sectores populares para romper por fin con una de las principales trabas de este sistema que es el latifundio.