En estos días, cuando nos estamos organizando para ir al 27 Encuentro nacional de Mujeres, que se realizará en Posadas, Misiones, viene a cuento recordar las palabras pronunciadas al cierre del Primer Encuentro, por una integrante de la Comisión Organizadora, que se realizó en el Teatro San Martín de la ciudad de Buenos Aires los días 23, 24 y 25 de mayo de 1986, donde se reunieron cerca de mil mujeres.
En estos días, cuando nos estamos organizando para ir al 27 Encuentro nacional de Mujeres, que se realizará en Posadas, Misiones, viene a cuento recordar las palabras pronunciadas al cierre del Primer Encuentro, por una integrante de la Comisión Organizadora, que se realizó en el Teatro San Martín de la ciudad de Buenos Aires los días 23, 24 y 25 de mayo de 1986, donde se reunieron cerca de mil mujeres.
Se dijo en ese entonces: “Esperamos que éste no sea un cierre en el sentido estricto de la palabra, sino la apertura de nuevos encuentros en todas las provincias del interior del país. Ya tenemos el próximo en Córdoba. Esperemos que después haya otros en Mendoza, Tucumán, Salta, Río Negro, en fin, en todas las provincias. Aquí se han expresado opiniones, ideas y puntos de vista diferentes, y durante tres días hemos demostrado que podemos convivir con la diversidad del movimiento de mujeres en la Argentina, al menos con parte de él.
“Aquí hemos estado presentes mujeres de diferentes sectores políticos y sociales. Hemos estado presentes mujeres de sindicatos, de partidos políticos, de grupos feministas, de organizaciones de derechos humanos, amas de casa, etc. Pero hemos estado todas a título individual, hablando con nuestra propia voz. Esto nos ha permitido unirnos, pese a las discrepancias que evidentemente son propias de la diversidad del movimiento. Pero han venido aquí inquietas por su situación como mujeres, y ha sido la discriminación social que sufrimos las mujeres, lo que nos ha reunido en este Encuentro.” Ese 25 de mayo, cuando nos encontramos en el hall del Teatro San Martín, al finalizar los talleres, nos abrazamos, algunas llorando, y nos gritábamos “se puede, se puede. Lo hicimos, lo hicimos…”
Un instrumento para avanzar
Comprender y comprobar que “se puede” unirnos para luchar por nuestras reivindicaciones con otras fuerzas sociales y políticas ha sido en parte lo que hoy nos permite a todas llegar a realizar el 27º Encuentro Nacional de Mujeres en Misiones, y poder desplegar todas las fuerzas que hoy luchamos por un verdadero cambio y unirnos a las luchas del pueblo.
¡Cuánto aprendimos todas! Nos conocimos, nos escuchamos, discutimos apasionadamente y reflexionamos, y vamos teniendo claridad de nuestra doble opresión, en la sociedad y en nuestro país, de explotadores y opresores. Son discusiones que no están aún saldadas, pero están en discusión y hemos avanzado. Vamos descubriendo en medio de las luchas quiénes son nuestros amigos y quiénes nuestros enemigos, en el camino por nuestra liberación.
Se viene agudizando la violencia y el femicidio, se niega una ley de aborto seguro y gratuito, crece la trata organizada en todo el país, y la desaparición de niñas y jóvenes. Son temas que estarán presentes en el Encuentro.
La inflación está golpeando en todos los hogares, y en los comedores barriales, donde no hay plata que alcance, como dicen muchas mujeres en las fábricas y en los barrios.
Los Encuentros se han ganado un lugar muy importante en la historia de los movimientos de mujeres en la Argentina. Son un instrumento que ayuda a ir com- prendiendo las causas de las injusticias de nuestra realidad.
El 27º Encuentro lo están organizando las mujeres encuentreras de Misiones con un gran esfuerzo, con confianza y entusiasmo. Tenemos 79 días para trabajar y encontrarnos en Posadas el 6, 7 y 8 de octubre.