En las paritarias de 2012 de la Alimentación, con mucha lucha, semanas de paros, cortes de rutas, calles, etc. conseguimos un aumento del 27,5% (18% de mayo a agosto, septiembre a diciembre 8% y en enero el 1,5%). Un aumento insuficiente e inconsulto por parte de los que negocian, Daer y compañía. Además la empresa, pasando por arriba y sin respetar a la Comisión Interna de Kraft Terrabusi, le hace firmar -en el Ministerio de Trabajo- al mismo Daer, una suma de $190 mensual en premios por presentismo, con lo que “elevan” el aumento de paritarias a un 30%.
Este año fue mucho más difícil la conquista salarial, porque la presidenta se metió con patas y todo para meter los topes. Apoyándose en los “gordos” menemistas y en los “independientes”, los obligó a firmar en la Casa de Gobierno acuerdo que iban entre el 18 % y el 23%. Éstos lo hicieron “sin chistar”, con el compromiso de correrlo a Hugo Moyano, y darles a ellos la plata de las obras sociales (sólo del APE, Administración Prestaciones Especiales, por decreto, la presidenta manoteó 32 mil millones de pesos).
Es decir que en el movimiento obrero, el que no luchó, perdió. Ahora están los compañeros del subte en la lucha. La alimentación está entre los cinco gremios que más porcentaje de aumento conseguimos. La presidenta actuó para sacar mejoras históricas de los trabajadores, congelar los salarios estatales y dar una mano muy grande a los empresarios que en estos años ganaron 235%, como ella misma dijo en un discurso en la Bolsa de Valores.
Mientras, los productos básicos de la canasta familiar desde marzo de 2011 a marzo de este año aumentaron más del 100%. Asado y cortes populares $40 el Kg., leche de $7 a 8 el litro, azúcar $8, yerba $30, papa $5 el Kg., morrón $30 el Kg., etc. Hay medicamentos que pasaron de $30 a $150. Hubo aumentos en la salud y la educación. Encima, mantiene el impuesto al salario sin levantar el mínimo no imponible, y cada vez menos compañeros cobran el salario familiar.
En Kraft, durante las paritarias llegamos a un paro total, arrancado por los compañeros en las secciones, e impuesto a la Interna y a la dirección del gremio. La Comisión Interna mantiene la práctica de hablar durante 10 minutos en el comedor, y en esas “asambleas” buscó levantar el paro varias veces. Al final lograron levantarlo, sin nada a cambio, dejando a los trabajadores a la rastra de lo que negociara el sindicato. Nosotros planteamos en esos 10 minutos en el comedor, que el Sindicato y la Interna se apuraron en levantar el paro total que veníamos haciendo, y que ese era el momento de negociar con la Kraft, y que teníamos que prepararnos eligiendo los delegados de sector para contragolpear cuando pase esto que está pasando.
¿Y qué está pasando? Que la Comisión Interna, con el argumento de que el aumento es insuficiente, “siguió de largo” y planteó un quite de colaboración no haciendo extras, y no recuperar paquetes en las líneas desde el 5 de julio a la fecha, y los compañeros comenzaron a sufrir descuentos en los premios. La Interna, luego de levantar un paro total sin nada en la mano, le agarró la “calentura” y argumentando que “todo lo que conseguimos es una m… y no nos pueden descontar los premios porque la ley nos protege”, avanzó con el quite. Es más, prepeó de palabra a la patronal, “manden telegramas”, dijeron.
Ahí actúa la empresa para dividir y hacer pelear a los compañeros y compañeras. Una cantidad de trabajadores, en los distintos turnos, entran a pelearse con la Interna, queriendo trabajar normal y hacer horas extras. La Comisión Interna, una vez más, patea para afuera y saca el conflicto de la fábrica, con un corte en la Panamericana (8/8), casi sin aviso y con poca gente.
Hay una gran bronca en las compañeras y compañeros, por los meses de conflicto, y los yanquis están muy duros para negociar. Reafirmamos que para poder pelear el pliego de reivindicaciones que la Agrupación 1º de Mayo presentó hace tiempo y se viene discutiendo en las secciones, el camino es elegir los delegados por sector, para golpear con fuerza ante el revanchismo de la patronal.
Esto es algo que aprendimos de la gran lucha del 2009 contra los despidos, de cuyo inicio se cumplen tres años en los próximos días. Esa lucha marcó el camino para enfrentar la crisis, crisis cuyas nuevas oleadas están golpeando hoy a los trabajadores.
