La semana pasada comenzó con la toma del exbalneario municipal, totalmente abandonado hace 20 años donde se repiten las violaciones y los asaltos. Las tierras fueron ocupadas por más de 113 familias que exigen un lugar digno donde vivir ante la falta de respuestas del gobierno y el IPV ante la situación habitacional. La mayoría se trataba de familias laburantes de jóvenes.
La semana pasada comenzó con la toma del exbalneario municipal, totalmente abandonado hace 20 años donde se repiten las violaciones y los asaltos. Las tierras fueron ocupadas por más de 113 familias que exigen un lugar digno donde vivir ante la falta de respuestas del gobierno y el IPV ante la situación habitacional. La mayoría se trataba de familias laburantes de jóvenes.
Los argumentos del gobierno fueron canallescos. Afirmaron que muchos ya tienen casas, que llegaban a las tomas en 4X4 y hasta que las tomas tenían que ver con internas políticas para perjudicar a algún funcionario de turno.
La respuesta fue contundente. Al día siguiente vecinos de la zona norte decidieron tomar parte de las 100 hectáreas de Pereyra Rozas donde se pretende hacer un negocio inmobiliario a favor de bancos y constructoras amigas. Más de 150 familias ocuparon estas tierras.
Al día siguiente más de 50 personas se instalaron en un terreno ubicado al lado del barrio Primera Junta. Los vecinos reclaman que el gobierno lotee y entregue los terrenos para construir viviendas.
Afirmaron que la Secretaría de Tierra y Hábitat prometió entregar el predio, pero que jamás cumplió. Aseguraron que se quedarán en el lugar hasta que aparezca una solución porque si no reclaman el gobierno no escucha.
Mientras, por esas horas, ocupan los terrenos que están desde la intersección de Avenidas Samson y Constitución hacia el norte, en la zona conocida como “las canchas de los veteranos”. Se trata de las tierras ubicadas al costado este de Avenida Constitución.
La crisis habitacional al rojo vivo
Según datos oficiales del Censo nacional de 2010, Salta es la provincia con mayor cantidad de habitantes por vivienda en todo el país. El promedio nacional es de 2,52 personas por cada casa, mientras que en Salta llega a 3,75.
Según un alto funcionario del IPV el organismo solo puede resolver el 5% de las necesidades habitacionales en la provincia. Un número alarmante teniendo en cuenta que durante 2012 por las crisis fiscales de las provincias se paralizó la obra pública y la construcción de viviendas.
Ante la creciente desocupación, la precarización laboral y la inflación se hace una odisea entrar en un plan de viviendas. Es más, mucha gente ya opta por ni anotarse, además teniendo en cuenta que las casas terminan en hijos del poder para fiestas los fines de semana y para la especulación inmobiliaria.
Es en este marco que los vecinos tomaron el problema en sus manos y decidieron hacerse de las tierras “ya que no tienen nada que perder” según explicó un delegado de una de las tomas.
Mientras los vecinos ya avisaron: “nos quedamos hasta que nos den una solución”. Si ganan ellos ganamos todos.
