“Una debilidad notoria en todo dirigente es la falta de humildad política. Sin humildad no hay trato respetuoso con la masa. Entonces ese dirigente no aprende nada y su rumbo nunca será bueno”.
Alberto Areco, dirigente de la Federación Nacional Campesina del Paraguay. En Ñandekuéra, de Víctor Delgado.
“Una debilidad notoria en todo dirigente es la falta de humildad política. Sin humildad no hay trato respetuoso con la masa. Entonces ese dirigente no aprende nada y su rumbo nunca será bueno”.
Alberto Areco, dirigente de la Federación Nacional Campesina del Paraguay. En Ñandekuéra, de Víctor Delgado.