Sobre los motivos de la protesta, decía la coordinadora de los desocupados de la CCC de la Zona Norte del GBA, Liliana Ruiz, “a los trabajadores nos quieren tomar de rehenes en la disputa entre el gobierno nacional y los municipios”, explicando que en Malvinas Argentinas, al igual que en otros municipios que no responden al gobierno nacional, no se paga el incentivo de $550 por mes acordado en junio para el Plan Argentina Trabaja.
Sobre los motivos de la protesta, decía la coordinadora de los desocupados de la CCC de la Zona Norte del GBA, Liliana Ruiz, “a los trabajadores nos quieren tomar de rehenes en la disputa entre el gobierno nacional y los municipios”, explicando que en Malvinas Argentinas, al igual que en otros municipios que no responden al gobierno nacional, no se paga el incentivo de $550 por mes acordado en junio para el Plan Argentina Trabaja.
Los 67 compañeros, incluidos 9 menores, fueron detenidos cuando ya se encontraban arriba de los micros, y llevados a Campo de Mayo, donde permanecieron incomunicados durante 20 horas, siendo liberados el 31 a las 8.30 de la mañana.
Presos en Campo de Mayo
Con un gran despliegue de tropas, la Gendarmería Nacional desarrolló un operativo en el que, como se vio por TV, golpearon indiscriminadamente a hombres, mujeres y niños, y desalojaron violentamente a los compañeros que ya estaban por retirarse, tras informar en asamblea del acuerdo de pago del incentivo, comprometido por funcionarios nacionales.
El secretario de Seguridad de la nación, Sergio Berni, dirigió el operativo personalmente, justificando la represión en que “no se puede permitir cortar la Panamericana”, mintiendo descaradamente sobre los motivos de la protesta, y diciendo “Nunca vamos a reprimir la protesta social”. Los golpes que se vieron en directo desmienten al funcionario del gobierno kirchnerista. La jueza federal Arroyo Salgado negó haber dado la orden de desalojo.
Los detenidos, en su mayoría cuando ya estaban arriba de los micros, dispuestos a volverse a sus casas, fueron trasladados a la Unidad especial de investigaciones y procedimientos judiciales “Campo de Mayo” de la Gendarmería Nacional, el lugar desde donde se orquestó el “Proyecto X” para espiar a trabajadores. Una vergüenza. Como se denunció en la conferencia de prensa realizada al día siguiente en el Congreso de la Nación, es la primera vez desde el fin de la dictadura videlista que se lleva gente detenida a Campo de Mayo, donde funcionó un centro clandestino de detención, como recuerda un monumento frente a la puerta de dicha “Unidad especial”.
Comportamiento ejemplar
Una vez dentro de Campo de Mayo, donde permanecieron por 20 horas, los compañeros fueron mantenidos arriba de los micros, y fichados cual delincuentes. La compañera Sandra, de la CCC de la Zona Norte, le decía a este semanario: “nos mantuvieron incomunicados dentro los micros, con gendarmes afuera y adentro. Nunca nos dijeron adónde nos llevaban. Nos dimos cuenta cuando estuvimos adentro de Campo de Mayo. Cuando queríamos ir al baño la estiraban al límite, hasta que los compañeros no daban más, y mientras la custodia te llevaba te iba gritando. Nos iniciaron causas penales a todos, y mientras nos hacían los prontuarios te hacían sacar una foto de frente y perfil sosteniendo un papel con tu número de documento. Ahí hubo discusiones con los gendarmes, como un compañero de 61 años, al que le dijeron “¿Usted qué hace acá? Si fuera su hijo le daría un buen reto”, a lo que el compañero le contestó “Mis hijos están muy orgullosos del padre que tienen, porque lucha contra el hambre”. A otro compañero de 76 años le decían “Abuelo que hace usted acá. Tendría que estar en su casa”, y el compañero le dijo que mientras hubiera necesidad, él iba a estar en la ruta, y que para él era mejor estar en la lucha que en su casa. Los compañeros le discutieron a los milicos, que querían quedar como víctimas y que nosotros éramos unos salvajes, cuando nos golpearon y nos detuvieron cuando nos estábamos retirando. Los compañeros fueron muy claros. “Venimos a reclamar porque somos trabajadores a los que nos pagan un sueldo miserable de $1.200, y nuestros pibes se alimentan con alitas y papas, y ahora ni papa se puede comprar”, y le daban vuelta la discusión: “explicame vos si vivís con seis pesos por día”.
Solidaridad y triunfo
El viernes 31, tras 20 horas de arbitraria detención, y con la intervención de los abogados de Liberpueblo, fueron liberados los detenidos, recibidos por un grupo de compañeros que estuvieron toda la noche haciendo el aguante. En el Congreso de la Nación se desarrolló una conferencia de prensa en repudio a la represión, con la participación de dirigentes de distintas organizaciones sociales y políticas. Allí se denunció que entre los detenidos se encontraban nueve menores de edad, incluido un bebé.
Entre los presentes en la conferencia de prensa, que transmitieron su solidaridad a los compañeros detenidos, de las organizaciones Barrios de Pie y Corriente Clasista y Combativa, se encontraban la diputada nacional Victoria Donda, Vilma Ripoll (MST), Néstor Pitrola (PO), Carlos Chile (CTA), Juan Carlos Alderete (CCC), Daniel Menéndez (Barrios de Pie), Elena Hanono (PCR), y Patricio Gaynor (Liberpueblo). Además participaron integrantes de Familiares de Desaparecidos, y de productores agropecuarios autoconvocados.
Todos los compañeros repudiaron el hecho, y convocaron a coordinar una respuesta contundente a este avance en la criminalización de la protesta. Se escucharon además los testimonios de compañeros que estuvieron detenidos, quienes denunciaron el maltrato a mayores y menores, y rechazaron las expresiones del secretario de Seguridad, Sergio Berni. Frente al Congreso se encontraban cortando la calle compañeras y compañeros de la CCC y el PCR de la Capital Federal –rodeados de un inmenso operativo de la Policía Federal-, en solidaridad con los trabajadores del conurbano. Hasta allí llegaron los compañeros que fueron reprimidos, donde reafirmaron el camino de la lucha, y agradecieron las adhesiones recibidas de todo el país.
Tras la Conferencia de prensa, ante éste y otros hechos represivos que se están sucediendo en el país, se acordó una jornada nacional de lucha para el jueves 6/9, denunciando el avance represivo del gobierno kirchnerista, porque como planteó Juan Carlos Alderete “Los planes de este gobierno, incluida la re reelección, no pasan sin represión”.
“Vale la pena luchar”, reflexionaban los compañeros 48 horas después de la represión, al conocerse que fueron citados los presidentes de las cooperativas.