Los días 20 y 21 de septiembre se llevó a cabo una audiencia pública, en la ciudad de Neuquen, por la reforma del Código Civil y su unificación al comercial. Los puntos del proyecto de reforma son ampliamente variados frente a lo que compete al derecho privado, y puntualmente hay un intento de reglamentación dentro de esta unificación del derecho de los pueblos originarios, que se liga directamente al derecho público, ya que comprende a la propiedad comunitaria.
Los días 20 y 21 de septiembre se llevó a cabo una audiencia pública, en la ciudad de Neuquen, por la reforma del Código Civil y su unificación al comercial. Los puntos del proyecto de reforma son ampliamente variados frente a lo que compete al derecho privado, y puntualmente hay un intento de reglamentación dentro de esta unificación del derecho de los pueblos originarios, que se liga directamente al derecho público, ya que comprende a la propiedad comunitaria.
Esta modificación provocó la crítica y el rechazo de varias comunidades. Esta posición sin lugar a dudas expresa a la mayoría de los pueblos originarios de nuestro país. En primer lugar porque se intenta avanzar en el proyecto sin ninguna consulta previa a los pueblos originarios, faltando así el total respeto al derecho de autonomía que debemos ejercer como pueblo con organización política, económica, cultural, y por nuestro pleno desarrollo territorial.
Esto fue claramente planteado por casi la totalidad de los expositores del pueblo mapuche, tehuelche y ranquel presentes, que propusieron que se traten los derechos de los pueblos originarios en una ley especial a lo que refiere el derecho público. Quedó claro que no vamos a aceptar esta reforma, que por un lado es avasalladora de nuestra identidad, y por otro es fuertemente impulsada a favor de los negocios del gobierno nacional, sus grandes terratenientes, mineras, petroleras y otros aliados.
Este proyecto de reforma cuenta con operadores que intentan ser la voz de los pueblos originarios e intentan acallar la opinión real que tenemos. Es el caso del presidente del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), Daniel Fernández, y algunos hermanos que han sido cooptados. Es en realidad la opinión del gobierno nacional que pretende avanzar con este proyecto que va a agravar los problemas que tenemos los pueblos y naciones originarias. Por eso dio un discurso mentiroso, desleal a la lucha de miles y miles de hermanos originarios. Abucheamos la palabra de este huinca, y a gritos pedimos que deje de mentir y por sobre todo que deje de entregar nuestros derechos, nuestra ñuque mapu (madre tierra); recibió el grito de yanakona (traidor), y debió abandonar la sala de audiencia y quedó aclarado que no representa la opinión de los pueblos originarios.
La intención de reducir nuestro territorio a un inmueble rural es liquidar nuestra reivindicación y nuestra lucha histórica por tierra para vivir y producir, y territorio para nuestro desarrollo político cultural… Los pueblos originarios no vamos a permitir que después de más de 500 años de opresión a nuestro pueblo se continúe aún hoy con un plan de exterminio.