La provincia de Tucumán no es ajena a la dura realidad del aborto. Muchas mujeres se practican abortos de manera insegura y también son muchas las que mueren, especialmente las más pobres. De las que ingresan a la Maternidad Provincial por complicaciones de aborto, la mayoría sufren violencia obstétrica, convirtiéndose en blanco de sospechas y diversas formas de maltrato por parte de quiénes deberían asistirlas.
La provincia de Tucumán no es ajena a la dura realidad del aborto. Muchas mujeres se practican abortos de manera insegura y también son muchas las que mueren, especialmente las más pobres. De las que ingresan a la Maternidad Provincial por complicaciones de aborto, la mayoría sufren violencia obstétrica, convirtiéndose en blanco de sospechas y diversas formas de maltrato por parte de quiénes deberían asistirlas.
Siendo desde hace años los abortos la primera causa de muerte materna en el país, se han convertido también en una forma de violencia contra las mujeres, en este caso institucional, que se refleja en una legislación y en políticas públicas que aún contienen elementos altamente discriminatorios hacia nosotras.
Ante esta alarmante situación y como resultado de la inacción del gobierno, las mujeres hemos salido a la calle a denunciar la necesidad de que el estado regule y proteja nuestra salud y nuestra vida.
El pasado 28 de septiembre: Día de la acción global por un aborto legal, seguro y gratuito, convocado por la Casa de las Mujeres Norma Nassif, la comisión de mujeres de Psicología y Mujeres Arriba, y otras organizaciones desarrollamos una actividad en la Peatonal Muñecas de la Ciudad de San Miguel de Tucumán, reafirmando la triple consigna: “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal seguro y gratuito para no morir”.
Con la entrega de volantes, solicitando firmas para la Campaña por la Legalización del aborto y para que se declare la Emergencia en Violencia Sexual y Doméstica y planteando nuestras consignas ante la nutrida concurrencia de la peatonal, exigimos que se cumplan nuestros derechos. Realizamos esta actividad porque entendemos que el aborto es una cuestión de salud pública, justicia social y derechos humanos.
Porque creemos firmemente que es necesario proteger la salud e integridad física y emocional de las mujeres y que debemos tener el derecho y la libertad de decidir, en el marco de la ley, sobre un embarazo no deseado.
Porque nos pronunciamos a favor de despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo y que las interrupciones de embarazos se realicen en el marco de la salud pública y para que se aplique el fallo de la Corte sobre la interrupción voluntaria del embarazo en caso de violaciones.
Exigimos también programas amplios y eficaces que garanticen educación sexual, y acceso a los métodos preventivos y anticonceptivos, incluida la llamada píldora del día después y que el aborto deje de estar tipificado como delito en el Código Penal, para que sean las mujeres quienes en esta materia resuelvan.
