En diciembre venció la paritaria del 2012 y a pesar de haberse denunciado el vencimiento, en noviembre el Ministerio de Trabajo dilató hasta finales de diciembre. El 27 de diciembre se debió convocar a un paro nacional ante las maniobras del Ministerio de Trabajo -que incluso fijó una conciliación obligatoria entre gallos y medianoche- que no fue acatada cumpliéndose con gran acatamiento y unidad. Paro que junto con el convocado el 20 de noviembre por la CGT dio muestras de la capacidad de movilización y de lucha de los bancarios y que se asentó en la firme decisión manifestada en las numerosas asambleas y marchas previas.
Sólo se está discutiendo salario. Pero queda pendiente recuperar la plena aplicación del convenio colectivo, bicicleteado por todas las patronales, con la protección del Estado a través de todos sus organismos. Y la conciliación y claudicación, las más de las veces, del sindicato de acuerdo al Banco que se trate.
En los últimos diez años se ha implantado un modelo laboral que ha avanzado mucho en la flexibilización y en el apriete y exigencias en la actividad cotidiana; es palmario cómo se traduce en la salud de los compañeros con el incremento de las enfermedades profesionales, afecciones cardíacas y de carácter psíquico. Las afecciones se manifiestan particularmente en los compañeros que se desempeñan en la acción comercial. Estas empresas chupasangre, pretenden atenuar el esfuerzo como “cumplimiento de los objetivos” (la producción) y por lo tanto lograr los necesarios premios que posibiliten una mejora salarial.
Indigna a los compañeros la inflación generada por la política del gobierno, que carcome diariamente los salarios, y la voracidad y multiplicación de las ganancias de los banqueros. A esta altura no queda lugar a dudas de que uno de los principales beneficiarios de la política K son los Bancos, ya que no se regulan las tasas de interés, ni se fijan gravámenes a la renta financiera, tampoco se discute una nueva Ley de Entidades Financieras (está vigente la de la dictadura) por la cual los Heller (Credicoop) y los Britos (Banco Macro), se han convertido en socios y colaboradores directos de su política. Los beneficios de ésta, alcanza al conjunto de la Banca sea “cooperativa”, “nacional” o de origen extranjero.
Así paga el diablo…
Vemos con escalofríos las siderales ganancias de los Bancos a costa del empobrecimiento y el esquilme del pueblo y nos afecta la política del gobierno con la inflación y la negación de nuestros derechos. En vez de fijar gravámenes a la renta financiera, de efectuar control y reducir las escandalosas tasas de interés, opresivas para el desarrollo de una producción nacional, no dirige ni orienta el crédito de semejantes excedentes. Sin embargo utiliza todas las herramientas para limitar la libre discusión paritaria. Más aún habiéndose llegado a un acuerdo que sólo dejaba el 20% de incremento con carácter remunerativo más una suma de fija no remunerativa, ahora pone como condición y nos extorsiona (junto con las patronales) que el acuerdo sea cerrado con carácter paritario definitivo de manera que se pueda utilizar para condicionar el resto de las paritarias. ¡Así paga el diablo!
En realidad si bien los $1.440 más la suma no remunerativa de $250 por mes durante el primer trimestre, pasaba transitoriamente, la preocupación de fondo que teníamos era que se convirtiera (como siempre ocurre) en el acuerdo testigo del final de nuestra negociación en el mes de marzo para todo el 2013. Esto es lo que hoy busca el gobierno que tampoco cumplirá con la actualización debida del “impuesto al “salario” para vergüenza de los sindicalistas colaboracionistas.
Los Bancarios no vamos a retroceder y la dirigencia lo sabe. Por eso se crearon muy buenas condiciones para que las comisiones internas y delegados empujemos con las seccionales que acuerden, asambleas y reuniones que exijan no conciliar ni negociar el justo reclamo (en nuestro caso) del 30% de incremento paritario retroactivo al mes enero, y puesta sobre la mesa de discusión de la mejora y reformulación de normas que garanticen mejores condiciones laborales, del pleno respeto y aplicación del convenio colectivo, del reconocimiento como bancarios de los compañeros trabajadores de los call centers y empresas bancarias satélites y derogación del Impuesto al “salario”.
De los dirigentes
El actual secretariado logró desplazar de la conducción al corrupto y procesado dirigente Juan Jose Zanola, ayudado por los años de condena y la actual e injusta libertad condicional, por el tráfico de medicamentos truchos en la obra social. Obra social que fuera la mejor del continente.
En su gran mayoría fueron acompañantes de Zanola por más de 25 años. El actual Sec. General a cargo (porque todavía no venció el mandato de Zanola), Sergio Palazzo, no es K, proviene del radicalismo mendocino y tiene un acuerdo con sectores aliados al kirchnerismo muy activos y dirigentes del interior. Acuerdo que ha sido renovado y fortalecido para las próximas elecciones nacionales que serán este año y que erigirá a otro dirigente después de 25 años de conducción zanolista. El triunfo de los bancarios al lograr sacarse de encima a Zanola nos tonificó, y en los últimos años se libraron luchas muy importantes por salarios y contra despidos en los que hubo asambleas de sectores y sucursales, con marchas y paros masivos. Incluso en dos ocasiones se realizaron paros de 24 horas con el chantaje de la conciliación obligatoria decretada y las patronales fueron derrotadas a pesar de su publicidad. El punto máximo alcanzado fue el extraordinario paro del 20 de noviembre en todo el país, que mostró una gran unidad y organización y nos pone optimistas para la lucha.
Tanto para derrotar el tope salarial de Cristina Kirchner y las patronales bancarias, como para avanzar en la recuperación clasista de cuerpos de delegados y comisiones internas, sin lo cual no habrá triunfos duraderos.
