Tenía 70 años. Desde su juventud participó de la lucha revolucionaria en su Chile natal. Vivió muchos años en la clandestinidad. Vino a la Argentina perseguida por la dictadura fascista de Pinochet.
Nunca dejó de luchar. Se incorporó a Desocupados de la CCC, y luego al MIJP-CCC. Posteriormente se afilió al PCR en Matanza y pese a la grave enfermedad que padecía militó siempre, hasta hace pocos días “en la ruta el 7 de mayo cumpliendo tu tarea vendiendo el hoy que tanto te gustaba hacerlo”, como recordó su camarada Carmen en sus palabras de despedida.
La muerte de la camarada Helena es una gran pérdida para el PCR y la revolución. Pero como quiso tanto a la clase obrera, en cada lucha, volverá a estar entre su gente. Nuestro compromiso con Helena es no perder nunca de vista y refirmar lo estratégico que es la revolución, que ella tanto quería.